Te amare una vez mas

Capitulo 2

Adelaida

Ha pasado una semana desde que desperté de ese terrible accidente automovilístico. Estar cada día más en este hospital, me esta volviendo loca. Todos son muy amables, pero quiero volver a casa, al hogar donde tengo millones de recuerdos. 

Por suerte hoy por la mañana, el doctor vino a mi habitación a darme de alta. El dice que ya estoy totalmente lista para que vuelva a mi hogar. 

Mis padre me ayudan a llegar a casa, ellos están felices de que vuelva y, seguramente están ansiosos de que cada recuerdo vuelva 

Miro por la ventana del auto, el trayecto es silencioso y es bastante agradable para mí gusto. Pasamos por magnificos paisajes que rodean el camino a casa. El cielo ilumina con múltiples colores, realmente es algo mágico ver esto despues de estar 4 meses en coma, volver a ver la naturaleza que nos rodea, es increíble

Llegamos a una casa de dos pisos, de color blanca con una jardín muy bonito. Los recuerdos inundan mi mente al ver esta hermosa casa, esta casa donde crecí durante diecisiete años. 

Bajo del auto y comienzo a observar todo el césped que nos rodea. Es una casa muy linda alrededor de toda la naturaleza. 

    —Bienvenida a casa, Adela — dice mi madre con una sonrisa en su rostro. Le devuelvo la sonrisa. No puedo esperar a ver el interior de esta hermosa casa. 

Al entrar, el aroma a rosas inunda mi nariz. Recuerdo claramente este aroma y, un recuerdo viene a mi mente. 

     — Mami, de verdad me gusta mucho jugar contigo —digo mientras juego con ella con algunos peluches, mis favoritos de hecho. 

Ese recuerdo inunda mi cabeza en el momento de pasar la puerta de mi casa. No recuerdo muy bien que es lo que después seguía, pero parece que a mi madre le agrada. 

     — ¿Estas bien, Adela? —pregunta mi padre al pasar una mano por mi hombro. 

      — Si es solo que... los recuerdos pasan y no puedo evitar sentirme mal porque yo misma los olvide — digo mientras unas cuantas lágrimas se derraman sobre mis mejillas. Ellos me abrazan nuevamente por algunos segundos. 

Mi madre me muestra mi habitación. Es de color azul pastel, mientras las paredes contienen muchos posters de cantantes que nisiquiera conozco, supongo que esto ya no será mi gusto musical. Después observo un escritorio a lado de mi cama, que tien un computador color blanco. 

No puedo evitar observar mi armario, mi intuición femenina me llevó hacia el armario, y como lo esperaba, algo había dentro de él. Se encontraba un pequeño diario sobre mi, nunca pensé que fuera de esas chicas que escriben su día en un diario. 

Cuando estoy a punto de ver su contenido, mi madre abre la puerta. 

     — Adela, tus amigos están abajo —dice con total seriedad, supongo que es por que no le caen bien mis amigos. 

    — Estaré ahí en un segundo, mama — digo con total tranquilidad para que ella logre calmarse. 

Bajo las escaleras para encontrarme a mis amigos. Hay tres personas paradas frente a mi, dos hombre y una chica. La chica se abalanza sobre mí dejándome sorprendida. Y otro chico también se abalanza sobre mí. El otro chico de cabello negro con ojos verdes cristalino solo se queda parado frente a mí, dedicándome una sonrisa amable. El chico de cabello castaño y ojos color miel, se separa de mi para igualmente dedicarme una sonrisa. 

     — ¡Vaya, chica! Realmente te ves bien después de haber visto el cielo en tus narices — dice la chica mientras se ríe, su sonrisa es muy bonita para una chica. Creo que ella es la chica que llama la atención de los chicos a su alrededor. 

    — Creo que la dejamos muda después de haber despertado — dice el chico castaño. Gracias a él logró reaccionar ante la situación. 

     — Lo siento, es que no se si les habrán dicho, pero tengo síntomas de amnesia... — digo mientras sus miradas se desvanecen. 

      — Guao, no teníamos ni idea, Adela. Lo sentimos, de verdad — dice la chica mientras baja su mirada — Tranquila, volveremos a empezar desde cero — me dice con una sonrisa después de ver casi como se desván e enfrente de mi. 

     — Es lo que he querido desde que desperté — río mientras les dirigí la mirada. 

      — Muy bien empezaremos con los nombres. Yo soy Charlotte, el chico castaño es Antonio, y por último el chico de negro es Liam... tu novio — casi me ahogo con las palabras de Charlotte. ¿Liam?, ¿Novio?, no tiendo nada sobre lo que está pasando, y por supuesto, ellos no se esperaban mi reacción. 




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