Logan
La música del super era bastante aburrida que incluso veía como unas personas se estaban quedando dormidas en su propio carrito de compras.
Quería irme de ahí lo más rápido posible. Llevaba la comida que era necesaria para que nos alcanzará 2 meses, si es que Harry no comía de más.
Me dirigí a la caja registradora para poder pagar y salir de ese aburrido lugar. Afortunadamente no había personas, por lo que no dure mucho en la caja.
Fui al auto y puse las compras detrás y abandone ese estúpido estacionamiento que solo me hacía recordar recuerdos importantes.
Llegamos al estacionamiento del super junto con Victoria, permanecimos adentro del auto por unos minutos.
— Este estacionamiento es bastante aburrido. ¿No podrían agregar más cosas decorativas? —
Me reí ante su comportamiento. Victoria era muy decorativa y analizaba cada lugar a donde íbamos.
— Si, es bastante feo. Creo que lo único bonito de este lugar, eres tu — digo mientras tomo su mano para entrelazarla con la mia.
Eso hizo que ella se sonrojara un poco, dándome una tímida sonrisa.
Bajo del auto para poder apreciar las estrellas de estas gran noche. Le encantaba mirar las estrellas porque sabía que era igual a ellas, igual de hermosa que ellas.
Me saco de mis pensamientos cuando ella se puso enfrente de mi.
— Apuesto a que no puedes alcanzarme por todo este estacionamiento —
Pero antes de poder contestar, ella ya estaba corriendo por todo el estacionamiento. Obviamente, seguí su juego y corrí tras ella hasta poder alcanzarla.
Debo admitir que era un poco rápida, pero ella sabía que yo siempre era más ágil en esto que ella, así que pude alcanzarla fácilmente. La agarre por detrás de la cintura deteniendola para que no pudiera correr más.
Ella se río y se giro hacia mi, poniendo sus manos sobre mi cuello y yo sosteniendo la de su cintura.
— No se vale, tu eres más veloz que yo —
— No entiendo porque sigues haciendo estos juegos —
Ella se río, mostrando esos increíbles dientes de color blanco y me miro directamente a los ojos para contestarme.
— La verdad es que quería que corrieras un poco —
— ¿En serio? Así que tu plan es ponerme en forma —
— ¡No! La verdad es que me encantan estos momentos junto a ti. Nosotros bajo la luz de la luna y estas hermosas estrellas, mientras tu me agarras de la cintura mirándome fijamente con esos hermosos ojos grises. —
Ella me mira con esos ojos color miel que tanto me gustan, mientras brillan cuando me dice todas esas palabras.
— Sabes que puedes pedírmelo, porque lo haré con todo gusto —
Se ríe ante mi comentario y ella se acerca cada vez más.
— Creo me estoy muriendo por un beso bajo la luna — dice mientras se llame los labios para humectarlos un poco.
Así que no dudo ni en un momento en estampar mis labios sobre los suyos. Es un beso tierno, romántico lleno de sentimiento dado por los dos. Y así es como un lindo recuerdo, conservará mi mente siempre.
Una pequeña sonrisa sale de mi rostro al recordar un bello recuerdo que nunca olvidaré.
Saco las compras del auto y las subo hacia el apartamento.
Al abrir, mi expresión es de sorpresa ya que me encuentro solamente a Harry, Adelaida no estaba ahí.
Miró directamente hacia el y mi expresión lo dice todo, lo cual hace que Harry se de cuenta.
— Salió del apartamento llorando por algunas cosas —
No dude ni un momento en dejar las compras e ir detrás de ella. No sabia donde vivía o a donde podía ir ya que no conocía Seattle. Así que solo se me ocurrió ir al único lugar que se me vino a la mente.
Corrí pasando por la gente, algunas personas se molestaron por haberlas empujado, pero no le di importancia.
Llegué al único lugar donde habíamos convivido Adelaida y yo: La Playa
La playa fue el primer lugar donde nos dirigimos la palabra e incluso formamos una conversación, no tan sensata, pero importante para mi.
Ahí fue donde la encontré, ahí estaba Adelaida sentada en la arena mientras el viento resoplaba entre ella. Miraba el mar como la vez que me encontro aquí, solo que esta vez cambiamos de papeles. Ella estaba sentada y yo iría a hablarle.
Me senté a su lado también mirando las olas del mar. Me quedé un momento en silencio ya que probablemente lo necesitaba. Hasta que hable.
— Se que Harry puede ser un estúpido a veces y dice cosas sin sentido. Lamento que te haya lastimado—
Ella no dijo nada por un momento, solo negó con la cabeza y miró abajo mientras jugaba con la arena.
— El no dijo nada malo. Solamente nombro algo que me puso nostálgica, es todo. —
No se que cosas podría haber dicho Harry para que Adelaida se pusiera nostálgica, ya que no la conoce.
Hice que se acercara más a mi, teniendo su cabeza en mi hombro.
— Es un buen chico. Me agrada — dijo Adelaida casi como en un susurro.
Me ríe un poco por su comentario. Tenía razón, a veces Harry puede ser un idiota que hable sin importar nada, pero después puede ser el idiota que más te agrade en la vida.
— Si, lo es. Puede llegar a ser un idiota y también la persona más agradable del planeta. — dije mientras recargaba mi cabeza sobre la suya que aun seguía en mi hombro.
Ella se río en un susurro e hizo que su risa se convirtiera en uno de los sonidos más agradables que pudiera haber escuchado.
Nos quedamos por un largo tiempo sentados en la arena, viendo como subían y bajaban las olas del mar.
Igual que aquella vez...