Capítulo 22 (parte III)

—Si yo no vivo, ella tampoco, no pienso pasar ni un segundo detrás de las rejas —resaltó subiendo los escalones, Ricardo al notar por donde iban sus ideas dio la vuelta y abrió la habitación donde tenían a Brank y a Braily

—¿Somos libres? Acaso piensas que caeré en esta trampa —dijo Brank con desconfianza poniendo a Braily detrás de su cuerpo.

—No pienso hacerles daño… ella es la que se volvió loca, se llevó a Leah a la azotea.

—Enserio no me digas, ahora es que te das cuenta que Rebeca perdió la cabeza —soltó irónico Brank.

—Quédate acá —Braily asintió dándole un abrazo.

—Regresaré mujer, lo haré. Solo iré a ver, ella estaba casi inconsciente —murmuró con  preocupación saliendo de la habitación y Ricardo se alejó,  pensaba huir. Sabía lo que le tocaría si lo atrapaban, había estado involucrado en todo. No estaba excepto de nada.

Leah estaba aterrada, seguía mareada, las náuseas ya no las soportaba, Rebeca la tenían en el borde de la azotea. Un paso en falso y caía. Ya no tenía fuerza para defenderse. Por primera vez tenía miedo a morir, de no ver más a sus hermanos, de no poder vivir la experiencia de ser madre.

 —No lo hagas —gritó Brank llegando a la superficie y observando la escena con impacto, Rebeca retrocedió dos paso, pero a Leah la mantuvo a unos centímetros del precipicio.

—Un paso más y le disparo —vociferó Rebeca sin dejar de mirar de apuntar a Leah —Brank pasó saliva visualizando que Leah podría caer en cualquier momento.

—Ella no merece que le hagan esto —Rebeca observó el instante en que comenzaron a rodearla.

—Maciel —mencionó con sorpresa—¡viniste! —exclamó con felicidad. Brank aprovechó ese momento de distracción para acercarse a Leah.

—Te suplicó Rebeca que bajes el arma —exclamó Maciel observando a Leah con preocupación, no se veía nada bien—hablemos.

—¿Hablar? Te di tiempo Maciel para hablar. ¿Por qué hacerlo ahora?

—No estás pensando Rebeca, deja que te ayude —pidió tratando de acercarse.

—Tú te quedas donde estas. No hay más oportunidades. Tú te quedas destruido, a ella la mandaremos con sus padres para que estén juntos. Es más, mataremos a los tres. Leah intenta zafarse del hombre que la tiene agarrada.

— ¿Quién será el primero? Brank o ella y tu hijo—Rebeca mira uno por uno. El hombre que sostiene a Leah la toma de los cabellos y la jala dejando expuesto su cuello.

— Hueles bien para tener días sin ducharte —susurró el hombre en su oído.

—Me das asco —lo enfrentó Leah obligándose a permanecer despierta, vislumbró una esperanza al escuchar la voz de Maciel.

—Si aceptas estar conmigo, quizá reconsidere la idea de dejarla vivir —alegó obligando al hombre a sostener a Leah un poco más al borde de la superficie del edificio —Quizás el traidor de Ricardo quiera estar con ella.

—No lo hagas —musitó Leah encontrándose con la mirada de él.

Rebeca soltó una carcajada

—Primero muerta antes de estar con él—escupió Leah haciendo enfurecer aún más a Rebeca que se acercó a ella rápidamente.

—Te advertí Leah que conmigo no había plan b,c o d.

 —Ni se te ocurra tocarla —gritó Maciel intentando acercarse pero uno del equipo de Jessie lo hizo retroceder. Ninguno quería dar un paso en falso. Podía lanzar a Leah en cualquier momento.

—Cá-lla-te —Rebeca disparó en el aire —La primera será ella y luego él— exclamó mirando a Leah y señalando a Brank.

Entonces vislumbro que todo sus hombres habían caído, solo quedaba ella. No tenía escapatoria.

—¿Cuál es tu último deseo querida?

—Que te pudras en el infierno —escupió Leah.

—Lamento que hayas desperdiciado eso en algo que ya alguien más lo ha pedido — fingió tristeza y vio a Lohan acercarse.

 — ¿Qué haces tú acá? —pregunto de repente Rebeca temiendo que sus planes se desmoronaran.

—Es mi hermana Rebeca.

— Me alegra de que lo digas —Leah trago con dificulta y lo miró a los ojos

— ¿Por qué en este momento?— el corazón de Maciel estaba acelerado—¿Estas preocupado por ella?¿Enserio Lohan? Creo que has llegado tarde.

— Ni se te ocurra hacerle nada, porque te juro que yo mismo te mato —profirió Maciel y Rebeca soltó una carcajada.

—No porque un imbécil me pida que no le haga daño, significa que cambiaré mis planes —la miró —Además, ¿quién te ha dicho que la única forma de hacerle daño a una persona es físicamente? —Se acercó a Leah y acarició su pelo con uno de sus dedos —. El peor daño que puedes hacerle a una persona es haciéndole daño a la persona que más ama —Nadie aparto la mirada de la suya, Maciel sintió que todo su mundo se vino abajo al verla empujar a Leah.

— ¡Noo! —gritó Maciel.

—Hasta pronto Mac —se despidió antes de saltar.

Brank interpretó la idea de Rebeca unos segundos antes y se lanzó antes de observar a Leah a caer.