Te Encontré (#2 Secuestrada)

Cap.-4

Llegue al hospital y Ramsés ya me esperaba, en silencio tomo la carpeta y camino a mi consultorio, cierro la puerta, me siento en mi escritorio y comienzo a llorar, el único hombre que me ayudo y me ayudo a seguir adelante, lo deje solo, triste y desamparado

Toc, Toc, Toc suena la puerta, agarro la carpeta y hago como que leo –Adelante –Digo un poco calmada –Doctora venía a que me diera indicaciones –Frunzo el ceño y bajo la carpeta – ¿Indicaciones? –El me mira y me apunta a la carpeta

–Si quiere deme la carpeta y yo me encargo del caso, hablare con el equipo y diré que no se siente bien –Se acerca a mi escritorio y no permito que tome la carpeta –No te preocupes Ramsés, ahora voy –Me levanto de mi asiento y camino hacia la puerta

–No es necesario que hagas esto Andrea, yo puedo encargarme o ¿Acaso no confías en mí? –Volteo a verlo y me abraza –Tranquila sé que si confías, solo que necesitas un tiempo libre, vamos –Me abre la puerta y dando la vuelta a las escaleras choco con Steven

–Disculpa –Hice un intento de sonrisa y sigo con mi camino –Andrea espera –Grita Steven, volteo a verlo – ¿Crees que podamos hablar? –Volteo a ver a Ramsés pero este ya no está –Tengo un caso, si gustas ahorita te mando un mensaje y hablamos –El asiente y voy hasta dónde está mi equipo

–Sé que he estado muy ausente los últimos días y también sé que no hay justificación alguna pero en verdad confió plenamente en mi equipo, en ustedes, en que no me defraudaran, hoy con este caso me confirmaran que todo lo que he dicho de ustedes es cierto, les prometo que ya no los dejare solos, que ya no estaré ausente así que pongámonos a salvar vidas –Comenzamos a trabajar, nos dividimos, al terminar cada uno se fue a comer en la hora de descanso, tomo mi celular y marco

– ¿Bueno? –Me quedo callada – ¿Andrea? –Amm sí, estoy en la cafetería de arriba si gustas podemos hablar en mi consultorio –Escucho risas y me desanimo –Si gustas puedo subir yo, no hay problema –Ramsés me mira y me sonríe –No te preocupes, te veo en mi consultorio –Cuelgo y me levanto

– ¿Iras hablar con él? –Asiento –Bien, entonces los chicos y yo tenemos esta mesa disponible, gracias y suerte –Sonrió y tomo mi bandeja de comida para dirigirme a mi consultorio, al llegar en la puerta se encontraba recargado Steven, me quita la bandeja y yo saco la llave para abrir, una vez hecho eso le quito mi bandeja y entro, me siento en mi escritorio y lo invito de igual forma a sentarse

–Y ¿Qué querías hablar? –Le digo mientras comienzo a comer frita picada –Creo que no fuiste justa y clara al marcharte de esa manera, me dejaste confundido, no que fue eso –Dejo de comer y lo miro fijamente –Fue una despedida, una en la forma en la que te quiero dar a entender que entre nosotros no puede haber algo, te juro que intente de todo para enamorarme de ti pero no pude, según yo ya lo estaba pero cuando mire a Héctor todo cambio, apenas lo mire y supe que no estaba enamorada de ti – ¿Y cómo carajos te enamoraste de él? Andrea abre tus ojos, te golpeaba, te lastimaba y quien sabe más que te hacía, ¿Cómo es posible que te hayas ido con el de Canadá? –Volteo a ver a otra parte, que me comience a gritar no es nada bueno

–Tú no sabes nada y tampoco te enteraras, deja ya las cosas como están, olvídate de mí, consigue a una buena mujer, se feliz –Yo quiero ser feliz contigo ¿Qué parte no entiendes? –Se acerca a paso rápido hasta donde estoy –Te amo Andrea, grábatelo en la cabeza, maldeciré cada vez que te vea con Héctor –Se aleja, sale y azota la puerta, pensé que comenzaría a llorar pero no pue así, dejo la bandeja y reviso la carpeta con el caso de Héctor, necesito ir a checarlo

Toco en la puerta y la voz de Héctor me autoriza la entrada, cuando entro pienso que su familia estaría aquí pero me he equivocado, no hay nadie – ¿A dónde se fueron todos? –Pregunto una vez que me acerco al monitor de signos vitales –Fueron a descansar ¿Tuviste algo con mi hermano? –Siento que me mira pero lo ignoro –Bien, estas mejorando muy rápido, déjame ver las zonas operadas

Me acerco a él y comienzo a checarle la cabeza, su pierna y el costado izquierdo del abdomen, así como también las quemaduras en todo su cuerpo –Pronto te podre dar el alta pero por ahora seguirás así, tomando reposo –Andrea contéstame ¿Tuviste algo con mi hermano? –Lo volteo a ver y tomo su mano

–Si, si tuve algo con él, una relación –Hago una pausa para ver de nuevo el monitor –Pensé que lo amaba pero hace poco descubrí que no era así –Escucho que trata de reírse pero en vez de eso comienza a quejarse –Ahora todo tiene sentido –Mi vista se dirige a la de él y él sonríe –Hace unos minutos el entro enojado a la habitación diciéndome que su felicidad se acababa de arruinar solo por haber aparecido –Abro los ojos un poco sorprendida por lo que acababa de escuchar

– ¿Dijo eso? –Pregunto  y el asiente con algo de dificultad –Eso dijo, salió enojado y de rato entraste tu –Vaya –Es todo lo que digo, no puedo creer que Steven haya dicho eso – ¿Por qué te fuiste de Canadá? –Me pregunta cuando mira que no digo nada –Necesitaba otro tipo de aire, nuevas amistades, nuevos comienzos, mi madre me pago los estudios y  decidí venir a estudiar aquí –Tomo una silla y la pongo a un lado de la camilla de Héctor el por su parte se acomoda de lado para mirarme fijamente



#4850 en Novela romántica
#1323 en Chick lit

En el texto hay: deseo, encuentro, amor

Editado: 14.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.