Te Encontré (#2 Secuestrada)

Cap.-11

Despierto sobresaltada odio cuando tengo sueños que llegan a parecer tan real, miro a todos lados  eh identifico la habitación de Héctor –Buenos Días bella durmiente –Dice Héctor y bostezo –Buen día Héctor, al parecer amaneciste bien –Contesto mientras reviso su piel

–Doctora aquí están los análisis de ayer –Frunzo el ceño y recuerdo que ayer mande a checar cual fue la causa de la irritación, de la fiebre y del dolor, los tomo y los reviso, nada raro sale y los devuelvo

–No hay nada extraño –Digo y miro a Héctor – ¿Qué fue lo que hiciste ayer? –Sonríe y niega –Que puedo hacer como estoy –Responde, miro a Adrien y comienza a reír – ¿Paso algo gracioso? –Pregunto y se le borra la sonrisa

–Cambiando el tema ¿Ya escogiste el lugar al que irán? –Adrien mira a Héctor y después me mira a mí –La quiero llevar de viaje a Grecia –Abro la boca sorprendida –Es broma doctora, no se preocupe por eso ya le dije

Camino hasta donde está la ventana y miro el paisaje –Esta bien entonces puedes retirarte Adrien –Escucho como la puerta se abre y se cierra y volteo

– ¿Qué tienes en mente Andrea? –Sonrió y lo miro – ¿Qué animal te pico para que me hablaras? –Pregunto –Ninguno solo llegue a la conclusión de que si tu serás mi terapeuta tengo que llevarme bien contigo y digo, ayer te quedaste conmigo toda la noche

– ¿Y eso te hablando el corazón? –Niega –Sabes que no tengo corazón –Me acerco a el –Si lo tienes solo que tienes miedo amar de verdad, tu infancia no fue buena y gracias a ella tienes los traumas, tus demonios y tus sombras, por eso eres así, por eso te comportas así –Lo tomo de la mano –Necesitas dejar que alguien te ayude, te cure, necesitas a alguien que te quiera como eres y que no la obligues a estar contigo, enamórala, procúrala, dale tu tiempo y poco a poco sabrás y entenderás que eres buena persona, que si tienes corazón

–Basta de cursilerías –Dice mirando el techo, en eso alguien toca la puerta y me separo rápidamente de el –Adelante respondo –Miro como entra el amigo de Steven y me mira entrecerrando los ojos

–No pensé que estuvieras aquí –Dice mirando a Héctor – ¿Necesitas algo? –Pregunto cruzándome de brazos y el niega –Claro que no, solo venía a revisar a el paciente –Dice señalando a Héctor que tiene la mirada en el techo

–Bueno, ya que eres nuevo aquí quiero informarte que solo hay 3 personas autorizadas para entrar a esta habitación, yo me estoy encargando de este caso –Me mira y sonríe

–Si crees que por estar aquí puedes atender a quien se te plazca déjame decirte que no es así, puedes pasar a tu despacho en unos momentos el doctor Nathan ira a darte unos casos –Me doy la vuelta dándole la espalda y se retira

– ¿No te cae bien? –No –Respondo –En unos minutos más vendrán por ti para iniciar tus terapias, será igual que ayer con los mismos doctores y enfermeros –No dice nada y me voy, en el pasillo me encuentro con Nathan

–Necesito que le des vario casos al nuevo doctor, estoy más que segura que viene a echar a perder todo el trabajo que hemos hecho con Héctor –Niega –Tendrá que pasar por mi cadáver antes de que te quiera perjudicar y no te preocupes por nada –Me da un abrazo y voy al cuarto de terapias

Comenzamos con las terapias, Héctor trataba de hacerse el fuerte pero el dolor lo delataba, trate de que todo la terapia fuera no tan doloroso y terminamos después de unas cuantas lágrimas que el derramo, ahora se encontraba sentado en su habitación, saco mi celular y marco a un viejo amigo

–Holaa –Digo en cuanto me contesta –Andrea que sorpresa que me llames –Pueees ya vez, necesito cobrar un favorcito –Digo y mi amigo Luis comienza a reírse –Sabes que si está a mi disposición con muchísimo gusto así que dime –Voy hasta donde está la ventana y miro el atardecer

–Necesito unos días de hospedaje en Santorini amigo, que unos días unos 2 meses –Siento como Héctor llega hasta un lado mío con la silla de ruedas – ¿Entonces? –Pregunto al no recibir una respuesta –Dos meses Andrea –Si, dos meses –Respondo – ¿Para ti o para alguien más?

–Quiero mandar a descansar a un excelente doctor con su novia –Escucho como ríe –Andrea, Andrea ¿Sabes que tienes un enorme corazón? –Miro a Héctor que está mirando el atardecer y respondo –Si, lo sé, te lo pagare pero trátenlos muy bien

–Por el trato no te preocupes y por lo del dinero ni hablar, mañana mándamelos si gustas –Sonrió de oreja a oreja –Muchas gracias, no sé qué haría sin ti –Lo se me amas –Contesta –Bueno el deber me llama, te quiero amigo –Y yo ati –Y cuelga

Me quedo mirando el atardecer unos minutos –Es hermoso ¿No? –Solté un suspiro –Claro que si –Respondo –Así que ¿Santorini, Grecia? –Volteo a verlo – ¿Conoces Santorini? –El niega –No, pero me gustaría conocer – ¿En verdad no conoces Santorini?



#3188 en Novela romántica
#980 en Chick lit

En el texto hay: deseo, encuentro, amor

Editado: 14.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.