Te Encontré (#2 Secuestrada)

Cap.-13

–Andrea ya es tu quinta taza de café, tanta cafeína te hará daño –Recargo mi cabeza en mi computadora –Dime que no dormiste por lo de anoche –Ajam –Nathan se acerca a mí y toca mi cabeza

–Vamos, tenemos que darle la noticia a Héctor –Sigo en la misma posición –Vamos flojaaaa

Nathan me agarra el brazo y me levanta, antes de salir de mi despacho me suelto y me acomodo mi bata –Yo puedo caminar sola –Nathan se ríe y cuando estamos a punto de entrar a la habitación 1 Adrien se nos une

–Perdón la tardanza –No digo nada y abro la puerta –Buenos días Doctores –Dice Héctor algo nervioso – ¿Qué tiene de bueno? –Héctor me mira entrecerrando los ojos y Nath me tapa la boca

–Disculpe no dormido bien –Se reincorpora en su cama y sonríe –No estuvo buena la noche entonces –Adrien tose y yo me pongo la mano en la frente

–Bueno este venimos a decirle que en 2 o 3 semanas podrá tener el alta, es decir que ya está mejor de salud así que ya estaría caminando por su propia cuenta para cuando diga si en el altar –Quito mi mano y miro a Nath

– ¿Te dijo que si? –Pregunta Héctor y este sonríe –Si, por cierto gracias por el anillo, le súper encanto –Héctor hizo un asentimiento de cabeza – ¿Qué pasa Andrea? –Me siento en el sofá que está en el cuarto y pongo mi cabeza hacia atrás

–Doctores ¿Qué pasa si hoy no hacemos terapia? –Cierro mis ojos  poco a poco –Doctora WILLIAMS –Me levanto rápido y siento que me caigo – ¿Estás loco? ¿Por qué demonios me gritas –Digo una vez que se me pasa el mareo

–Perdón, solamente quería decirle que en 3 meses será mi boda, como el señor Montañez será mi padrino Emma quiere que seas su madrina –Miro a Héctor y Héctor frunciendo el ceño mira a Adrien así que hago lo mismo y el me mira fijamente

–Amm este está bien, ¿En qué ayudaremos? –Nathan sonríe –En nada Jefaza Usted solo relájese y hay que terminar con lo del señor Montañez para que los dos entren juntos a la iglesia –Iba decir algo pero me interrumpe –Hoy no, tomaremos un descanso, puede quedarse a descansar aquí y nosotros nos encargaremos de la clínica –Me siento en el sofá y vuelvo a recargar mi cabeza como lo hice desde un principio

Adrien y Nathan salieron y Héctor se quedó conmigo sentándose a un lado de mi –Vamos bonita recárgate sobre mí y descansa –Hago lo que me dijo y no tardo en conciliar el sueño

–Doctora –Me muevo un poco –Doctora –Abro los ojos y miro a Celeste –Trato de moverme pero siento un peso en mi hombro

–El paciente está dormido aun lado de usted –Dice en un susurro –Venía a decirle que ya es tiempo de salida y que los doctores Roussei y Lehmann ya se han retirado –Asiento y acomodo mi cabeza recargada en la de Héctor

– ¿No se ira? –No –Contesto y cierro mis ojos –Entonces ¿Aquí se quedara? –Vuelve a preguntar y esta vez me levanto sin importar si Héctor se despierta, la tomo del brazo y la saco de la habitación

– ¿Volverás a preguntar lo mismo? –Ella me mira fijamente – ¿Te quieres quedar a cuidarlo? –No me responde –Sé que quieres estar con él, sé que te gusta pero créeme que él no te quiere eso está más que claro

Ella se suelta de mi agarre y me mira desafiante –El si me quiere y lo ha demostrado tantas veces cuando se me acerca, tú lo has visto Andrea –

– ¿Que no te dabas cuenta que lo hacía para que me diera celos? –Ella comenzó a reírse – ¿Celos? Por Dios Andrea, el mundo no gira a tu alrededor

–Aunque no lo creas conozco muy bien a Héctor muchísimo más de lo que crees, él me quiere a mi aunque no lo demuestre, ambos tenemos una historia juntos, Yo lo quiero a el –Volteo hacia un costado

– ¿Tienes algo con tu cuñado? –Pregunta Derek el molesto doctor alemán –Cierro los ojos con frustración –No es mi cuñado –Respondo mirando a Celeste –Jamás lo fue y tampoco lo será

–Entonces  ¿Tú y Steven? –Dice Derek confuso –No tenemos nada, solo intento protegerme –Me dirijo ahora a Celeste –Mira, te quiero mucho y eres una gran amiga pero no quiero pelear, puedes irte si quieres solo no te metas a esta habitación mas

Paso por un lado de ella y entro, en el sofá esta Héctor mirando el techo fijamente – ¿Así que me quieres? –Dice mirándome esta vez – ¿No me contestaras? –Me pregunta ante mi silencio

– ¿Tendría que hacerlo? –Se levanta con algo de dificultad, se acerca a mí y me toma de mi mandíbula asiendo que lo mire – ¿Me quieres? –Tomo su mano y sin hacer mucha fuerza la quito

–Si –Respondo sin tartamudear ni ponerme nerviosa –Si te quiero –Él se aleja de mi yéndose hacia donde están las ventanas –Tú no puedes quererme Andrea o es que ¿Ya se te olvido el cómo te trate? –Me iba acercar a él pero hay algo que me detiene



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En el texto hay: deseo, encuentro, amor

Editado: 14.08.2019

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