Te Encontré (#2 Secuestrada)

Cap.-24

–Ahora sé que es fácil el convencerte –Dice riendo mientras está manejando por las calles de Guadalajara Jalisco, solté un bufido, después de haberse “retirado” del hospital mágicamente Héctor fue a dirección general y saco un permiso en donde se me autorizaba un mes de vacaciones, ya le he pedido que me dijera como lo hizo pero no me quiere decir, sospecho que su billetera tiene mucho que decir

Miro por la ventana y veo mucha gente, unos conversando otros riendo, van en parejas, solos o en grupo, vamos en dirección al hotel donde nos hospedaremos

– ¿Quieres parar en algún lugar en específico? –Me pregunta tomándome de la mano –No, quisiera llegar y tirarme en la cama porque estoy muy cansada –Respondo

– ¿Oye Héctor? –El me mira rápido para poner de nuevo la mirada en la calle – ¿Cómo es que tienes tantas vacaciones? –Le pregunto un tanto curiosa –Soy el jefe –Responde

– ¿Puedes darte las vacaciones tu solo?

–Si porque es mi empresa

–Sabes que no es mi hospital donde trabajo ¿No? –Asiente con una sonrisa –Entonces ¿Por qué haces que me den vacaciones?

–Porque puedo –Dice con sinceridad –Llegamos –Comenta cambiando el tema

Bajo del auto y me voy a donde esta Héctor tomando su maleta donde tiene su laptop y unos documentos, entrelaza nuestras manos y entramos

En el lobbi está una joven muy bonita, mira a Héctor y le sonríe coqueteándole –Buenos días señor… -Se queda unos segundos en silencio y Héctor habla –Montañez –Responde  y ella asiente

– ¿Quiere una habitación señor Montañez? –Asiente – ¿En qué nivel más o menos?

–La suite –Responde y la muchacha se le queda mirando – ¿La suite? –Pregunta y es ahora donde yo hablo

–Sí, la Suite –La chica me mira y enarca una ceja ¿Por qué todas las recepcionistas me miran siempre mal?

–Sera la suite por favor a nombre de Andrea Williams, mi esposa –Sonrió en cuando la chica se me queda mirando

Subimos al elevador y Héctor me pone contra la pared del elevador besándome salvajemente jaja

–Me gusta cuando te das tu papel de esposa amor –No digo nada simplemente le sigo con el beso hasta que se siente que se para y nos separamos, una señora ya de edad entra y nos mira sonriendo

–Espero no haber interrumpido nada –Dice sonriendo y Héctor pasa una mano por mi espalda –No se preocupe señora, no interrumpió nada –Le responde Héctor y llegamos a llegamos a donde la señora iba ir

–Oh hija, tu cabello esta despeinado –Volteo a verme en el espejo que tiene el elevador y comienzo arreglármelo, Héctor se ríe y se cierran las puertas de este

– ¿Por qué no me dijiste nada? –Le reclamo –Es que te mirabas tan chistosa –Le pego en el hombro y es justo cuando se abren las puertas de elevador y salgo “Enojada”

–Si sabes que tienes que abrir con la llave de seguridad ¿No? –Grita y me detengo volteo a verlo y le sonrió –Sabes que te amo –Dice y abre la puerta, entro y voy hasta donde está la cama, me tiro y Héctor se tira a mi lado

–Descansa amor, que tenemos toda la tarde para conocer más afondo Jalisco –Me abraza y los dos nos quedamos dormidos

–Fondo amor –Héctor me dio una copita de tequila, agarro la copita y de un solo trago me lo paso todo, tomo un limón y le pongo sal para comerlo y que no sepa tan fuerte

–Esa es mi mujer –Dice y hace lo mismo

Después de como 10 copitas yo ya estaba muy muy alegre, me levantaba y me ponía a bailar Héctor me seguía y bailaba conmigo porque no quería que nadie bailara conmigo, se terminaba la canción e iba a pedir otro shot cuando Héctor me toma del brazo y me jala

–Ya has tomado mucho vámonos –Me trato de soltar de su agarre pero me agarra fuerte –Vamos Andrea ya –Lo miro enojada y el me da un beso en mi mejilla

–Yo me quiero quedar –Le digo y el niega –Entonces no me moveré de aquí –Le digo sacando la lengua –Claro que te vas a ir –Me dice mirándome fijamente a los ojos

Me cruzo de brazos y hago pucheros –No me retes Andrea Elizabeth Williams Lombardi –Enarco una ceja y Héctor de la nada me pone en su hombro

–Bájame Héctor, bájame carajo –Le golpeo la espalda pero no me hace caso, cuando salimos los de seguridad nos miran y cuando Héctor me baja se acercan a nosotros

–Disculpe señorita ¿Está bien? –Niego y me acerco al de seguridad –Me quiere llevar a la fuerza –Le digo y Héctor me mira entrecerrando los ojos – ¿Lo conoce? –Me pregunta y yo niego

–Me temo que se tendrá que ir sin la señorita señor –Héctor se ríe y se me acerca –Señora –Lo corrige –No me voy a ir de aquí sin mi esposa –El gran hombre me mira –No sé de qué está hablando –Digo y Héctor me toma de la muñeca haciendo que el de seguridad le tome de la muñeca para que me suelte pero Héctor no hace caso – ¿Entonces porque traes ese anillo? –Pregunta Héctor y miro mi alianza –Carajo, ¿Por qué no lo deje en el Hotel?



#4851 en Novela romántica
#1323 en Chick lit

En el texto hay: deseo, encuentro, amor

Editado: 14.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.