Cap.-27

En la mayor parte de la noche no sabía que hacer ¿Perdonarlo? ¿Por qué? Según lo que recuerdo yo también me porte mal, pero yo no lleve a nadie a la habitación, tome pocos tragos, ya no quise excederme y no quería hacer algo de lo que me llegue arrepentir, Nick estuvo unos momentos conmigo hasta que una chica se acercó y lo invito a bailar

Por otra parte Adrien se la paso bailando con varias chicas pero sin quitarme la vista en ningún momento

–Vamos Jefaza hay que divertirse un rato, el señor Montañez ya dijo que no había problema alguno así que a bailar –Nath me tomo de la mano jalándome para que bailara y su novia me quería animar a bailar, hice unos movimientos y luego les dije que iría a pedir un trago

Camine por todos los cuerpos sudorosos y en movimiento, llegue a la barra y pedí un shot de tequila, se preguntaran ¿Venden tequila en Francia?, pues mi respuesta es sí solo que se vende a un precio muy alto

–Vaya, no pensé que alguien como tu tomara algo fuerte –Volteo a ver quién es el que me habla y no lo conozco pero admito que es guapo – ¿Alguien como yo? –Le pregunto y sonríe, una dentadura perfecta

–Sí, alguien tan hermosa –Hago una sonrisa fingida –Gracias –Le respondo y trato de pasar por un lado del pero me lo impide poniéndome una de sus manos en mi abdomen – ¿A dónde tan rápido preciosa –Quito su mano pero él me toma de la mía

–Te invito otro trago de tequila –Niego e intento irme perro me vuelve agarrar –Haber, pierdes tu tiempo conmigo, estoy casada y no me interesa ponerle el cuerno a mi esposo así que con permiso

Intento pasar por tercera y última vez y me vuelve agarrar, iba pegarle una cachetada cuando el hombre cae al piso, cierro mis ojos y mentalmente digo “Que no sea Adrien, Que no sea Adrien” los abro y para mi mala suerte así es Adrien está golpeando a el hombre que hace unos minutos no me dejaba en paz

–Adrien, por favor ya déjalo –Lo tomo de los hombros pero de la nada siento como me cargan, comienzo a patalear y golpear la espalda de quien me carga pero no me suelta, salimos de la discoteca cuando y siento que un auto se estaciona me baja de su hombro, iba golpearlo pero me retengo al ver a Nick

– ¿Por qué carajo me sacas de esa manera de aquí? Pensaba que eras otra persona Nick –El chico que salió del auto abre la puerta del copiloto y de la nada Nick me mete al auto que no conozco, iba abrir la puerta pero la puerta del piloto se abre y me deja ver a un Adrien molesto

– ¿A dónde me llevas? –Le pregunto sin mirarlo y no escuche respuesta alguna, me quede callada y volví a pregunta – ¿A dónde me llevas Adrien? – Y por segunda vez volvió  ignorarme genial

Decidí no preguntar más y me recargue en  la ventana, estaba haciendo todo lo posible para no dormirme porque quería saber a dónde me llevaría

– ¿Dónde estamos? –Miro una zona privada, de esas que tienen los ricos donde yo no me metería porque no me gustaría que me trataran como si fuera mejor que las demás personas, Adrien me ignora  

–Ya me estoy cansando de este jueguito, Ya dime donde mierda estamos –Abre la puerta y sale, me cruzo de brazos cuando Adrien abre la puerta de donde estoy

– ¿Sales por tu propia cuenta o te saco yo? –Lo ignoro mirando hacia enfrente, él se acerca y me quita el cinturón porque aunque no lo haya dicho me coloque el cinturón en cuando comenzó a manejar porque arranco fuerte  

–No me gusta que mis vecinos miren como me desafías –Me saca del auto y me lleva hasta su casa en su hombro, si queridos amigos, me está llevando en su hombro, entro a la casa y me dejo de pie, se fue de donde me había dejado y yo aproveche para ver la inmensa casa en la que estaba

Es hermosa, el piso es de madera, fácilmente se podían escuchar las pisadas, el color de las paredes era de un color blanco y los cuadros abstractos que colgaban de estas no hacían más que darle un toque tan hermoso, todo era muy moderno y me sorprendía, ni siquiera sabía que Adrien tiene una casa propia

– ¿Quieres algo de tomar? –Su voz hace que de un pequeño salto de susto y volteo a verlo – ¿Es tu casa? –Le pregunto anonadada – ¿Quieres algo de tomar? –Vuelve a preguntar y niego, vuelvo a darle la espalda y sigo mirando todo, hay un cuadro que ha llamado mi atención es de dos caballos uno mira al suelo y el otro fijamente, están pintados con diferentes colores me encanta

– ¿Puedo saber si es tu casa?

– ¿Para qué? –Pregunta –Emm nada mas –Voltee a verlo, pensé que no tendrías casa –Digo sinceramente

–Y ¿Dónde pensabas que vivía? –Me pregunta un poco molesto –Lo siento si te molesto es solo que pensé que vivías en un departamento no en una casa tan hermosa –El rueda los ojos y se aleja un poco de mi

– ¿Por qué me trajiste aquí? –Digo al ya no verlo y con la ilusión de que me escuche – ¿Dónde querías que te dejara? –Si me ha escuchado