En toda la fiesta me la pase con Steven, nos sentábamos, bebíamos algo, nos levantábamos y nos poníamos a bailar, se llegó la hora en la que los novio se retiraran y teníamos que despedirnos si queríamos, obviamente tenía que hacerlo
–Espero que la dejes dormir –Digo a Nath cuando me acerco a el –Según ella si a dormido así que no será necesario –Le sonrió y lo abrazo –A por cierto, ella me dijo que quiere ir a conocer de luna de miel Dubái –Asiento algo dudosa
–Dubái será entonces, emm lleguen directo y den sus nombre, los boletos ya han sido pagados solo voy a marcar para decir el destino –Nath asiente y me despido de mi amigui
–Bueno y ahora ¿A dónde vamos? –Steven se acerca a mí y me abre la puerta del auto –Pues dijiste que en cuanto se acabara la boda íbamos a viajar a Rusia así que podemos ir por las maletas, entre más rápido salga de aquí mejor –El asiente y cierra la puerta
En todo el camino iba pensando en Héctor ¿Qué estará haciendo? – Te doy oda mi fortuna por saber qué es lo que piensas –La vos de Steven me saca de mis pensamiento – ¿Toda? –Le pregunto y el asiente sonriendo
–Te quedaras pobre entonces –Contesto muy segura de mi respuesta –No importa si me quedo pobre, mientras que tu estés conmigo basta –Lo miro y me animo a tomarle la mano que estaba descansando en su pierna
Steven voltea a verme y le sonrió, creo que si me iré a vivir a Rusia con el tengo que ser buena y tratar de comenzar una relación
[…]
–Ya mamá, prometo visitarte en cuanto esté bien, sabes que si me quedo puedo sufrir otro ataque y no será bueno –Ella me abraza y me da un beso en la mejilla
–Te quiero mucho mi niña, sé que estarás bien con el señor Korsakov
–Solo Steven señora, no es necesario nada de señor o mencionarme por mi apellido –Mi mamá lo mira dudosa y asiente –Usted si gusta también puede visitarla, estará conmigo para que se distraiga, para que se pueda recuperar no para tenerla prisionera en mi casa
Ella me suelta y va abrazar a Steven que este con mucho gusto le corresponde –Me despide de mis hermanos por favor, dígale que los quiero mucho –Vuelve asentir y es cuando Steven toma mis maletas, le doy otro abrazo a mi mamá, uno fuerte y camino a donde esta una mujer pidiendo nuestros boletos
–Ya verás que te hará bien el cambio de aire –Le sonrió y miro por la ventana
[…]
– ¿Y bien? –Me pregunta una vez que abre la puerta de su casa –Es maravillosa –Digo admirando la casa de Steven –Pensé que no te iba a gustar, si quieres puedes cambiar la decoración de esta
No digo nada y me acerco a él, pongo mis manos en sus mejillas y lo acerco a mí, le doy un beso en los labios, cierro mis ojos y las lágrimas salen con algo de dificultad, siento como Steven me toma de la cintura
Por un momento llego a pensar en Héctor, me imagine que era el a quien estaba besando pero abrí los ojos y mire a Steven, me separe de el y agache la cabeza
– ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? –Toma mi mentón y me alza la cabeza – ¿Dime que te sucede? –Niego y le sonrió mirándolo –Siento que seré feliz por una vez en mi vida, me encanta la casa, no cambiaría nada de ella, gracias por todo lo que estás haciendo por mí, eres la mejor persona que yo pude conocer
Lo abrazo y el me corresponde –No hay nada que agradecer pequeña –Pone su barbilla en mi cabeza –Me alegra que te gustara, la compre pensando en ti –Me separa de su cuerpo y hace que lo mire a los ojos
–Quiero comenzar algo contigo, quiero volver a intentarlo, sé que tienes en mente a Héctor, sé que lo amas más que a nadie pero déjame hacerte feliz, déjame amarte, quererte, respetarte, déjame darte lo que tengo, compartir momentos felices contigo, pero déjame hacerlo, no te apartes de mí a los meses de estar juntos
Cierro mis ojos ¿Puede estar mal el tener algo con tu excuñado? Y como si Steven leyera mi mente habla –Héctor y yo no somos hermanos biológicos, la señora Korsakov y el señor Montañez me adoptaron cuando yo tenía un año de nacido –Lo miro sorprendida y el me hace señas de que tome asiento en el sofá
–El señor Montañez al principio no quería adoptarme por una simple razón –Se queda en silencio unos momentos para después sonreír –Yo no tenía su sangre, Héctor tenía unos años más que yo y la señora Korsakov quería tener hijos pero no podía
–Yo, no lo sabía –Digo mirando al suelo –Y no deberías de haberte enterado, nadie a excepción de mis padres y Héctor lo saben, las chicas no lo saben, ellas si tienen la sangre de mi padre, ellas si son hijas biológicas, yo no
Tomo su mano y la entrelazo con la mía –Dame esa oportunidad, dame la oportunidad de estar contigo una vez más –Niego y lo miro –No, la que debería de pedir esa oportunidad soy yo, déjame tu a mi entrar a tu vida, dame la oportunidad de demostrarte que si podemos tener algo