Te Estaba Bucando

Capitulo #12

Al parecer la tía Queki nos dejó a los gemelos ya que dijo que necesitaba un descanso de esos dos. Así que vamos distribuidos con Luca y los repetidos atrás, Ares de conductor y yo de copiloto.

Todo en el viaje marchaba bien, paz y tranquilidad era lo que reinaba pero Caleb le pego una goma de mascar en la camiseta a Liam y este intento cortarle el cabello al otro, Dios me siento como una madre en estos momentos.

-¡Liam deja eso! ¡Caleb no sigas, para con eso! ¡Luca eres el mayor por favor interviene en ese conflicto! ¡Ares ayúdame aquí atrás!

-sabes que quiero hacerlo pero no puedo y tú tienes todos bajo control.- dijo Ares riéndose.

-idiota.

-loca.

-desquiciado.

-demente.

-imbécil.

-psicópata.

-unineural.

-conejita.- dijo con una media sonrisa.

-lobito.-respondí regalándole una sonrisa. Y por una extraña razón que desconozco y agradezco los chicos se callaron y el resto del camino estuvo tranquilo, hasta que Luca hablo.

-oye Abby, me llevaras al parque de diversiones.

-si quieres

-¿conoceremos la ciudad?- pregunto Liam

-claro que lo aremos.- respondí, mire por el retrovisor y note que los gemelos eran completamente idénticos, no había nada que los distinguiera, incluso tenían el mismo tatuaje... wow esperen ¿tienen tatuajes? ¿Cómo es eso posible?... ah sí, había olvidado que su madre es Queki.

-¡al fin llegamos!- dijo Caleb al ver el rotulo que decía "bienvenidos a Denver" y los nervios empezaron a atormentarme, había mantenido la calma durante todo el viaje pero ahora era inevitable.

-ahora ¿Dónde?- pregunto Ares.

-gira aquí.- y lo hizo.- después da vuelta aquí.- obedeció.- adéntrate a esa calle, da vuelta a la esquina, avanza tres cuadras y yo diré donde detenerte.

-está bien.- Ares siguió todas y cada una de las indicaciones con una sonrisa en su cara.

-¿de qué ríes?- pregunte curiosa.

-no sé, al fin conoceré el manicomio de donde saliste.-dijo encogiéndose de hombres y regalando una egocéntrica sonrisa, idiota.

-aquí.

Ares aparcó el auto frente a una casa de color amarillo Gastado por los años. Respire profundo y clave mis ojos en la puerta de madera que aún conserva los dibujos que Mack y yo hicimos hace tantos años, no puedo creer que el señor Rizzo aún conserva eso. Sonrió y me recuesto en Ares, el me mira por el rabillo del ojo ya que no ha quitado la vista de la gran casa color pastel que está al lado de la amarilla, ese es mi antiguo hogar.

-toca el claxon tres veces.- digo en su oído, el obedece y seguido de eso clavo mi vista a la misma casa que estaba viendo hace un minuto. La puerta se abre y un hombre con cabello color castaño, ojos avellana y tez blanca aparece en mi campo de visión... Empieza a buscar algo.

Salgo del auto y sus ojos se vuelven vidriosos, no lo dudo y corro hacia él, me recibe con los brazos abiertos y siento ese olor tan familiar a pólvora, cerveza y cuero.es una rara y extraña combinación de olores pero siempre me ha gustado.

-estas aquí.- me susurra al oído.

-estoy aquí.

-as regresado, mi pequeña habichuela ha regresado.- susurra entre sollozos.

-he regresado Carlo.- digo con lágrimas en los ojos.

-y al parecer no vienes sola.- dijo notando a Ares y al resto de los Barker en el auto.

-son mis nuevos amigos.- le susurre.

-me alegra por ti.- él les hace una seña para que se acerquen y los cuatro lo hacen.

-Carlo, él es Ares.- señale al dios griego.- su hermano Luca, mi mejor amigo.- señale al pelinegro.- y los gemelos Liam y Caleb sus primos.- termine de presentarlos.- chicos él es Carlo Rizzo un viejo amigo de mi padre.

-no soy tan viejo.- dijo divertido

-yo sé que no.- dije con ternura.

-es un gusto chicos.- ellos solo asintieron con la cabeza.

-oye... yo... quería saber si...

-no, él no está en casa.- leyó mi mente.- Jazmín estará feliz de verte.

-sí, ya la extraño, a ella y a su pasta.- dije recordando la comida de la madre de Mack.

-¡Abby!- grito esa mujer ya conocida.- estas aquí, sabía que vendrías.- dijo dándome un abrazo.- ahora viejito cascarrabias me debes 20.- dijo Jazmín dirigiéndose a Carlo. este saco su billetera y de mala gana le dio un billete de 20 a su amada esposa. 

-¿apostaron?

-sí, sabes cómo somos, Carlo y yo apostamos por todo.- fijo su vista en alguien detrás de mí.- oh, pero que chico tan mas lindo.- yo sonreí sabía que se refería a Luca.

-él es Ares.- dijo Carlo espera ¿Qué?- su Hermano Luca y sus primos Liam y Caleb, ¿cierto?

-sí, no te equivocas.- le dije con el ceño fruncido.- aun tienes buena memoria.- agregue relajando mis músculos y sonriendo.

-cuando le conviene, tiene bueno todo.- dijo Jazmín y yo solo sonreí.- pero pasen, pasen, estaba cocinando... pasta y me encantaría que estos cuatro apuesto chicos prueben mi comida.

-sí, estamos hambrientos.- dijeron los gemelos al unísono, eso dio miedo.




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