Te estaba esperando

Capítulo 7

Eva ingresó al bachillerato y Fernando terminó la carrera e ingresó a trabajar, obviamente, en la misma pequeña clínica en la que los padres de ambos eran socios y propietarios.

Ambos seguían en ese estira y afloja de aparentar ignorarse, pero, en realidad, estar muy pendientes uno del otro. Ella por recelo, Él por obsesión.

En la escuela, Eva se hizo amiga de una chica llamada Marisol, bastante extrovertida y conversadora, lo opuesto a Eva, quien era más bien callada y tímida. Quizá por eso congeniaban tanto.

Por sentido común, Eva nunca le contó a su amiga todo el lío que vivía con Fernando… ya bastantes burlas había recibido en las escuelas anteriores.

— ¿Cómo te fue en el examen de matemáticas? — Preguntó Marisol mientras se sentaban ante una mesa en la cafetería de la escuela.

— Nada mal. — Respondió Eva con una sonrisa. — ¿Y a ti?

— ¡Uff! Casi repruebo. — Marisol hizo una mueca. — ¡Odio los números!

— Te dije que si estudiábamos juntas, pero no quisiste. — Dijo Eva mientras abría una bolsa de papas fritas.

— ¿La verdad? — Marisol bajó la voz como si contara un secreto. — Me fui al cine.

— ¿En serio? — Preguntó Eva sorprendida. — ¿Con quién?

— Con Adán. — Respondió Marisol algo apenada, refiriéndose a un compañero de clases.

— ¿Estás saliendo con Adán? — Insistió.

— ¡Shh! — Marisol sacudió la mano. — Baja la voz que te van a escuchar.

— O sea… explícame — Se rio Eva. — Se supone que Adán te cae mal, que no se soportan, que aquí en la escuela se la pasan discutiendo por todo ¿Y ahora se fueron juntos al cine?

— Me insistió mucho. — Dijo Marisol encogiéndose de hombros. — Además, yo tenía muchas ganas de ver esa película.

— Tantos pleitos entre ustedes y mira en lo que tenía que acabar todo esto. — Dijo Eva riéndose a carcajadas.

— No ha acabado en nada. — Replicó Marisol tajante. — Según él yo le gusto, pero lo vi muy abrazadito con Tania en el receso.

— Bueno… Tania abraza a todo mundo.

— Entonces… ¿Si yo me abrazo con algún otro muchacho no tiene importancia?

— Pero no lo vas a hacer.

—¿Por qué no? — Inquirió Marisol. — Se supone que la cosa tiene que ser pareja ¿no?

Eva no supo qué responder, porque todo esto le había hecho recordar su situación con Fernando.

— Tienes razón. — Dijo después de meditar un momento. — A veces las cosas son injustas para las   mujeres. Ellos, al parecer, pueden salir con quien se les dé la gana y nosotras debemos quedarnos en casa encerraditas sin mirar a nadie.

 No pudo evitar que un poco se amargura se filtrara en su tono de voz.

— ¡Wow! — Exclamó Marisol sorprendida. — ¿Noto algo de despecho en tus palabras? ¿Es por eso que nunca te he conocido novio?

— Mmmhhh… algo hay de eso. ¿Qué clase nos toca ahora?

— ¡No me cambies de tema!

— No hay nada de qué hablar, créeme. — Eva se empezó a levantar de su silla. —.Simplemente estoy de acuerdo contigo en que algunas cosas no son justas.

Tomó sus cosas y empezó a caminar

— Voy al baño, te veo en el salón.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.