Ayer hablando con Andrés, me di cuenta de algo.
Me estoy olvidando de tu voz, y si no fuera por las fotos que tengo tuyas creo que tampoco te recordaría.
No recuerdo tu risa, ni tu voz cantando desafinadamente.
Y eso me duele, quiere decir que dentro de poco no te voy a escuchar más.
Te estoy olvidando.
Lo siento tanto, no puedo seguir escribiendo, espero poder hacerlo mañana.
Te extraño mamá, no sabes cuánto.