"Al final del día, lo mejor es dejar ir y no mirar atrás.”
Frase que me seguía a todos lados, en todo momento; solo que esta vez, con la persona por la cual tengo fuertes sentimientos.
¿Cómo dejas ir a alguien que fue importante? ¿Cómo haces para marcharte y desaparecer? Pero, sobre todo, ¿Cómo puedes no mirar atrás?
Era difícil, demasiado. No obstante, tampoco era imposible, formaba parte de la madurez de nuestras vidas. Dejar ir para sanar, no mirar atrás para superar.
El amor, un arma de doble filo que te vuelve vulnerable y amoroso.
El amor, dolorosamente hermoso, es aquello que uno tanto anhela tener pero que otros temen.
El amor, algo que para mí, terminó destrozando por completo todo lo que fui alguna vez.