Tentacion Letal... Por Siempre Suya [letal 2]

Capítulo 2.

 ────  ISABELLA  ──── 

 

 

— A ver, ¿Que tal este? Se busca paseadora de perros.

— No te gustan los perros Isa — hice un mohín con mis labios.

— Vamos Tommy, ayúdame, necesitamos tener un trabajo.

Me encontraba con mi hermano buscando ofertas laborales, había pasado un año desde que mi padre murió dejándonos completamente solos, yo me quedé con la custodia de Thomas, en ese momento, cosa que ahora peligraba, pues llevaba un par de meses sin trabajo fijo, para completar, Thomas sufría una enfermedad incurable.

— ¿Que tal recepcionista?

— suena bien — leí mejor la oferta, y mejor no.

— Creo que no conseguiré nada Tommy, mañana iré a repartir currículos por el centro de la ciudad, de pronto algo me salga.

— ¿Podemos ir a comer helado?

— Por supuesto — mis ahorros se estaban acabando, pero no podía negarle nada, no a él.

Revise por última vez mi correo, tal vez la agencia de empleo había enviado algo, para mí buena suerte, una nueva vacante se abría para trabajar con el nuevo dueño de los Hoteles Stars, Alessandro Bianchini.

Necesitaban una niñera para trillizos, no iba a ser tan difícil, ya había trabajado en un jardín infantil por varios años, sería pan comido.

Lo que más me gustaba era la paga, me dejaba el dinero suficiente para empezar el tratamiento de Tommy, pagar algunas deudas que tenía y quizá mudarnos a un lugar menos deteriorado.

— Isa, ¿Cuándo tendrás el bebé que dijiste que tendrías? — mierda, había olvidado completamente hablar de eso con él.

Y es que, a pesar de su edad, su mentalidad aun seguía siendo la de un niño pequeño, se veía como un chico de casi quince años, pero sus pensamientos y actitudes eran de un niño de nueve o diez, debido a si enfermedad, las altas fiebres de niño le causaron problemas de desarrollo cerebral, era un poco difícil lidia con el en algunas situaciones, sin embargo, ponía todo de mi para cuidarlo y protegerlo, no me importaba nada su condición, amaba a mi hermano y haría lo posible por estar a su lado y protegerlo.

Tres meses atrás había quedado embarazada, pero desafortunadamente no pudo ser, en cuanto Máximo se enteró de mi estado hizo hasta lo imposible por evitarlo, y lo logro.

Llevaba dos años de relación, uno de ellos en una relación abusiva de la que no podía salir, no porque no quisiera, no podía hacerlo, él había amenazado con hacerle daño a Thomas si lo dejaba, si ponía algún denunció en contra de Máximo la gente de servicios sociales me quitaría la custodia de Tommy, no podía permitir aquello, por donde mirara, no tenía salida.

Estaba atrapada en un circulo vicioso donde solo yo era la afectada.

— ¡ISABELLA! — el grito de Máximo resonó por toda la casa, seguido de golpes y algunas cosas rompiéndose, ¡Mierda!

— Tommy, ve a tu habitación, y no importa lo que escuches, no salgas de allí, ya sabes qué hacer ¿sí? eres un hombre valiente, utiliza tu reproductor de música nuevo — deje varios besos en su cabeza mientras lo empujaba a la habitación, en cuanto entro coloque el seguro de afuera, debía protegerlo, era lo único que me quedaba en la vida.

— ¿Porque mierda no has bajado a recibirme?

— Estaba ayudando a Tommy, alistándolo para dormir.

— Ese mocoso inútil, ya deja que se lo lleven servicios sociales — le sonreí un poco, se notaba que venía drogado y lo mejor era tratarlo con cuidado.

— ¿Quieres cenar? He preparado algo... — no logré terminar la oración cuando sentí un fuerte golpe en mis costillas.

— Ya quítate la ropa perra, necesito desahogarme.

— No — instintivamente me tapé el cuerpo con mis brazos comencé a llorar, siempre era lo mismo, venía, me golpeaba y me usaba y luego se marchaba, pero ya estaba cansada de eso.

— ¿Que has dicho? — recibí otro golpe que me dejó algo aturdida, luego de eso todo fue igual a las noches anteriores, golpes y dolor hasta que caí inconsciente en algún momento de la noche.

Desperté desubicada y adolorida, me encontraba tendida en el tapete de la sala, mi ropa hecha jirones, a un costado, nuevos moretones en mis piernas y en mis brazos.

Levanté el desorden y me metí a duchar, por suerte aún era temprano y Tommy no despertaba, no podría soportar que él me viera así, siempre hacia lo posible por ocultar mis golpes de su vista.

Mi rostro en el espejo se veía demacrado, por suerte máximo nunca golpeaba mi rostro, así que podría ir a la entrevista sin preocuparme de que me vieran marcas.

 

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

 

Con todas las cosas que hacer en la mañana había olvidado tomar el desayuno y mi cuerpo me exigía alimento, pero iba tan tarde para la entrevista que si paraba a comer perdería la oportunidad, y no podía dejar pasar una más.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.