Capítulo Dos
Cuatro años después
Año 1678
Adriana Taylor
- Y espero que esto no vuelva a suceder- le dice León a Lorena mientras se colocaba la correa.
Yo estaba mal, aunque por dentro disfrutaba ver como Lorena sufria: Desde que León la conocio nuestro matrimonio ha sido el infierno, la trajo a vivir a la casa y siempre busca y encuentra una forma de mostrarme como la mala lo que hace que León me castigue pero su error fue decirle a Troy que lo amaba.
Recuerdo que ella me lo comentó, se lo adverti ya que yo también había cometido ese terrible error y termine igual que ella: Troy nunca traicionaria a León, o eso pensaba.
Se lo adverti pero solo una vez, la muchacha no me hizo caso y le dijo sus sentimientos a Troy, claramente Troy le informo de inmediato a León y por eso es que ahora estaba llena de sangre. Pueden llamarme mala pero ella me tiró a un pozo una vez ¿Quién es la malvada ahora?
- ¡Adriana!- me dijo León.
- ¿Si, mi señor?- pregunté nerviosa: Temia que León me culpara.
- Me han invitado auna fiesta- me dice- Vistete correctamente: Es de la alta sociedad- me dice.
- Si, mi señor- respondo y él pasa por mi lado, Troy lo sigue cómo siempre: Es su sombra.
- Te lo adverti mi querida Lorena- dije falsamente y ella me miró.
- Crei- dijo y volvió a mirar al suelo- Yo creí que nunca me goolpearia- dijo lloriqueando.
- Cállate- le dije- Si te escucha León: La paliza será peor. Me retiro- dije y sali de la habitación con mi mejor amiga y mi otra dama de compañia y entramos a mi cuarto.
- ¡Dios esa chica!- dice Helena- Por fin recibe su merecido- dice mientras que Janina me cepilla el cabello.
- Cállate Helena: Si León te escucha terminarás como ella- dije abriendo los ojos- Preparame una ducha- le dije a Janina.
- Si señora- me dice y se va al baño. Suspiró mientras intento pensar que usar.
- ¿Qué pasa?- me pregunta Helena sentandosé a lado mío.
- Sólo- dije volviendo a suspirar- Solo ayudame a buscar un vestido- dije. Odio hablar de mis problemas, una vez mi padre me dijo:
" El 80% de la gente a la que le contamos nuestros problemas no les importa y el 20% están felices de tus problemas"
- Y pasamé mi diario- le dije.
Mi pequeño cuaderno era un secreto mío, nadie a excepción de Helena sabia de ese diario ni siquiera mi esposo. Estaba pensando en que escribiria (aprendi a escribir y leer por mi cuenta) cuando Helena soltó un grito agudo.
- ¿Qué pasá?- pregunte mirandola, ella me miro con miedo.
- Mi señora, su diario- dijo- ¡N-no está!- dijo y me levanté de una y busque en mi cajon.
¿No está?
Busque en todas las partes en las que lo escondía y no estaba, solo quedaba una parte: Mi almohada. La levanté pero no lo ví, destendí toda la cama buscandolo, ese libro podía dejarme peor que Lorena. Busqué cómo loca pero no lo encontre.
- ¿Quién a entrado a mi habitación?- pregunte- ¿Mi esposo?- dije preocupada.
- Solo los de la limpieza y...- dijo Janina.
- El señor García- dijo Helena y la mire con miedo.
¡NOOO!
León Castillo
Mire unas cuantas hojas y me eche a reir.
- ¡Ay Dios!- dije riendome- Troy: lee esto- le dije a mi mejor amigo, mi guardaespaldas y mi sombra.
- ¡Ja!- dijo él: No era una persona muy expresiva. Empezé a leer aquella parte del diario de Adriana.
- Quisiera algún día llegar a estudiar, mi padre siempre dice que no hay edad para dejar de estudiar y quisiera ir a la escuela- dije y me eche a reir más fuerte- Si claro: Cómo si las mujeres pudieran- dije animadamente mientras seguia leyendo el diario de mi esposa.
- ¿Quiere castigarla, Señor?- pregunta Troy y me siento.
- Nah- dije- Estoy de buen humor con ella ya que también me dijo lo de Lorena- le dije mientras lo miraba a los ojos azules y al diario- Así que solo lo guardare para reirme y cuando lo acabe se lo devolvere- dije cambiando de página y justo tocaron la puerta- ¡Pasé!- dije mientras me seguia riendo.
- Señor Castillo- dijo mi mayordomo- La señora Castillo pide verlo- dijo y me rei.
- Dile que estoy muy ocupado y que si insiste: No acabara bien- dije- Ah y dile que la quiero lista para la fiesta en dos horas- dije, deje el diario a un lado y lo mire molesto- Dos horas- termine, el mayordomo asintio y se fue.
- Deberia prepararse también- dijo Troy y asentí.
Salí de mi oficina media hora después, dispuesto a arreglarme para ir a aquella estúpida fiesta
Adriana Taylor
Cuando me echaron del despacho de León sentí miedo
¿Iba a pegarme ahora? ¿O me pegaria después de aquella fiesta? Por órdenes suyas me aliste para aquella fiesta, me puse un bestido beige, unos tacones y joyeria a juego y me hicieron un moño con un precioso lazo también de color beige pero dejando dos largos mechones de cabello: Nunca me arreglaba así, solo en ocasiones especiales.
Estaba lista antes del plazo de dos horas, tenia mucho miedo y estaba temblando mucho, paseaba de un lado para el otro sintiendome incómoda, nerviosa, asutada pero otro sentimiento que me invadio: Furia.
¿¡Porqué tenia que entrar Troy a mi cuarto!? ¿¡Porqué León estaba tan obsesionado conmigo si tiene un montón de amantes!? ¿¡Cuál era su probema!? ¡Acaso una mujer no puede tener privacidad.
Suspire cuando pensé en eso último, no claro que no: Las mujeres dependemos de nuestros padres y maridos y debemos seguir sus ordené al piel de la letra sin pero y no tenemos ningún tipo de derecho.