The Dynasty Garcia

Otro día normal en el mundo

Capítulo Veintiuno

A la mañana siguiente

06:25 a.m.

11 de Enero de 1700, Lunes

Adriana Taylor

Escuché pasos con fuerza que iban llegando, probablemente Octavio ya hizo alguna de las suyas e iba a ser castigado por ello. Aproveché y me levanté, me acomodé mi largo cabello en un moño y escuché como los pasos se detuvieron en un instante.

Escuché un ruido y levanté la cabeza para ver que un oficial abría mi celda y otros dos esperaban. En cuanto lo hizo, los otros dos entraron y me sacaron de mi celda.

- ¿¡Q-qué!? ¡¡espera, no he hecho nada!! ¿¡a dónde me llevan!?- dije, tratando de resistirme pero fue en vano, no tenía una fuerza como la de ellos.

- ¿Qué hiciste?- preguntó Bastián, otro de los prisioneros en la prisión de L.A.

- ¡¡No lo sé!!- dije pero los guardías me llevaron a la salida de la cárcel, ahí estaba el encargado de la prisión de L.A y dos soldados de La S.W.A.T.

¿Qué está pasando? pregunté en mi cabeza.

- ¿De verdad? ¿ella?- preguntó el encargado y uno de los soldados le dió una mirada asesina.

- Cállate y acata la orden que te doy, así como yo voy a acatar la orden que mi General me da- le contesta y el encargado entiende.

- Si así lo dice- contesta simplemente y le entrega un informe y otro papel- Aquí está todo lo necesario, hasta nunca Adrianita.

- ¡No, no, no, esperen! ¿¡a dónde me van a llevar!?- pregunté desesperada pero nadie me dió respuesta, los oficiales me entregaron a los soldados y me sacaron de ahí.

La luz del sol casi me quema los ojos, no la había visto desde hace más de 15 años, tal vez 18 pero me subieron a un carruaje y me quedé aún más confundida.

Y tenía miedo, tenía miedo de que el General Adam White hubiera cambiado mi sentencia ante la ley y ahora me fueran a fusilar.

Esa misma mañana

Troy II García

- Pequeño Troy- la dulce voz de mi tía Annabel me despertó.

- ¿Qué ocurre tía? Tengo sueño y hoy no tengo nada en la mañana- contesté.

- Han venido a buscarte.

- ¿Quiénes?

- Soldados de La S.W.A.T.

Inmediatamente me levanté, sintiendo el miedo en mis venas.

- ¿¡Qué pasó!? ¿¡hice algo malo!? ¿¡me van a llevar!? ¿¡le pasó algo a Noah!?- mi miedo era visible.

- Tranquilo, de verdad no tengo idea del porque están aquí, no se si ocurrió algo con tu hermana pero dicen que tienes que ir con ellos inmediatamente. Mi esposo ya les explicará lo ocurrido a tus tutores- dijo mientras trataba de tranquilizarme.

- ¿¡Se han vuelto locos!? ¿ya olvidaron la última vez que los soldados de La S.W.A.T vinieron a buscarme? ¡¡casi me fusilan!!

- Lo sé, lo sé pero ahora si que no se van a ir sin tí, y me dijeron que mejor te despierte y que te arregles para ir con ellos si no quieres que suban y te saquen a la fuerza de aquí.

Mi mundo se fue abajo, no tenia ni idea de lo que iba a pasar pero finalmente me arregle y bajé las escaleras.

- Buenos días ¿Ha ocurido algo conmigo?- pregunté inocentemente.

- Necesitamos que nos acompañe inmediatamente- dijo un soldado.

- ¿Ocurrió algo con mi hermana? Se llama Noah García.

- Algo por el estilo, acompáñenos por favor.

Mi alma dejó mi cuerpo, la última vez que me informaron que algo había pasado con uno de mis hermanos era el que Matthew estaba muerto. No queria ir pero me hicieron subir al carruaje, escuche la conversación de dos soldados y se lo que dijeron pero no tome importancia.

- ¿Quién de todos ellos te agradan más?

- Mmm, la chica sin duda, es la menos cobarde.

Escuché un golpe y vi que el segundo soldado trataba de tomar aire.

- ¿Quieres que te fusile? No seas igualado, debes tratar a tu superior como se debe y no como "chica".

Cerraron la puerta y me llevaron a alguna parte.

Dimitri Lennox

- ¿¡DÓNDE M*ERDA ESTÁ NOAH!?- le grité a Harry Delanttre, entrando con furia a la sala de entrenamientos.

- Cálmate Lennox, no tengo ni idea- me dijo pero no le creí nada.

- ¿¡Le volvieron a hacer algo verdad!? ¿¡QUÉ LE HICIERON!?

- ¡¡DIMITRI NO LE HE HECHO NADA, NO LA HE VISTO DESDE AYER!!

Lo agarré del cuello y lo miré directamente a los ojos.

- Sabes perfectamente lo que le hicieron hace dos días, no te hagas el inocente y dime donde está- le advertí.

- Dimitri, te juro por todo lo que más amo en esta vida que no tengo idea de lo que hablas, no se que le hicieron a Noah hace dos días ni se dónde está ahora, te lo juro.

No miente.

Lo solté sin entender nada, parece que Xavier había actuado solo pero yo juraba que Harry tenía algo que ver con eso, aunque ahora yo había visto en sus ojos la verdad.

- Si me estás mintiendo, te mató.

- Adelante: yo te digo la verdad.

- Soldados, a formación.

Hice caso omiso a las palabras del Sub-General Delanttre y fui en busca de la única persona que se me ocurria que podia tener información de la ubicación de Noah: mi padre, el Coronel Lennox.

- ¡Papá!- grité en cuanto lo encontré y él me miró sorprendido.

- Dimitri, tú deberias estar en entrenamientos ¿Qué haces aquí?- pregunta.

- Noah ha desaparecido y nadie la ha visto, yo se que La Armada no pierde de vista a ningún soldado que estudie aquí. Y se qué sabes dónde está ¿Puedes...?

- No es de tu incumbencia, Dimitri: vuelve a tus entrenamientos.

Aquí hay algo más pensé.

- Papá, ¿dónde está Noah?

- No te metas hijo, ya luego te lo explicaré.

- Quiero una explicación ahora, ella necesita de mi compañia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.