Fase 2: Miedo

Capítulo Veintitrés

Martes, 12 de Enero de 1700

Noah García

- Piedad, piedad, por favor piedad- decian varias prisioneros de las cárceles subterráneas de La Academia. No perdí tiempo escuchándolos.

- Y a este- dije, terminando de escoger a los prisioneros más problemáticos y peligrosos que tenía.

Necesitaba liberar espacio en las cárceles, pronto vendrían nuevos invitados y ellos realmente solo sabían causar problemas y molestias. Considerando que ya no me sirven de nada y todos los que están aquí tienen sentencia de muerte o cadena perpetua: no veo porque no deshacernos de tanto problema.

- Oh, tuve miedo por un momento- dijo el mismo tipo que estaba pidiendo piedad hace un momento- ¿Y el General?- pregunta cuando lo sacan de la celda.

- Estás frente a ella, respeta a tu General- dice Emilio, uno de mis guardaespaldas. Un hombre pelinegro de ojos azules de casi dos metros de altura.

- ¿Qué quieres decir?- pregunta otro mientras lo sacan.

- Están en presencia y servicio de La General Noah García, nuestra nueva líder- dice y creo que por ahora: son suficientes los espacios vacíos para mis nuevos invitados.

- Es una mujer- dice uno mientras los colocan en fila y comienzo a contarlos.

- Si, con veinte serán suficientes por el momento- dije y me dirigi a Arturo, mi otro guardaespaldas. El tenia el cabello marrón y ojos casi amarillos- Que llamen a toda La Academia a las puerta del área de tiro libre: vamos a dar una pequeña demostración de lo que soy capaz- dije.

- Llévenlos al área de tiro libre- dijo Máximo y yo me reuní con Santiago y los otros líderes de Las Dinastías.

- General, ¿De qué servirá todo esto?- pregunta Thomás mientras me siguen al área de tiro libre.

- Tengo que liberar espacio para mis nuevos invitados- dije mientras entrábamos a mi despacho y les mostraba mi pizarrón. Ahí estaban mis diez primeros objetivos- Además, sembrar miedo en La Academia me favorece: el miedo provoca respeto- dije sin problema.

- Mi General, ya esta La Academia reunida tal y como ordenó- dijo Emilio y asentí.

- Vamos, no quiero perderme este espectáculo- dije y nos dirigimos al lugar. Ahí estaban los prisioneros con camisetas de La S.W.A.T y con sacos en la cabeza: de esa forma, nadie sabría si estaba ahi entre ellos.

Vi a toda La Academia desde un punto donde ellos no podían verme, sacaron a los prisioneros y los arrodillarse frente a los soldados del Ejército qué tenia Máximo ahí.

- ¡SOLDADOS, FORMACIÓN!- dice Máximo y sus soldados preparan las armas. Le di la señal a Santiago y este se fue a donde se encontraba La Academia reunida.

- ¡Soldados, estudiantes de La Gran Academia de Las Fuerzas Especiales! ¡En nombre de Las Dinastías, nos encargaremos de deshacernos de todo aquel que incumpla las normas, no hay piedad ni perdón! ¡Esto es una pequeña muestra de nuestro nuevo líder!- termina y le doy la señal a Máximo.

- ¡GENERAL, POR FAVOR TENGA PIEDAD!- dijo uno de los prisioneros al escuchar el ruido de las armas al ser activadas.

- Dan risa- dije únicamente y Thomás, León y Justin me dieron la razón con un "Claro, General".

- ¡FUEGO!

Los sonidos de disparos no alarmaron a nadie, los cuerpos de aquellos prisioneros ya se encontraban en el suelo, algunos seguían arrodillados pero todos tenían sangre rodeando sus cuerpos.

- Que así se den cuenta que no están tratando con ninguna novata- dije y me retiré, tenía dolor de cabeza y algo de náuseas por el olor a sangre.

- General, su hermano sigue causando disturbios- me dice Emilio y suspiro.

- Que le informen que iré en una hora- dije y entré a mi despacho, Arturo fue a dar la noticia y Emilio se quedó a mi lado, un buen hombre pero cada que lo veía recordaba a mi amigo Dimitri.

Oh, Dimitri, como lo extraño, sin duda el mejor chico con el que me he topado. Realmente quisiera que esté aquí a mi lado ahora que soy General pero iba a tener que esperar para ello.

Pero de algo estaba segura: Dimitri si iba a apoyarme con mi idea de Las Dinastías

Dimitri Lennox

El hecho de que uno de aquellos prisioneros fusilados sea Noah hizo que el miedo recorriera por mis venas. Mis puños se apretaron y maldije por lo bajo, de seguro esta fue obra de Xavier bajo el nuevo título de su hermano menor. Manipulando a Santiago para finalmente deshacerse de su mayor rival, de Noah.

- No fue asesinada- me dijo Harry y me señaló los cuerpos- Mira, todos tienen una complexión masculina, algo que Noah no tiene- me explica y trato de calmarme, Harry tenía razón.

- Algo más ocurre- dice Louis- Noah esta desaparecida y ¿Qué son Las Dinastías?- dice con preocupación.

- Es verdad, nunca había escuchado de ello- dice Zahír.

- Papá- dice Harry mientras su padre veía la escena asombrado- ¿Qué está pasando?- pregunta y su padre regresa a verlo, sin expresión.

- Harry, ahora si no tengo ni idea que esta pasando. No sé porque han clausurado áreas en La Academia ni menos la razón de este repentino fusilamiento- dice.

- Santiago no es buen líder, eso o tiene un plan- dice Alex pero el Sub-General Delanttre no dijo nada más.

Salí de ahí, decidido a encontrar aquello o a quien está haciendo tener miedo a toda La Academia y tenía escondida a Noah, a mi mejor amiga.

Busqué y busqué por toda La Academia con la esperanza de encontrar alguna pista sobre el paradero de mi mejor amiga o así fue hasta que me encontré con Santiago White. Mi sangre hervía de la ira al verlo y me acerqué furioso, él parecía sorprendido por mi comportamiento.

- No quiero que des vueltas, se directo: ¿Dónde está Noah García?- le dije furioso.

- Pronto lo sabrás- dijo y me dio la espalada pero tomé con fuerza su brazo.