Capítulo Treinta y dos
Dos semanas después
Noah García
- Las proyecciones de nuestra última gala benéfica han dado grandiosos resultados y esto nos permite acoplarlos en las diferentes problemáticas a las que donamos aquel dinero, haciendo que no sea ningún problema el mover todas las ganancias de SCE Dreams a la parte necesitada de Europa- comenta Thomás Sánchez.
- Podemos enviar a un grupo de aprendices a ayudar con los alimentos y la protección de los pueblos vulnerables que tenemos en la lista: nuestros hombres podrían llegar en máximo unas tres semanas- dice Zahír.
- Hay otro problema- dice León y mira hacia nosotros cinco- Acaba de llegar una carta de La Academia Militar de Berna, en Suiza diciendo que parece haber una rebelion de los aprendices de Coronel. El General Axel Delanttre pide refuerzos de aquí- termina.
- ¿Rebelión? ¿Rebelión de qué?- pregunta Harry con algo de indignación.
- Parece ser que un muchacho llamado Philipp Weber se ha cansado del "régimen militar antiguo" y quiere tomar el poder de La Academia Militar de Berna para cambiar este régimen- explica León.
- Este es un régimen tratado desde hace miles de años, se necesita tiempo para cambiarlo: nosotros llevamos cuatro años y aún nos falta mucho por delante, así que si piensa que puede cambiarlo sin consecuencias, está equivocado- dice Santiago.
- Nosotros no hemos tenido hasta ahora consecuencias: creo que sí es un gran problema- dice Sean Linares.
- Es diferente, a nuestra líder le dieron aquel poder y no lo tomó a la fuerza sin importarle las vidas que cobraba. Nosotros tenemos a La General Mundial y él ni siquiera se encuentra en la sede mundial de la S.W.A.T- dice James Evans.
- General, lamento interrumpir sus pensamientos pero podría participar en la reunión por favor- pide León Castillo y todos regresan a verme.
Sabía lo que decían, sabía que querían escucharme y sabía que decir a lo que estaban discutiendo solo que mi mente estaba en otra parte menos en esa estúpida reunión, tenía un problema mucho más grande que resolver.
Xavier White...
- Dividiremos aquella ganancia de la gala en dos partes: la primera irá a las zonas afectadas por la hambruna de américa y europa. La segunda parte irá a los damnificados del terremoto de Inglaterra.
Debí matar a Xavier White el mismo día que murió El General Adam White.
- Mallory, tú te encargas de que todas las provisiones lleguen a los realmente necesitados. Consíguete unos doscientos soldados que vayan contigo y que sean de fiar, mandarás una tropa a europa y otra se quedará aquí contigo. Lacanster, tú harás lo mismo pero enviaras a un grupo de ciento cincuenta soldados a Inglaterra, además de asegurarse de que ese dinero no sea mal gastado. Un solo centavo que no cuadre y habrán consecuencias. Linares tomará el mando con Mallory y Torres con Lacanster.
¿Qué haré cuando llegue? ¿Querrá que le entregué mi lugar como líder? ¿Qué se tome atribución de lo que he hecho en estos cuatro años? ¿Querrá saber de mi hijo? Ni muerta.
- La situación en Berna es preocupante y por eso es mejor enviar un buen ejército y para evitar más problemas: un miembro de La Armada tendrá que ir para asegurarse que todos y cada uno de los soldados sigan órdenes y quién quiera desafiar aquello los envían inmediatamente a L.A, no hay porque desperdiciar mentes brillantes entre tanta gente hueca y si nos ayudan a mejorar y superarnos como Dinastías y Academia Militar pues bienvenido sean.
Todo el mundo se quedó callado y mirándome. Yo no miraba a ninguno de ellos porque tenía una idea en la mente que era probablemente macabra pero pondría fin a mi problema y me evitaria otros a futuro. Una idea que probablemente nadie apruebe pero no necesitaba el apoyo de muchos.
Un decreto de ejecución.
Esa era la forma perfecta de deshacerme de Xavier White y todo lo que aquel ser humano conlleva al estar dentro de La Academia.
- Como usted ordene, General- dice Thomás.
- Rowan, me debes cien dólares- dice León y Rowan Becker maldice en voz baja.
Podría escoger una forma menos violenta, bien podría despedirme de Sabrine y Darían y exiliarlos a los tres de La Academia. Eso me costaría perder a Sabrine, es verdad pero Xavier dentro de La Academia es un problema que quiero evitar a toda costa.
- Esta bien pero, ¿Quién será el miembro de La Armada que vaya a Suiza?- pregunta Louis y los miembros de La Armada se miran entre ellos.
- Vamos, no es como que sea el fin del mundo ¿General, cuánto tiempo debería estar este miembro en Suiza?- pregunta Louis.
Podría ser incluso más condescendiente y mandar hombres que no le permitan el paso a La Academia, el problema ahí es que Santiago logrará enterarse de uno u otra forma y esa era la única razón por la que tenía varias limitaciones al momento de pensar en como deshacerme de él.
- Al menos unos tres años si la situación no es tan compleja, caso contrario: de cinco a ocho años o hasta que se calmen las cosas y podamos enviar a otro miembro de La Academia.
Hay una solución que no es muy rentable: matar en voz baja a Xavier White me va a traer muchos problemas porque si algo le pasa a él en este momento todos los ojos de todo el mundo caerán sobre mi y no me conviene cargar con la mala fama de haberlo matado sin razón.
- Creo que la mejor opción es nuestro segundo Coronel: Dimitri Lennox- dice Santiago y todos los ojos caen sobre el mencionado.
- ¿Yo? Sub-General, no me perece sensato que me ponga como alternativa- dice Dimitri con furia.
- ¿Por qué, Coronel Lennox? ¿Se siente incapaz de controlar a La Academia de Berna? Creí que usted siguió el mismo camino que el Coronel Delanttre, o todos los demás miembros de La Armada- dice Santiago con algo de burla en el tono de voz.