Capítulo Treinta y Tres
Tres meses después
Diciembre de 1704
Noah García
Hace dos meses se hizo la despedida oficial de la delegación que partiría a Berna y me despedí de Dimitri. Estoy segura de que hará un gran trabajo en La Academia Militar de Berna así que estoy tranquila mientras abro su primer informe. Acaba de llegar mientras me estaba preparando para comenzar La ceremonia del Sol y la Luna en la iglesia más antigua e importante del mundo.
Por eso me llegó la carta tan pronto, yo estaba en Roma y no había mucha distancia desde Berna hasta Roma. Tomé el consejo de Dimitri y hablé con el Papa Gregorio, le pareció magnífica la idea de que sea yo, la General mundial, quien de la bienvenida al invierno y al año nuevo.
La carta era un desastre: Dimitri me explico que La Academia de Berna estaba en un caos, Philipp Webber tenía un control total de los estudiantes y con la llegada de la delegación, Philipp desea armar una rebelión para tomar el control total de La Academia de una vez por todas. Debo decir que su historia me recuerda al difunto General Adam White pero para su mala suerte: yo no voy a permitir que me quite mi poder, el poder que tanto luche por conseguir.
Me encontraba en la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma. Mis doncellas asignadas por el mismo Papa estaban terminando de colocarme un vestido blanco muy bello y amarrar mi cabello en un moño alto y rizos por delante y una pequeña tiara hecha de plata y piedras de mármol blanco. El vestido no era nada pomposo, era algo ajustado a mi figura pero con elegancia, caía en una gran cola de sirena y tenía piedras preciosas.
Tome en totalidad el consejo de Dimitri y pese a la traumática experiencia que viví, fui capaz de olvidarme de todo ello y lo logré: estoy segura que cuando el Papa empiece con el ritual, dará la noticia de que estoy esperando otro hijo. No fue difícil convencer a Santiago de que comencemos nuestra vida de "marido y mujer" pero no iba a decirle que lo hacía solo para poder salvarme de su hermano ni de él mismo.
Una vez el ritual comience y se me notifique que tengo una bendición de Dios en mi vientre, todo el apoyo caerá sobre mi y Xavier no tendrá oportunidad de derrocarme, no se la daré. Si él es inteligente, yo también y dejaré que él me vea gobernar en aquel lugar que siempre alardeo como suyo.
Cuando me atacaron apenas di a luz creía que la gente me iba a ver cómo alguien débil que en vez de salir a defender su Academia solo se encerró en una habitación para proteger su vida. Fue todo lo contrario: gente de todas partes del mundo comenzó a darme el respeto que como General merecía, diciendo que era una persona tan fuerte por haber sobrevivido a aquel atentado. También vitorearon el nacimiento de Nicholas por enfrentarse a tal peligro recién nacido.
Si yo ahora le muestro que he vuelto a concebir, la gente me apoyará y mostrará respaldo hacia mi persona. Además, estaba en un importante punto en mi relación con Thomás Sánchez y las otras dos Dinastías de Los Negocios, si los tenía a ellos de mi lado no iba a tener que preocuparme por Xavier ni nadie de La Dinastía White.
Xavier ya comenzado a mover sus cartas, Sabrine y yo no hemos hablado en estos tres meses y Darían me irrespeta más con cada día. Santiago ha estado distante conmigo pero extrañamente muy cercano con su hermano, según él solo quiere recuperar estos cuatro años pero no soy estúpida. Máximo ha comenzado a ver cada mínimo defecto de lo que hago y eso significa que Xavier y Santiago están convenciendo al líder del Ejército para que me derroquen.
Son inteligentes pero yo no me quedo atrás, la historia de Dimitri es un señuelo: Philipp es mi aliado y ahora mismo están organizando junto con Dimitri y Axel para atacar a Xavier y Santiago en caso de que me traicionaran. La carta era una mentira de la cual debo ser cuidadosa, solo yo conocía los términos extraños que Dimitri usa para darme la información que realmente me interesa.
He persuadido a Thomás Sánchez y él cortará todo tipo de lazos si uno de los hermanos White sube a mi puesto. Por alguna extraña razón en la que creo que está involucrada mi madre, León Castillo confía en mí a diestra y siniestra y es mis ojos y oidos cuando Xavier trata de sacar provecho de mis aliados.
Estoy segura de que tratarán de hacerme una jugada en cuanto este bebé nazca y debo estar preparada. Yo no podré levantarme como la vez pasada así que solo me queda esperar a que mis aliados actúen por mi. El heredero de Máximo tiene un gran odio hacia Xavier y Santiago así que ponerlo de mi lado no fue nada difícil para mí, tengo todas las armas y sus dueños en la mira: un paso en falso de los hermanos White y dispararé con todo.
En caso de que esto suceda yo estaré lista. Dejaré de lado a cualquiera con la sangre White, debo deshacerme de ellos de inmediato. Estoy pensando severamente en tomar el consejo que me dió Santiago antes de enterarme de mi embarazo, dijo que podía subir a Dimitri con Sub-General pasados los cinco años y creo que lo haré: necesito a alguien que daría su vida para protegerme y Santiago no lo es. Confío en Harry y lo dejaré en su puesto actual y volveré a tener 10 miembros en mi Armada.
Solo debo terminar de sacar todo el poder que tienen los White y quedarme con él. Santiago y yo estamos enfrentados y solo uno puede ganar: ninguno puede arriesgarse a perder todo.
Terminaron de arreglarme y sali para comenzar el evento, afuera de mi habitación estaba Santiago desorientado, perdido y algo culpable. Me acerqué a él y le di una sonrisa, sin embargo no me correspondió.
- ¿Qué te ocurre Santiago? No es un día de tristeza- explico con calma y me mira.
- Te ves feliz- dice con simpleza.
- Cómo representante de este evento, debo verme feliz- expliqué.