ADVERTENCIA: ESTE CAPITULO TIENE CONTENIDO MUY SENSIBLE Y PARA MAYORES DE 16 AÑOS, SI ERES MUY SENSIBLE TE RECOMIENDO SALTARTE ESTE CAPÍTULO
Capítulo Cuarenta
Ethan Dubois
- Señor Dubois- dice Jean, el hombre más leal que tengo y quien trabaja conmigo y con Gabriel Bianco desde hace años.
- ¿Qué me traes?- pregunto, soltando el humo de mi pipa.
- Su invitado está aquí- dice y sonreí de forma macabra- Otra cosa más señor- viré los ojos y me quedé sentado.
- ¿Qué?- pregunto de mala manera, tenía un invitado muy importante por recibir de buena manera.
- Nuestra comadreja mandó una carta con las palabras exactas de La General Garcia- dice y le indicó que la lea con un movimiento de manos- No seguiré investigando quien es este traidor pero si quiero que sepa que en cuanto de un paso en falso lo voy a encontrar y haré que ruegue por su muerte, sea quien sea- lee y bufé.
- Es una niña, no me hará ni un solo rasguño y menos a nuestra comadreja en la que tanto confía- dije y llega mi invitado, le quitan el saco de la cabeza y el trapo que llevaba en la boca- Bienvenido Nicholas Alexandre Garcia, ¿o debería llamarte el corazón de nuestra General?- contesté con burla pero él ni se inmuto, se mantuvo sereno y sosteniendo el contacto visual.
Sin duda alguna era la copia de esa arpía que lidera La Gran Academia de Las Fuerzas Especiales.
- ¿Qué quieres Dubois? ¿cuál es el objetivo de todo esto?- pregunta con la misma expresión.
- Mira, tu madre se ha vuelto una piedra en el camino gigante así que esto es solo es una pequeña... advertencia hacia tu madre. Si vuelve a meter sus narices en mis asuntos, yo mismo se la voy a arrancar de la cara- le digo sosteniendo su cara entre mis manos y con una sonrisa diabólica- La parte positiva es que saldrás vivo Nicholas, aunque eso va a depender de tu instinto de supervivencia- él levanta una ceja.
- Dubois, yo crecí en la guerra desde los ocho años así que no me subestimes- me dijo- Además, aquí la única persona que va a terminar muerta serás tú- me reí en su cara y lo solté, volviendo a mi asiento.
- Somos buenos "amigos" con tu madre, ella solo se va a enojar así que cálmate Garcia junior- digo y exhalé el humo- Y sabe que quien no se debe enojar soy yo porque si me hace enojar, no podrá ni pensar en que pasó antes de que le entierre un cuchillo en la frente- fue el turno de Nicholas de sonreir maliciosamente.
- Tú no sabes lo que una mujer, que ha vivido sola desde los siete años, puede hacer por cuidar a quienes más ama.
Noah Garcia
- General, estamos haciendo todo lo posi...- dice Zahír Mallory pero se interrumpe al esquivar lo que sea que le haya lanzado.
- ¡¡No me importa, harán hasta lo imposible por encontrarlo!! ¡¡Lo quiero vivo señores, vivo: o destrozaré esta Academia hasta los cimientos!!- les grité y me volví a mirar por la ventana mientras la ansiedad me consumía, creo que es la primera vez que me muerdo las uñas en años. Alguien se acerca a mi lado.
- Noah, por favor necesitamos que te calmes- me pidé Dimitri pero lo agarré del cuello de su camisa.
- ¡¡No quiero que me tranquilices, quiero que lo encuentres Dimitri. Búscalo, por debajo de las piedras, el mar y si es necesario por el aire!!- le grito y lo empujo con los demás- ¡¡No vuelvas, no me digas nada hasta que no lo hayas encontrado!!- me volví mientras tomaba mi cabeza entre mis manos y trataba de centrar las ideas.
- Noah...- estaba a punto de dar otra serie de gritos y malas palabras cuando veo a Santiago a mi lado y en sus manos tenía una ropa ensangrentada, más especificamente: un uniforme de La S.W.A.T.
Toda la sala se quedó en silencio y tomé la ropa, se notaba que le pertenecía a un aprendiz de Coronel aunque era para un chico de máximo dieciseis años. Me la llevé al pecho y aguanté las lágrimas.
- Encontramos ropa ensangrentada General, hay dos sospechosos en la lista...
Con una mano me sostuve gracias a la mesita que había y con la otra tenía la ropa.
- La sangre de está ropa es la misma que la de la ropa de la anterior víctima, hay un sospechoso en común con el caso anterior...
Tomé aire y regresé mi mirada a todos los miembros de La Armada, me miraban con lástima y tristeza todos, incluso Santiago y Dimitri.
- Noah...- Dimitri duda en hablar.
- Es el mismo patrón General, eso significa que el culpable es...
- ...Dubois...- susurré- ¡¡Dubois!!- tomé algo y lo tiré- ¡¡Maldito francés imbécil, todo porque tengo a su estúpido perro italiano de drogas!!- dije y caí en cuenta- Su perro italiano de drogas...- dije y Santiago se me acercó.
- Noah, escucha sé que esa ropa significa aquello pero no debemos culpar sin pruebas- me dice y lo agarro de su camisa.
- Santiago, a mi hijo lo secuestraron a la medianoche dentro de La Academia por lo que no es posible que haya usado el uniforme, esto- dije y puse la ropa entre ambos- Esto es un distractor que Dubois usó en los últimos meses y es porque en este momento tengo a ese maldito perro italiano que usa para llevar la droga de Francia a Italia- dije y regresé a ver a los demás, parecian aliviados.
- Con la explicación, volvió el alma a mi cuerpo- dice Harry y los miro a todos.
- ¿¡Qué mierda hacen ahí parados!? ¡¡Qué siga vivo no significa que siga a salvo, sigan trabajando!!- dije y Santiago me tomó por los hombros haciendo que suelte la ropa.
- ¡Basta Noah! Si necesitas desahogarte tienes a Bianco, además de sacar información porque él obviamente estaba enterado de esto- me dice y asentí con la cabeza.
- Si, Bianco...- dije y tambaleando salí de mi oficina.
- Noah, deberias descansar: deja que yo me encargue de esta situación- me dice Santiago cuando salimos y negué mientras él me llevaba del brazo.