Capítulo Cuarenta y Tres
Dos semanas después
Año de 1725
Noah Garcia
- ¡Soldados, formación!- ordené apenas puse un pie dentro de una sala de entrenamientos para Generales, los soldados obedecieron de inmediato.
- ¡A su servicio, General!- dijeron al unísono y me paré en el centro, a mi lado estaban Harry y Dimitri al igual que Arturo.
- Escuchen soldados, espero hayan disfrutado su última semana de jugar como niños en patio de juegos porque ahora viene su prueba final: pelearán contra cada miembro de La Armada hasta que pierdan para ver qué tan capaces son de pelear realmente, cada miembro de La Armada estuvo alguna vez en su posición así que no espero menos- les di una mala mirada- Si no logran ni siquiera vencer al Coronel Dimitri Lennox, juro que voy a exiliarlos de esta academia e irán a ser simples y meros oficiales de policía: eso sí es un juego, ¿¡Ha quedado claro!?
- ¡Si General!
- Tienen un día más de práctica así que úsenlo sabiamente, pueden entrenar, luchar entre ustedes o descansar para mañana. Lo que hagan no me interesa: solo el que aprueben.
Salí del lugar con quienes llegué y la reverencia de mis soldados, iba camino a decir lo mismo a todos los demás cursos de Generalidad. Durante mis años en el poder he graduado a varios Generales pues no me parece justo que solo unos puedan acceder a esa educación militar.
Todos son soldados, todos dieron la aptitud y la destreza para tomar un puesto aquí. No me importa si son hijos míos, de Dimitri, de Louis o de quienes sean: son iguales, no hay diferencia solo son soldados que, a menos que yo les de el poder, van debajo de mi poder, mi autoridad.
Obviamente también fui al lugar donde entrenaba Nichola y varios de los hijos de La Armada para informar lo mismo y debo admitir que en ese momento al ver a los diez chico, al ver a Vanessa entre todos los chicos me recordó a mi vida hace veinticinco años cuando yo era la única chica entre todos esos chicos y me respetaban tal y como lo hacen con Vanessa, fue una memoria fugaz en el momento pero fue lindo.
Después comenzamos a trabajar junto con Dimitri y Harry sobre unos nuevos personajes que estaban tratando de tomar el narcotráfico en L.A pero no mientras yo esté aquí, ideamos varias ideas y organizamos a cada uno de ellos desde el más problemático al que no es tan problemático.
Santiago por otro lado había decidido llevar a Eleanor y a Enrique a cazar y luego iban a acompañar a su padre para una misión cerca de la frontera entre Arizona y Los Ángeles donde había una banda de criminales que estaban haciéndose notar más de lo que podía y esa policía inútil no me sirve de nada por lo que tengo que tomar las cosas por mi cuenta.
Máximo se encontraba a la espera de que su heredero asuma junto con Nicholas pues él también decidió retirarse junto a mí en cuanto le entregue el poder a mi hijo. La buena parte es que el heredero de Máximo es un gran amigo de Nicholas y tienen muy buena relación por lo que ellos tendrán una mejor conexión laboral que la que yo tuve con Máximo.
Así como hoy fueron los últimos días desde hace dos semanas, tanto trabajo por resolver pues quiero que Nicholas entre con el pie derecho a esta Dinastía y que sepa que debe hacer para no caer durante este camino pues este fue uno de los caminos más difíciles que he recorrido, mas solo me queda haber labrado el camino para que sus baches no fueran tan grandes como fueron los míos.
Lo hago por ti Nick, demuéstrale al mundo lo que es La Dinastía García.
Al día siguiente
- ¡Victoria para Zabriskie!- grita Carl y la pelea termina. Miles Zabriskie era uno de mis mejores soldados y había ganado ante Santiago, no había ningún miembro de La Armada que él no pudiera vencer pero aún no se había enfrentado a mi persona por lo que aún no tenía la victoria absoluta.
- Será un General muy fuerte, es buen líder y esta siempre a su servicio, General- menciona Máximo mientras veíamos a Miles celebrando su victoria con sus amigos- ¿Desea que yo vaya a pelear con él?- pregunta y asentí.
- Veamos que tanta es su resistencia en la batalla, debe estar listo para pelear a cualquier hora incluso si está cansado. Si no puede, dudo mucho que pueda llevarme el ritmo- Máximo salió con una reverencia mientras yo me quedaba en la parte superior de una de las aulas de Generalidad.
Al llegar comienza otra vez la pelea y pasa mucho tiempo hasta que haya un ganador pues Máximo lleva años en el pisto de líder del Ejército pero Miles era uno de los mejores y no se iba a dejar vencer tan fácilmente por nadie. Al cabo de tres horas obtuvo la victoria con una llave hacia Máximo. Todos vitorearon su victoria absoluta hasta que yo bajé, me recogí el cabello, me quité la capa y entré a la pelea.
- No se canta victoria antes de obtenerla, Zabriskie- dije y me miró con duda- Me falta ver a mi tus habilidades en primera fila así que sube y pongamos fin a esto- Miles obedeció y nos colocamos en posición para comenzar a pelea.
- ¿Tendré problemas si soy fuerte, General?- pregunta con miedo y solté una pequeña carcajada.
- Te dire lo que le dije al primer contrincante que tuve en la prueba de La Academia- Carl marcó el comienzo y yo lo pateé en la cara- Regla número uno: nunca subestimes a tu oponente ni mucho menos le des la ventaja.
Miles se levantó de inmediato y comenzó a pelear como debe ser, gracias a mi complexión delgada y femenina pude esquivar varios golpes y hacer muchos. Recordaba aquella época cuando éramos nosotros los que nos enfrentábamos ante El General Adam White y sabíamos que nadie iba a ganar hasta que llegué yo y bueno: lo vencí sin problema.
Al igual que no fue un problema para mí ganarle a Miles después de una hora y media. Lo admito, es muy buen rival y soldado y sé que liderará con orgullo y responsabilidad la Academia que le asigne pero así como hay victorias, hay pérdidas y hoy quería entrenar para que mañana Nicholas no pueda ni pensar antes de que lo tenga inmovilizado en el suelo.