The Dynasty Garcia

Feliz cumpleaños mamá

Capítulo Cuarenta y Cuatro

Tres meses después

17 de Marzo de 1725

Noah Garcia

- Mis señores, son ya las cinco de la mañana- menciona Judith, me muevo un poco para abrazar a Santiago y sentir un poco su calor y sueño mientras que él gruñe cuando abren la cortina y el sol nos llega a los ojos, también gruño- El día ha comenzado y la comida se está preparando- avisa antes de reverenciarse y salir de la habitación.

- Maldita sea, solo quiero dormir un poco más- dice Santiago con voz de recién despierto, yo me incorporo y acomodo mi cabello rubio, siempre se vuelve una enredadera en la mañana y no fue excepción hoy.

- Hora de levantarse Santiago, tenemos un mundo que liderar le dije y él negó, solté un suspiro- Nueve meses más, solo aguanta otros nueve meses- le dije y también se incorporó, se restregó un poco la cara por más veces que le he dicho que no lo haga: no me hace caso.

- ¿Dejaremos de levantarnos a las cinco de la mañana en nueve meses, eso me quieres decir?- dice y suelto una carcajada.

- Hasta lo crees, cuerpo arriba Santiago que no hay tiempo que perder- dije mientras me levantaba, tomé mi bata de baño y me dirigí al mismo.

Con ayuda de algunas de mis damas me lavé la caray recogí un poco mi cabello, salí rápido para organizar que tenia hoy. Santiago ya estaba fuera de la cama y listo para nuestras misiones diarias. Santiago estaba revisando su agenda y yo hice lo mismo.

- Tengo una misión en el campo de batalla hoy- pensé en voz alta- Santiago- el mencionado me miró- Necesito doscientos soldados de rango coronel, tardaré un par de horas- dije.

-Enviaré el comunicado para que los tengan listos- avisa Santiago y comenzamos a prepararnos.

Mis damas de honor me ayudaron con el baño y a vestirme, usé mi traje de siempre, color negro pero no me coloqué mi capa, los anillos de siempre y dejé esta vez el cabello suelto, estaba abotonando las mangas cuando Santiago entra ya preparado para el día.

- ¿Mis soldados están listos?- pregunté mientras me arreglaba el saco, todos los días tengo una nueva batalla contra el narcotráfico de Los Ángeles.

- Si, tus docientos soldados ya están listos y esperando las órdenes de su superior- dice Santiago y me coloca mi medalla de General- Por cierto- antes de poder detenerlo, me dió un ligero beso en los labios dejándome en shock- Feliz cumpleaños Noah- me dice y me reí.

- Santiago, a veces me sorprende como eres tan cariñoso cuando tienes las manos llenas de sangre- dice y me abrazó, se lo permití- Gracias- le dije y me entregó un cajita- Oh, Santiago sabes que no es...

- Lo sé, lo sé: no es necesario pero sabes que igual me gusta darte un presente- dice y suspiré.

- Lo haces siempre, debería yo acostumbrarme- dije y abrí la caja, dentro había un relicario de oro muy bello y a su lado una medalla de fénix.

Dejé en la cama la cajita con la medalla de fénix y tomé el relicario, al abrirlo me percaté que había una pintura con toda nuestra familia: Nicholas, Enrique, Eleanor, Santiago y yo. Fue una pintura que Enrique y Eleanor pidieron así que asumo que ayudaron a su padre con el regalo, acaricié la foto con cariño y una pequeña sonrisa en los labios.

- Es hermoso Santiago, gracias- le dije y me sonrió.

- Me alegro que te guste- dice y me ayuda a colocarlo en mi cuello- Las Dinastías vienen hoy para una cena que te han organizado- comenta y viré los ojos.

- Siempre celebrando por cualquier cosa- dije y regresé a verlo- Pero esta vez lo dejaré pasar porque hay asuntos de los que debo discutir con ellos- comenté y salimos de nuestra habitación, yo me estaba recogiendo el cabello en una coleta.

- ¿Se trata de nuestro retiro?- pregunta y asentí mientras entrabamos a mi oficina- Me lo imaginaba- dice mientras me ayuda a sacar los planos de una de las guaridas de Geneanet, mi nueva presa a la que pienso detener antes de que se le suban los humos a la cabeza. Ya hemos tenido enfrentamientos y sé que solo necesito un ataque sorpresa en una de sus bodegas para deshacerme de él.

- Debemos dejar las cosas claras, tenemos nueve meses para dejar todo perfecto e inicie la segunda era de Las Dinastías- le dije y Nicholas entró.

- Madre- dijo con un reverencia y me dió una pequeña sonrisa- Feliz cumpleaños- dice y se acerca. Le devuelvo la sonrisa y me da un abrazo.

- Muchas gracias hijo mío- dije y le invito a quedarse aquí- Nicholas, ve a prepararte que vas a ir conmigo a esta misión- le informé y asintió.

- Como ordenes madre- dice y sale.

- Parece que era ayer cuando había nacido- dice y me reí.

- Nicholas creció antes de lo que imaginaba, ya es todo un hombre y en unos meses cumplirá sus veinticinco años, ha liderado muy bien sus misiones asignadas y el hecho de que escapara de las manos de Dubois demuestra que Nicholas está más que listo para liderar- dije y sonreí- Es mi mayor orgullo, no pude haber pedido un hijo mejor.

- Lo amas, al final de cuenta es tu sangre- me dice y asentí.

- Exacto y lo voy a proteger hasta el día que muera- dije- Bueno, mejor hay que repasar el plan para que todo salga como quiero- dije y comencé a repetirle el plan.

Santiago se iba a quedar a cargo de La Academia mientras que Harry y Nicholas iban conmigo además de mis soldados. Mi hijo llegó diez minutos después y le expliqué por última vez el plan. Estaba a punto de salir para que podamos comenzar el plan con mis soldados cuando Enrique y Eleanor aparecieron y básicamente se me lanzaron encima.

- ¡¡Feliz cumpleaños mamá!!- dijeron al unísono y Nicholas y Santiago compartieron una mirada de burla, saben que no me gustan las demostraciones de afecto pero parece que mis hijos menores han olvidado ese pequeño detalle.

- Está bien chicos, muchas gracias pero ahora mismo su madre necesita resolver ciertos asuntos- dije y me ayudaron a levantarme.




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