The Girly

10. Cuidado con lo que deseas, -A.

“En ocasiones la ficción supera a la realidad.”

Desde hace un tiempo había empezado a ver una serie en línea y mis amigas se obsesionaron con ella al igual que yo, bueno excepto por Emily que estaba leyendo un libro siempre y Hanna no prestaba mucha atención. Sin embargo, las cosas empezaron a salirse un poco de control.

Estaba en el salón durante una hora libre cuando Aria se acercó a mí emocionada.

—Aly, ¿ya viste la sexta temporada?

—No, me quedé en la cuarta.

—Debes verla —suplicó con ternura—, está increíble.

Me reí y asentí.

— ¿Imaginas que eso nos pasara?

— ¿Qué alguien revelara nuestros secretos y nuestros códigos? —Fruncí la frente.

—Si…eso suena como algo malo —vaciló—, tienes razón, mejor no.

—Estaría muy loco si eso pasara, por cierto…¿Hanna sigue molesta?

Aria reviró sus ojos y resopló, con eso entendí todo.

Nos habíamos peleado con Hanna por algo tonto se suponía, pero parece que Hanna no lo tomó así y empezó a ignorarnos, más tarde la veíamos con Lizzy y unas amigas de esta que iban en otro salón «mismo que Barry y Ben…y Bruke por si fuera poco», Wendy y Mindy, chicas con las que no nos llevamos ya que era “especiales” en cierto modo.

—No puedo creer que ahora Hanna sea muy amiga de Wendy y Mindy, sobre todo de Mindy —alegó Aria.

—Ni yo, ella era la que más las criticaba —comenté sorprendida.

— ¡Incluso decía que Mindy era una Pu…! —Me miró susurrando el final de la frase.

Me causaba gracia la forma en que Aria decía los insultos, ya que de las cinco era la más inocente, cosa que Hanna no era debido a su larga lista de insultos constantes hacia casi todo el mundo que le cayera mal.

—Es una hipócrita.

Quise opinar algo hasta que Emily y Spencer entraron apuradas yendo hacia a nosotras.

— ¡No lo van a creer! —Soltó Emily alterada.

Aria y yo no nos alteramos, ni siquiera entendíamos de que hablaba.

—Al parecer “alguien” —dijo con énfasis—, le dijo a Lizzy sobre nuestros códigos y lo que hablamos sobre otras personas.

— ¡Hanna!

Los códigos eran apodos clave que asignamos según su personalidad o algo característico a cada persona “importante” de la que hablábamos para que nadie supiera si nos llegasen a oír «incluso le asignamos a nuestros amigos», de quien solíamos hablar mucho debido a su popularidad por la escuela era justamente de Mindy, a quien nombramos como “la prosti”, su personalidad resaltaba el apodo, Kendall fue apodada por Spencer quien no se contuvo al dárselo ya que era un tanto ofensivo, habían otros que no lo eran tanto como el de Lizzy, “la copia” y esto fue porque a la vista de todos no solo de nosotras ella quería igualar a Mindy.

Era curioso que la persona que ideó gran parte de los sobrenombres fuera la misma que lo delatará a las personas nombradas, claro que seguramente no mencionó que fueron idea suya.

—Hanna fue de chismosa con Lizzy y de seguro le dirá a Mindy —comentó Emily molesta.

—No puedo creer que Hanna hiciera eso.

Spencer lucía sorprendida por lo que hizo Hanna, pero yo no, al contrario, me sentía confundida porque quería creer que fue accidental y no a propósito.

—Ya sabíamos que era algo boca suelta —dije abatida.

—Ella hace eso siempre —expresó Aria enfadada—. Cuando íbamos en primaria ella siempre contaba mis secretos a Vanessa.

Había olvidado eso, Vanessa fue mejor amiga de Hanna hasta que le robó su primer novio.

—Y ahora ella nos cuenta los de Vanessa —mencioné molesta—, claro que siempre ha sido una hipócrita mala amiga.

Al día siguiente las cosas solo estuvieron peor, Lizzy lo sabía todo y junto con sus amigas nos miraban con enfado, no las culpaba, lo que hacíamos era terrible, pero nadie era perfecto, mucho menos un grupo de amigas adolescentes.

—Todavía no entiendo, ¿por qué te botaron Mónica? —Preguntó Spencer extrañada.

—Lizzy es muy rara, se enojó conmigo y ni sé por qué —confesó triste—. Ahora anda diciendo que yo dije cosas malas sobre ella.

Mónica era una de las mejores amigas de Lizzy, además de Mindy y Wendy. En nuestro grupo, Monik y Juliet eran el grupo de amigas populares que se juntaban con otros grupos populares de otros salones debido a Lizzy, que era su egocéntrica líder. Hubo un momento donde la consideraba de mis mejores amigas y la quería mucho, pero eso cambió poco a poco, sobre todo en este curso escolar que fue cuando empezó a comportarse de manera irritante y engreída.

—Juliet sigue con ella, pero no está molesta conmigo…aunque tampoco me habla y seguro es por Lizzy que debió decirle que no lo hiciera.

Elizabeth Nolans «o Lizzy, para sus amigos» era esa abeja reina en nuestra clase y solo se rodeaba con otras abejas reinas, en este caso Mindy o Audrey, también habían otras chicas de otras clases, pero solo era hipocresía, así como su supuesta buena relación con Kendall y el grupo de esta.

— ¿Y Juliet hizo caso?

—Pues sí… —Dijo ingenua— Siempre le hacemos caso a Lizzy porque es nuestra amiga.

—Aún asi eso no está bien —alegué—, no es correcto decirles a otros con quien debe juntarse o no.

Gwen se acercó con Halsey y al verla sentí nervios, ella estaba entre esos apodos y seguro querría saber porque dijimos cosas sobre ella, aunque todo salió de Hanna quien desde el año pasado me admitió que no le agradaba Gwen.

— ¿Qué pasa entre ustedes y Lizzy? —Reclamó Gwen cruzada de brazos.

— ¿Se pelearon? —Insinuó Halsey sorprendida.

Di por sentado que todos sabían sobre el conflicto entre nuestro grupo de amigas y el de Lizzy, pero por lo visto no fue exactamente así.

—Lizzy está molesta con nosotras por cosas que le dijo Hanna —respondió seria Emily.

— ¿Qué cosas?

Era claro que Gwen sabía de esto, pero quería oírlo de nosotras, aunque por su actitud no parecía tan molesta como Lizzy, pero no debíamos confiarnos porque seguro Hanna debió exagerar algo.




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