“Perfecto es sinónimo de normal y lo normal depende de la perspectiva en que lo veas”
Los días transcurrieron rápido y debido a un proyecto de clase en el que la profesora me asignó con Tom, él intentó arreglar nuestra amistad y aunque al inicio lo traté mal, decidí dejar eso por la paz y hacer las paces sin embargo seguiría creyendo que era un idiota. Por otra parte, Ben estaba con su novia de meses siendo feliz aparentemente y me daba gusto por él…suponía.
Por mi parte, las cosas estaban libre de chicos y me estaba preparando mentalmente para el último mes de clases, pero…
—Pues si no encuentras un príncipe busca una princesa —dije sin pensarlo mucho.
—Oh.
Aria y Spencer me vieron sorprendidas.
—Eso…sonó muy gay. —Fruncí mi frente riendo.
—Algo —bromeó Spencer.
No sabía que estaba pasando, pero solo quería que parara. Nunca había estado en contra de las personas que son gay, al contrario, creía que eran personas geniales y las admiraba por ser valientes en esta sociedad tan cruel, sin embargo, no quería sentir eso, solo quería sentirme… ¿normal? Ya ni siquiera sabía que era eso.
Estábamos dentro del salón durante una hora libre.
—Y asi fue como descubrí que me gustaban las chicas —confesó jocosa Halsey.
— ¿Y qué opina tu novio?
—Pues al principio se sorprendió, pero ya lo aceptó.
— ¿No se molestó cuando aquella vez…? —Mencioné burlona.
Hace un tiempo.
—Hola Em —saludé acercándome a la banca—, hola Hal…
Me acerqué por atrás de Halsey que estaba sentada para darle un beso en su mejilla, pero volteó justo cuando dije su nombre.
— ¡Carajo! —Gritó sorprendida— Oh…no puede ser.
— ¡Se besaron! —Exclamó Emily boquiabierta.
— ¡Cállate! —Gritamos ambas.
Fue un momento raro, incómodo y épico…nuestro primer beso gay y fue por accidente.
—Si se molestó un poco, pero luego lo olvidó —admitió con gracia—, aunque no le gusta cuando nos coqueteamos.
—Dile que es de broma.
—Lo hice, pero aun asi se pone celoso.
Nos reímos un rato y después volvieron a hacerle preguntas como si fuera el conejillo de indias en un experimento del cual todas queríamos saber.
— ¿Y cómo sabes cuando alguien es asi?
Sabía que no era en mal sentido sino porque no estábamos acostumbradas a hablar de este tema tan abiertamente, pero el que lo llamen como “algo” o “así” como si fuera un tipo de objeto o circunstancia fuera de lugar me ponía más insegura.
—La verdad no estoy segura, pero por ejemplo… Annie.
¿Qué carajo dijo? ¿Annie? Crei que ella era algo asi como tolerante a las personas gay, pero no que apoyara mucho menos que fuera parte de la comunidad.
— ¿Le gustan las chicas?
—Imposible… —afirmé tajante—. Ella pareciera que es algo…
— ¿Homofóbica? Si lo sé, pero ella me confesó el año pasado, que creía que se estaba volteando —confesó Halsey en bajo—, pero dijo que ella misma rechazaba esa idea.
— ¿Y nunca te dijo por quién? —Pregunté intrigada.
—Nunca quiso decirme.
Todos, incluyéndome creíamos que a Annie le pasaban cosas con Freddie así que esa confesión fue muy inesperada.
— ¿No le molesta que seas bisexual?
—No, de hecho, ella sabe que es mi amor imposible.
¿A Halsey le gustaba Annie? Y a Annie pudo haberle gustado una chica… esto era aún más dificil.
Más tarde en el almuerzo estábamos jugando a las cartas, pero como siempre Hanna y Emily estaban discutiendo por quien repartía las cartas. Hanna siempre acusaba a Emily de que hacía trampa al repartir y que por eso ganaba.
“¡Hanna dame eso!” “Intenta quitármelo.”
Annie y Gwen se acercaron al piso con nosotras.
— ¿Juegan cartas? Yo me uno.
—Hanna… ya deja que Emily reparta las cartas.
—Siempre hace trampa, ¿por qué crees que siempre gana?
Resoplé y las dejé seguir discutiendo, entonces vi a Annie riéndose y eso me causó ternura así que dejé de preocuparme por mis amigas.
—Siempre veo que se pelean —comentó Annie riendo.
—Como no tienes idea —dramaticé con mi mirada—. ¿Vas a jugar?
—Uhm no. —Arrugó sus labios rosados—. Solo escucharé musica, ¿puedo acostarme en tus piernas?
Asentí con una pequeña sonrisa y ella se recostó sobre mi regazo; empecé a jugar despacio con mi mano su cabello cuando vi que cerró sus ojos.
—Me gusta tu cabello, es muy suave.
—Gracias, pero luego está muy enredado, casi no me gusta a mí por eso lo corté —respondió sin abrir sus ojos.
—Yo creo que es lindo.
Le sonreí sin que ella me viera y vi que Annie también sonrió.
—A diferencia del mío —mascullé resignada.
“Alysson, ¿vas a jugar?”
Oí a Hanna hablándome golpeado y solo asentí con mi cabeza, porque al mismo tiempo oí un pequeño murmuro o balbuceo que se perdió con las voces y risas del resto de las chicas:
« “A mí si me gusta tu cabello…te ves linda con tu fleco” »
No quise preguntar sobre el murmullo y empecé a jugar con las chicas, aunque sin mucha atención porque la mayoría estaba en Annie, a quien le acariciaba su rostro blanco y suave o hacía pequeños círculos con el reverso de mis yemas sobre sus mejillas rosadas mientras ella permanecía descansando sobre mis piernas. Al acariciar sus mejillas, mi piel rozó la comisura de sus labios y sentí un cosquilleo, no quería ser obvia ni tampoco incomodarla, pero tampoco quería alejarme.
Como no ponía atención perdí el juego, aunque siempre perdía.
— ¿Otra partida?
—No creo, nunca gano nada —respondí burlona.
“¡Annie!”
La voz de Garret me hizo voltear y vi que estaba cerca de la puerta donde aguarda una mujer.
#8536 en Joven Adulto
#3681 en Novela contemporánea
adolescentes lgbt, adolescencia mentiras desconfianza, romance drama
Editado: 17.01.2023