The Vampire Diaries: Love Sucks [2]

CAPÍTULO 11

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 11:

Incómodo para todos

 

 

 

 

 

 

Extrañaba caminar con Elizabeth por las calles, pero todo comienza a mejorar al pasar los días. Ella empieza a comprender su nueva vida y eso es agradable para todos. Sin embargo, ella sigue siendo la misma de siempre.

—Esa es la razón por lo que termine con Lautaro —dice Eli.

—Sigo creyendo que pudieron hacerlo funcionar. Stefan y Caroline lo hicieron —le recuerdo, pero ella niega—. Kol y yo también.

Cuando algo se le mete a la cabeza es muy complicado sacárselo.

—No quiero volver a lastimarlo, no me perdonaría si la próxima vez lo mato —susurra para que nadie nos escuche.

—¿Por qué no vienes conmigo a casa? Mamá hará una barbacoa y así podrás distraerte un rato.

—Sí, está bien. Pero te veré allá, tengo algunas cosas que hacer —dice, y yo asiento.

Nos despedimos y Eli se va. Tomo mis cosas y hago lo mismo.

Cuando estoy a punto de salir del Grill me encuentro con Kol.

—¿A dónde vas? —pregunta cruzándose de brazos mientras me mira con su sonrisa ladina.

—¿Me estas siguiendo? —ignoro su pregunta.

—Aunque eres algo lindo de vigilar, no eres lo único en lo que me intereso. —Sonríe amplio—. Vine a comprar un pastel de durazno.

—No me interesa lo que hagas, ¿o debería? —le recuerdo.

Lo rodeo para salir, pero lo que dice me detiene.

—Nos vemos en la barbacoa de tus padres.

—¿Cómo sabes lo de la barbacoa de mis padres? —pregunto—. ¿Estuviste escuchando mi conversación con Eli?

—No, en realidad, lo de la barbacoa fue mi idea. —Sonríe como si él tuviera la razón por todo lo que está sucediendo—. Conocí al tío de Gonzalo, así que pensé que un acontecimiento social sería una buena manera de conocerlo mejor. Así que, le dije a Rick que le diga a tu mamá...

—¿Mamá sabe que estarás ahí? Porque ella no es exactamente una fan tuya.

—Espero que el pastel de durazno que compré la haga cambiar de opinión. —Me enseña la bolsa con pastel.

—¿Qué estás tramando, Kol?

—Voy a poner un poco de plata dentro de Martín Larreta y demostraré que es un hombre lobo. —Se acerca a mí—. Nos vemos en tu casa —susurra, y yo me alejo para salir del Grill.

Me doy la vuelta y lo miro.

—Kol, me olvidé de darte las gracias por salvar a mi papá…

Él se acerca y sonríe.

—No tienes que agradecer nada. Él es tu familia y sé que si lo llegarás a perder, estarías triste… —Me mira a los ojos—, así que yo no puedo dejar que estés triste, mi dulce Step.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Gracias por dejarme invitar a Elizabeth —le agradezco a mamá mientras la ayudo a poner las botanas sobre la mesa—. Necesita distraerse. No cualquiera se vuelve vampiro de la noche a la mañana.

—No es la persona por la que estoy más preocupada. —Voltea a verme con esa mirada de querer saber algo—. ¿Por qué Kol viene?

—Porque es mi novio y, tal vez, deberías pregúntale a Alaric —murmuro con una dulce sonrisa ladina.

—¡Buenas noticias! Encontré los vasos de chupitos. —Martín llega a la cocina.

—Los dejo —digo antes de salir de la casa y subir las escaleras.

—Stefan no contesta mis llamadas —se queja Caroline cuando sale del cuarto de baño.

—¿Crees que algo malo le pasó? —pregunto, y ella niega.

—No lo sé, seguiré intentando —dice antes de bajar.

Entro a mi habitación para buscar mi teléfono, pero no lo encuentro.

Bajo las escaleras y camino a la sala para buscar en los sillones. Mamá y Caroline salen de la cocina y se sientan en uno de los sillones.

—¿Han visto mi teléfono? —pregunto llena de preocupación.

—No —responden.

Camino a la cocina y veo a Rick, papá, Kol y Martín hablar.

—¿Han visto mi teléfono? —les pregunto mientras busco en la barra.

—¿Este? —pregunta Kol y volteo a verlo.

Tiene mi teléfono en la mano. Lo tomo, pero él no lo suelta.

—Kol —me quejo y él lo suelta.

—¿Puedes perdonar el hecho de que Hope casi mata a tu padre? —pregunta, y yo sonrío.

—No. —Salgo de la cocina justo cuando el timbre de la casa suena. Elena se levanta para abrir.

—¡Traje postre! —Elizabeth entra y le da el pastel a mamá antes de caminar directo a la cocina y tomar algunas botanas—. Me estoy muriendo de hambre.

Miro mi teléfono y veo que tengo dos llamadas perdidas de Enzo. Lo llamo, pero no contesta.

—¿Todo bien? —pregunta mamá, y yo asiento.

—La comida está lista —dice Alaric.

—¡Qué bueno! —Sonríe Eli.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Elena está un poco borrachita. —Kol entra a la cocina.

Saco el pastel que él trajo de la caja y después el de Elizabeth.

—Deja de controlarla con alcohol —le pido—. Sé que como vampiro no tenía límite, pero ella ahora es humana, Kol. Y es mi mamá.

—Quiero caerle bien. —Se acerca para tomar un plato y servirse pastel. Lo siento detrás de mí, pero lo ignoro.



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En el texto hay: vampiros, hombres lobo, dolor

Editado: 26.02.2022

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