Capítulo 23:
Penélope, adiós
—Yo creo que es una mala idea —murmuro mientras miro la habitación de Stefan.
Tiene muchos libros antiguos.
—Caroline puede ser la única persona que puede encontrar a Klaus. —Elena trata de convencerme.
Volteo a verlos.
—Mi trato con Elijah es bueno, recuerda que sacó a Stefan de la tumba y quiero confiar en lo que me prometió —les pido.
—Esto será como un plan b, no podemos arriesgarnos a que Elijah cambie de opinión y venga por ti —dice Stefan.
—Rick nos está esperando, tenemos que irnos —le dice Elena antes de tomar sus cosas.
—Aún pienso que es una mala idea —digo y ellos me ignoran.
Bajan las escaleras y salen de la casa, estoy a punto de salir cuando escucho a Penélope y Josie. Camino hacia la sala y las encuentro sentadas frente al fuego mientras ella bebe sangre y Josie mira la mordida.
—¿Cómo está? —le pregunta Penélope.
—Definitivamente... Mejor —le miente.
Eso no se ve nada bien. Parece que se está extendiendo por toda su espalda.
>>¿Cierto, Step? —Josie me pregunta cuando voltea a verme.
Bajo las escaleras de la sala y Penélope voltea a verme.
—No está mal —miento y Penélope asiente.
—¿Dónde está Lizzie? —me pregunta Josie.
—Ella y Hope se fueron al Grill —respondo—. Deberías hablar con ellos, están convencidos de que tienen que encontrar a Caroline, pero creo que eso va a molestar a Elijah.
—No puedo. Estoy con ellos en esto, pero si pudieras hacer de enfermera por un rato —me pide con una pequeña sonrisa.
—No es necesario —dice Penélope—. Tengo el destino de Rose… Voy a morir.
—Es necesario, Step es una chica buena. Es su naturaleza. No puede resistirlo —dice Josie antes de caminar hacia la puerta.
—Ahora vuelvo —le digo a Penélope mientras dejo mis cosas en el sofá y camino hacia Josie.
—Josie… —La detengo antes de que salga—. ¿Va a morir? —susurro.
—Probablamente —susurra—. La mordida de lobo causó algún tipo de infección. Está empeorando. Parece que es verdad lo que ella dice…
—¿Cómo veneno?
—No sé, Step. No soy una experta en el campo. —Veo la impotencia en sus ojos.
Se siente mal por no poder ayudarla.
—Lo siento —murmuro.
—La muerte ocurre. —Trata de hacerse la que no le importa—. Venimos y vamos, más pronto muera, mejor.
Sale de la casa y cierra la puerta con fuerza. No entiendo por qué le cuenta tanto decir que le importa, que le duele y que no quiere que Penélope muera.
Regreso a la sala y camino hacia la chica.
—¿Quieres más sangre o quieres que te traiga una manta? —pregunto y ella niega.
—¿Puedes ayudarme a ir a la cama? —pregunta y yo asiento.
La ayudo a levantarse y tomo una bolsa de sangre antes de subir las escaleras.
—¿En qué habitación estás durmiendo? —le pregunto.
—En la habitación de Josie —murmura y yo asiento.
Caminamos hacia la puerta que me señala y entramos.
—Odio esto —dice cuando caminamos hacia la cama—. Soy un vampiro. No he tenido un resfriado en cinco siglos.
La ayudo a que se acueste y la cubro con las mantas.
>>Nosotros no nos enfermamos. Cuando morimos, es rápido y repentino. Y ahora se ha prolongado por una enfermedad.
—No vas a morir —digo y ella ríe.
—Que frase más humana.
Dejo la bolsa de sangre en la mesita de noche y me siento en la cama. Miro a mi alrededor, es la primera vez que estoy en la habitación de Josie. Es más grande que la de Hope, pero debe ser por que Hope tiene muchas cosas ahí.
>>Nunca antes has estado en la habitación de Josie, ¿verdad? —pregunta.
—No, la había visto en otras habitaciones, pero nunca en esta —murmuro.
—Es la más alejada de todas —me explica Penélope y yo asiento.
Me estiro y tomo un libro que está en la mesita de noche.
Alicia en el país de las maravillas
>>¿No es lo que esperabas? —pregunta.
—Es solo una habitación con una cama —murmuro. Miro la cama y sonrío—. Tal vez, esperaba sábanas de seda.
Ella ríe antes de hacer una mueca de dolor.
—Eres afortunada, ¿lo sabes? —Me mira—. Nunca nadie me ha amado de la manera en que te aman a ti.
—Lo dudo —le aseguro.
—Landon fue mi mejor amigo, nada más —me explica—. Pasé todos estos años escapando de Elijah, así que la idea de una familia no es exactamente compatible con ser un vampiro.
Vuelve a quejarse y yo tomo una bolsa de sangre y se la doy. Ella bebe y me mira.
>>¿Por qué estás tan impaciente por rendirte?
—No me estoy rindiendo en nada —le aseguro.
—¿Cómo llamas a todo este acuerdo con Elijah? —pregunta.
—Lo llamo mi mejor opción.
—Es tu opción más fácil —me corrige.
—Eso no es justo —murmuro—. Solo intento tomar una decisión.
No hay otra opción donde mis amigos, mi familia y las personas que me importan estén a salvo.
—¿Realmente crees que tu amiga bruja destruyó la piedra lunar? —pregunta y yo niego.
—Hablé con Hope, sé que tuvo la ayuda de Josie y Lizzie, supongo que también Bonnie las ayudó. Asumiendo que es el brujo de Elijah, entonces, no. No lo creo.
Me da la bolsa de sangre y yo la dejo en la mesita de noche.