Tiempos de Guerra

Capítulo 8: uno de esos días ~ 2003

2003

Los Ángeles, California

Promocionar álbumes musicales era agotador.

Chris se acurrucó contra la ventana del auto, de camino a la cuarta entrevista de la semana, y contuvo un bostezo. Promocionar álbumes musicales era demasiado agotador.

Se revolvió en su asiento, tratando de encontrar una postura cómoda para descansar. Esperaba que la rueda de prensa no fuera larga, no le quedaban muchas energías para parecer alegre y entusiasta después de todas las actividades de la última semana, y no quería decepcionar a nadie mostrándose gruñón. Lo último que necesitaba era que se iniciara un nuevo rumor negativo acerca de ellos. Ya habían comprobado en varias ocasiones que los medios eran un arma de doble filo.

Echó un vistazo a su lado, al asiento que ocupaba Toni. Pensó que estaría aprovechando el viaje para dormir, pues no habían podido descansar mucho la noche anterior, pero estaba sentado muy recto, con los ojos bien abiertos y con las manos aferradas al asiento con tanta fuerza que se le habían puesto los nudillos blancos.

Así que Chris extendió la mano y despegó suavemente los dedos de Toni de la base del asiento. Toni alzó la mirada hacia él, sorprendido. Chris le sonrió y entrelazó sus dedos con los suyos, permitiendo que Toni se los apretara.

–¿Estás bien? –le preguntó en un susurro.

Toni asintió quedamente. El agarre de sus dedos se suavizó apenas.

–Solo… no estoy de humor. Espero que no sea muy larga.

Chris asintió. Era uno de esos días, entonces.

Toni siempre había detestado esa parte del trabajo, siempre había sido del tipo más bien introvertido. Las entrevistas, las ruedas de prensa, los desconocidos lo ponían nervioso. No le gustaba que lo interrogaran sobre su vida, ni esa presión constante de que podría escapársele algo que no debía decir.

Además, por supuesto, odiaba mentir. Y mentir era obligatorio en aquellas situaciones. A veces no de forma directa, pero para Toni la mentira por omisión era igual de insoportable.

Chris atrajo hacia sí sus manos unidas y besó cada uno de los nudillos de Toni con delicadeza. Toni se limitó a contemplarlo con sus enormes ojos negros, una chispa de diversión brilló en sus pupilas. Soltó un bufido risueño y negó con la cabeza ante el gesto cursi tan propio de Chris.

–¿Por qué eres así? –siseó, fingiendo exasperación.

Chris le sonrió con suficiencia.

–¿Por qué sigues fingiendo que no te gusta?

***

La primera vez que Chris vio a Toni durante uno de sus malos días, era una mañana fría de febrero, poco después de que hubieran terminado su gira como teloneros de Courtney Jones. Tenían una semana de vacaciones antes de la grabación su siguiente video musical, y Chris había conseguido que Toni se quedara a dormir en su casa, aprovechando que su madre estaba en un viaje de trabajo.

El año anterior había sido una locura, y ninguno de los dos había acabado de procesar todas las sorpresas –la mayoría positivas, pero otras no tanto– que se habían encontrado por el camino. Y el nuevo año prometía todavía más.

Pero en aquel momento nada de eso importaba, pensaba Chris, porque esa noche había sido solo para ellos.

Sin importar lo que tuviera que decir en público, no había nada que Chris amara más que dormir entre los brazos de Toni. Incluso aunque le quitara la colcha y le respirara en el cuello. Incluso cuando se agitaba en sueños y lo pateaba. Había extrañado dormir con él durante esos últimos días, ahora que ya no tenían las habitaciones de hotel como excusa y ambos habían tenido que volver a casa con sus padres. Temporalmente.

Aquella mañana, Chris se levantó temprano para preparar el desayuno, pero cuando volvió a su habitación vio que Toni ya estaba despierto en la cama, mirando el techo con expresión abatida.

–¿Qué tienes? –le preguntó de inmediato, dejando las tostadas en su escritorio y recostándose junto a él en la cama, buscando su mano bajo las mantas para apretársela.

Toni se encogió de hombros y suspiró. No lo miró a los ojos.

–No me siento muy bien hoy.

–¿Qué pasó?

Toni volvió a encogerse de hombros de mala gana. Chris notó que tenía bolsas bajo los ojos y se preguntó cuánto habría dormido. Parecía bastante cansado.

–Nada. –Pero luego ladeó el rostro, como pensándolo mejor–. O todo, no lo sé. La verdad, no estoy seguro de que haya alguna razón específica.

Chris no entendía, así que no dijo nada. Se quedó a su lado, acariciando el dorso de su mano y esperando a que él dijera algo más; pero cuando Toni descubrió su mirada inquieta, cerró los ojos y se dio la vuelta, arrancando su mano de entre los dedos de Chris.

–Supongo que algún día ibas a tener que verlo –murmuró contra la frazada, más para sí mismo que para su novio–. No sé, Chris, hoy no tengo ganas de hacer nada.

Chris se mordió el labio, indeciso. Había días en que él tampoco tenía muchas ganas de hacer gran cosa, por supuesto, pero no parecía que Toni se estuviera refiriendo a eso. Le rozó el brazo con dulzura y Toni se estremeció bajo su contacto.



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En el texto hay: musica, gay, lgbt

Editado: 02.08.2025

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