Tiempos de Guerra

Capítulo 51 ~ 2003

-------------------------------------

Mi gente, grab some tissues, que ha llegado el momento que todos sabíamos que llegaría pero estábamos tratando de olvidar.

Claramente escribí este cap escuchando gotta go my own way de hsm2 y no me arrepiento.

En fin, casi estamos al final, eh. Después de todo este tiempo.

-------------------------------------

 


2003

Ciudad de México, México

 

 

Quedaban solamente dos conciertos para dar por finalizada la gira. Mañana darían la última presentación, tras casi un año de viajar sin descanso, y entonces volverían a Los Ángeles para grabar su siguiente disco.

Todos menos Toni, por supuesto.

Joshua ya estaba presionándolos para que empezaran a producir su próximo álbum, pero Chris realmente no tenía la energía para escribir nueva música tan pronto. Apenas estaban terminando con la gira del anterior, hacía sólo unas semanas seguían dando entrevistas y firmas para promocionarlo. ¿Por qué tenían que correr tanto?

Aunque… así lo habían hecho por los últimos cinco años. Tal vez todos necesitaban un descanso.

Chris trató de acomodarse mejor en el sofá, procurando apartar a Ezra con suavidad, que dormitaba contra su hombro. Su amigo no se dio por aludido y continuó babeando sobre su camiseta.

Chris suspiró, resignado. Sí, definitivamente todos necesitaban un descanso.

Tim, sentado en una de las sillas plásticas al otro lado del camerino, le sonrió burlón.

Ambos chicos habían estado particularmente pegados a él desde que se enteraron de que Toni dejaría pronto la banda. Aquellas últimas semanas apenas lo habían dejado solo, todo el tiempo tratando de charlar con él y distraerlo.

Chris lo apreciaba, especialmente tomando en cuenta que la descarga de afecto tan excepcional en Toni empezaba a menguar poco a poco. A medida que se acercaba la fecha definitiva, el buen humor lo iba abandonando. Cada día sonreía menos.

Ahora estaba allí, en el otro extremo de la habitación, hablando en voz baja con sus padres. A ellos también les había contado su decisión hacía muy poco, y Chris todavía no estaba seguro de cómo se lo habían tomado. Lo único que sabía era que hacía unos días había entrado a la habitación de hotel en medio de una llamada de Toni con su madre, y Lorena Morales había dudado por primera vez en su vida sobre cómo tratarlo. Ella, siempre segura y cariñosa, había saludado a Chris con voz vacilante y severa.

Chris no pudo soportarlo. No sabía de qué estaban hablando, y tampoco quería saber. Salió de la habitación para darles privacidad y sólo volvió varias horas después, cuando estaba seguro de que Toni ya estaría acostado, durmiendo o fingiendo dormir.

No le había preguntado después qué habían dicho al respecto. Después de todo, eran los padres de Toni. Chris sabía que siempre lo apoyarían. Siempre estarían ahí para él, para lo que fuera que necesitase.

Y, por mucho que apreciaran a Chris, él no era su hijo. No le debían nada.

Cerró los ojos y apoyó la cabeza contra la de Ez. Ahora mismo la banda telonera estaba terminando su presentación, y luego les tocaría a ellos.

Penúltimo concierto.

No pudo dormitar por mucho tiempo, de todas maneras, porque ni bien cerró los ojos oyó unos pasos acercándose y luego que alguien se aclaraba la garganta frente a él.

–¿Chris? –llamó Morgan suavemente–. ¿Estás despierto?

Chris suspiró y la miró con cansancio.

–¿Qué pasó ahora?

Morgan le echó una mirada severa. No dijo nada, simplemente le entregó un trozo de papel doblado.

Chris lo tomó con desconfianza. Lo abrió y leyó: “TITULAR: Después de cinco años, Toni Morales ha decidido dejar The Milkshake Club para empezar una carrera en solitario.”

Tragó saliva. Se volvió hacia Morgan.

–¿La noticia?

Morgan asintió. Se mordió el labio con nerviosismo.

–Va a salir mañana –informó en voz baja–. O sea, para el concierto de mañana, es muy probable que ya todos lo sepan.

Chris inhaló profundo. Exhaló. Asintió despacio.

–¿Él ya lo vio?

Morgan negó con la cabeza.

–Venía a mostrárselo, pero no quise interrumpirlo. ¿Se lo mostrarías cuando termine?

Chris le hizo un gesto afirmativo, algo distraído, sus ojos ya habían vuelto a la hoja que tenía entre los dedos.

Toni se había negado a hacer el anuncio en una entrevista, no se sentía cómodo hablando al respecto y no quería que le hicieran preguntas personales; y Morgan había conseguido que Carolina estuviera de acuerdo. No había sido difícil. Carolina ya veía a Toni como un hombre voluble y emocionalmente inestable, así que no costó convencerla de que hacer el aviso en una situación estresante podría llevar a que se le escapara algo indebido.



#33220 en Novela romántica
#8319 en Joven Adulto

En el texto hay: boyxboy, drama, gay

Editado: 18.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.