Todas las veces que nunca me amaste

Capítulo 13

Pasando los minutos comencé a relajarme aún más. Bueu es un gran hablador, habíamos cambiado de tema varias veces y la conversación nunca se tornó aburrida. Me conto de su familia, de su padre que es dentista y de su madre que tiene el título de marquesa, lo cual me deja a entender porque él está en el club, su madre pertenece a la nobleza, pero no su padre. No indago más y cambio de tema preguntando por su hermana.

—Se quedo estudiando, literatura medieval no es fácil.

—Le he dicho que iba a darle mis apuntes, dile que el lunes se los traeré sin falta.

—Eres muy amable para ser hermana de James, ¿lo sabes no?

Parpadeo y dejo mi bebida en la mesa para poder analizarlo mejor. No sabía que mi hermano era como Bruno, en el sentido de ir molestando a gente porque sí.

—¿Él te ha hecho algo?

—Y también muy educada —me sonríe —. No, a mí no me ha hecho nada, pero si he visto hacerlo con otra gente.

—¿Cómo quién?

—¿No se lo contaras a tu padre no?

Volteo hacia mi padre, sigue hablando muy cómodamente con esa mujer, pero ahora hay varias personas a su alrededor, que de cierto modo me deja algo tranquila.

—Él no tiene tiempo para lo que yo diga —digo sin pensar.

—De todas maneras, no me gustaría ir por ahí como soplón. —se encoje de hombros —. Una vez lo vi burlándose de Logan Myers.

—Oh… —trago saliva —, creo que lo he visto de lejos.

—Es mejor no cruzarte con él… Logan no es una persona a la que te gustaría cruzar.

—¿Porque dices eso? —me hago la tonta.

Sabía quién era Logan Myers, sabia las cosas horribles que le hacía a los que se anotaban en clubs académicos. Fue él quien noqueo a ese chico del club de historia frente de mío y de otros alumnos. Era alguien de temer, pero aun así quería saber más de él, porque una vez escuche en el baño que había estado con una profesora. En ese momento lo creí un chiste porque ninguna profesora tenía menos de 40 años, la mayoría eran casadas con hijos y algunas viudas.

—Una vez vi cómo partió la cabeza de un chico con su propia maqueta.

—No parece ser muy agresivo.

—Dicen que sus padres tienen problemas, y que él los heredo —niega con la cabeza —. Son solo rumores.

—¿Cómo el rumor de que estuvo con una profesora?

Alza una ceja.

—Veo que si sabes quién es.

—Oh… solo lo escuche en el baño, las chicas suelen hablar mucho ahí dentro.

—Todos pensamos que eras como ellas —señala una mesa.

Y ahí están todas mis compañeras de clases, rubias y altas, con cuerpo y facciones esculpidas por un dios griego antiguo. Estaban todas reunidas con trajes finos y de marca, hablando entre ellas. También estaba entre ellas la chica con la que Aaron se enrollo en mi habitación, ahora más de cerca, viéndola de frente y no completamente desnuda, me doy cuenta que es preciosa. Tiene el pelo color caramelo, sus ojos son azules y su nariz pequeña, al igual que los labios.

—Por supuesto que no —lo miro —. No creo parecerme a ellas en ningún aspecto.

—Obvio no, tú eres más bonita que todas ellas.

Me sonrojo y comienzo a tartamudear. Siento unas manos tapándome la vista, y una risa ya conocida.

—Abuelito…

—¿Cómo va todo pastelito?

Se sienta a mi lado, sonriente y lo abrazo con fuerza. Mi abuela se siente a su lado y mira con curiosidad a Beau, que parece estar congelado mientras lo mira a mi abuelo.

—¿Quién es él, pastelito? —mi abuelo lo mira con la cabeza ladeada y Beau reacciona.

—Señor, soy amigo y compañero de escuela de su nieta. Déjeme decirle que lo admiro muchísimo.

—Ah, Tessy tiene amigos nuevos —me acaricia la cabeza. Si abuelo lo sé, ni yo podía creer que alguien quisiera ser mi amigo —. Es un placer joven…

—Beau Chester, señor —ambos se dan la mano —. Déjeme decirle que su discurso sobre la ayuda para países con conflictos fue excepcional, la cámara debería tener más en cuenta al partido laborista. 

—Muchas gracias, Beau. El partido tiene varios asuntos que arreglar este mes…

Pronto los dos se enfrascan en una charla sobre asuntos parlamentarios. Me había sorprendido saber que Beau estaba tan interesado sobre la política, pero supongo que era bueno que se llevara bien con mis abuelos ¿verdad?

Mi abuela me distrae felicitándome por haber ganado el torneo, y que por supuesto tenía que ser celebrado. Encarga brownies con helado para todos, y me abraza con fuerza cuando le cuento que me anote en varios clubs académicos para tener más puntaje.

Pasamos una linda tarde los cuatro, absortos de lo que pasaba a su alrededor. Mis abuelos invitan a Beau a almorzar con ellos cuando él quiera, les cayó bien, bastante bien. Beau no paro de agradecerles y que era un placer compartir la mesa con ellos. Se despide de nosotros, después de 2 horas, porque su padre lo necesitaba en su casa y se acerca a mi para dejar un beso en mi meguilla y pronuncio que espera verme el lunes en el colegio.

—Este es tu año, Tessy —mi abuelo me abraza.

—Phoebe dijo que es un progreso.

—Por supuesto que si —me acaricia el pelo —. Solo tenías que esperar a el indicado.

Si bien Beau me había hablado, no podía decir lo mismo que Harry y Max. No había sabido nada de ellos, no sabía si todavía les caía bien y eso hacía que entristezca un poco, tenía que trabajar esto con Phoebe en la siguiente sesión.

 Adam me indica que mi padre ya está por irse a casa, decido quedarme más tiempo con mis abuelos en el Club y que se lo comunique a mi padre. Se va prometiendo que se lo dirá, pero resalta que no tarde mucho ya que él quiere tener una charla familia. Le prometo que así será y se retira.

No tenía ni una remota idea sobre lo que mi padre quería hablarme, posiblemente nos dirá que se iba de viaje un tiempo. Mato el tiempo con mis abuelos, damos unas vueltas por el club, saludando a sus amigos y dándole de comer a los patos. Después de tomar el té me llevan a casa, se despiden de mí y me prometen que nos veremos el fin de semana que viene.




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