Todas las veces que nunca me amaste

Capítulo 31

He estado inquita todo el día.

Mis pensamientos estaban mezclados entre sí. Por un lado, tenia a Aaron y mi reciente conversación con Jayden, tenía mis problemas y también, el que mas me preocupaba, era la relación con mi padre. No quería regresar a casa, verlo significaba volver a entristecerme por todo lo que me había hecho. No confiaba en mí, ni siquiera me daba el beneficio de la duda y eso era lo que mas me dolía.

Pesar en la desastrosa relación que tenía con mi padre me distrajo todo el día con el tema de Jude. No había contestado su mensaje aun, tenia algo en el pecho incomodo y no sabia si lo que tenia que decirme iba a ser sobre mi familia. No iba a poder soportarlo.

Estaba mas nerviosa por sus palabras que por su encuentro. Iba a conocer a Jude, en persona, cara a cara y, para mi sorpresa, no estaba nerviosa. Ella me transmitía algo indescriptible y a pesar de la ser la primera vez que iba a conocerla, en persona porque nunca le había visto la cara, menos sabia como era su voz, estaba algo feliz.

—¿Quieres hacer algo después del instituto? —Beau me pregunta mientras estábamos en la clase de biología.

—Me gustaría —le doy una sonrisa —. No quiero regresar a casa aún.

—¿Esta todo bien?

—Mi padre y yo… —dudo un poco antes de contestar — esta algo tenso.

Beau no dice más, solo sonríe y deja caer su brazo sobre mis hombros, como dándome apoyo. Confiaba a en él, aunque no debería. Lo que paso hace poco había dejado un gusto amargo en mi boca y una pequeña voz susurraba en que no podía confiar en nadie luego de lo ocurrido. Por suerte era solo una voz pequeña y puedo ignorarla con facilidad, aprendí como. Si no lo hacía iba a enloquecer.

—Iremos por algún helado, tengo clases con el taller de arte y los chicos tienen practica —me dice —¿puedes esperarnos 1 hora?

—Por supuesto, tengo que terminar el trabajo de historia antigua. Estaré en la biblioteca.

Beau rueda los ojos antes de sonreírme.

—Es trabajo se entrega dentro de 2 meses.

—Siempre me gusta ir un paso adelante —me sonrojo.

Rachel, antes de salir, me pide que me quede un momento para ayudarla con un problema. Acepto contenta y los chicos me dicen que me esperaban en la cafetería.

—Necesito una ayudante para este semestre —se cruza de brazos —¿Quién está más capacitada que tú? Por supuesto que nadie.

—Estaré encantada —sonrío —¿Qué tengo que hacer?

—Ayudarme con los chicos —suspira —. Con los exámenes y con algunas dudas. Supe por Lawer que les diste algunas clases para el examen de calculo —asiento —. Es por eso que te necesito, Tess. Los chicos te entienden fácilmente y aprenden más rápido.

—Puedo hacerlo.

—Perfecto —me entrega unas hojas —. Este es el prototipo de examen que tengo pensado tomarles a los de 5, necesito que agregues algunas preguntas más o que saques las que creas que no sirven.

—Muy bien —lo guardo —. Nos vemos, ten la tranquilidad que podré hacerlo.

—La tengo, cariño —me guiña un ojo.

En la cafetería algunos chicos de mi clase me saludan y me invitan a comer con ellos, y sonrojada los rechazo diciendo que me esperan.

¿Lo pueden creer? Yo rechazando amigos, o alguien con quien pasar el rato, era inaudito. Nunca habia a pensado siquiera en hacer un amigo y ahora, después de tanto, había gente al cual yo le agradaba.

—Muero de hambre —pronuncio dejando mi bolso en la mesa.

—Hicieron pescado con papas, es por eso que no has traído tu almuerzo, ¿verdad? —pregunta Max.

—Claro —me rio luego de saludar a Emma con un abrazo —. Tengo todo fríamente calculado.

—¿Quieres que te acompañe? —Harry pregunta mientras hace el ademan de levantarse. Lo freno sonriente.

—Descuida, puedo sola. Disfruta tu almuerzo.

Luego de un asentimiento, voy a hacer la fila para retirar mi comida. La señora que entrega los platos hace una reverencia y avergonzada la imito. Estaba más concentrada en mi comida que en otra cosa, por eso, cuanto termino y me encamino hacia la mesa, descubro que olvide tomar mi jugo de frambuesa favorito.

—Genial —susurro para mí misma y cuando estoy por girar para ir por el, una mano gigante deja sobre mi bandeja el jugo. El mismo que tomo desde que tengo memoria.

Miro hacia el causante y tiemblo cuando me topo con la cara de Logan.

—Lo has olvidado —pronuncia con voz gruesa, alzando una ceja hacia mí.

—¿Qué?

—Siempre eliges el mismo jugo, Tessandra.

Abro la boca sorprendida y él se va muy tranquilo a sentarse, juntos con sus amigos, que no dejan de mirarnos. En realidad, nadie deja de mirarnos, toda la cafetería estaba atento a nuestro acercamiento. Me pongo roja hasta las orejas y apresuro mi paso hasta mi mesa.

Beau tiene la boca completamente abierta, Max parece haberle dado un ataque porque esta pálido y sus ojos parecen querer salirse de sus cuencas, Harry esta petrificado con una botella de agua a centímetros de su boca y Emma parece asustada cuando me siento a su lado.

Por unos segundos nadie parece querer decir nada, hasta que me aclaro la garganta incomoda. Yo estaba más impactada que todos ellos porque ¿Cómo sabia Logan Myers cual era mi bebida favorita? Nunca había hablado con él, no lo conozco y las preguntas en mi cabeza comienzan a surgir de a miles.

—¿Qué fue aquello? —Beau pregunta en susurros.

—No lo sé… solo había olvidado mi jugo —pronuncio mientras juego con el pequeño envase. 

¿De dónde me conocía Logan?

—Le gustas —todos miramos horrorizados a Emma —. Ningún chico que conozco haría eso por una simple desconocida.

—Es que yo… no lo conozco —trago saliva —. Nunca trate con él.

—Es raro —Max intercede —. Él tampoco parece que te conoce… creo. Nunca te vi hablando con él.

—Ustedes son las únicas personas con las que trate en el instituto —quería que aquello no sonara triste, pero claramente había fallado así que trato de recomponerme —. Digo… nunca me junte con él como hago con ustedes.




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