Todas las veces que nunca me amaste

Epílogo

De todo lo que había aprendido últimamente me he dado cuenta que tan valiosa es la vida de uno mismo.

Pasé por cosas que pensé me destruirían completa, algunas lo hicieron a su manera, pero otras, las que de verdad creía que iban a serlo, simplemente fueron un aprendizaje. Después de tantas lágrimas, después de tanto dolor, siempre viene el alivio. Entendí, a duras penas, que la solución a mi desgracia cotidiana venia de aceptarme a mí misma, tal cual era. Es por eso, que después de casi 5 años de terapia, hoy era mi última sesión con Phoebe.

—Entonces… —comenzó ella, sonriente — ¿Cómo te sientes?

—Como debería haber estado siempre —admito —. Me siento mejor que nunca y te lo debo a ti.

—No me lo debes mi —me guiña un ojo —. Todas esas veces que te derrumbaste, fueron las que te llevaron a volver a construirte y empezar otra vez. Todo, al final, tiene su recompensa.

—Es que no me gusta llevarme todo el crédito —me burlo.

—Humilde, siempre empezando por ahí —niega con la cabeza, risueña —¿Cómo ha ido con esa carta?

Sonrío, recordando.

Después de lo que había pasado en el instituto con Bruno no pude seguir ocultando años de abuso y se lo confesé a mi padre. Con Esme tuvimos que calmarlo puesto que quería regresar y seguir tirándole los dientes, sus palabras no mías. Al final, solo consiguió una orden de alejamiento hacia mí. James sigue algo sorprendido porque nunca creyó que Bruno iba a levantarme la mano. Le dije que no hacía falta golpear a alguien para lastimarlo y lo entendió de inmediato. Aaron, quien no se tranquilizó ni un segundo, me prometió que volvería a golpearlo y, otra vez, le suplique que lo dejara estar porque no quería que se metiera en más problemas. Porque, sin ser una sorpresa, ambos fueron suspendidos toda la semana.

Poco supe de Bruno, pero Beau me dijo que fue suspendido el resto del semestre y que no podía ir a la entrega de diplomas. Entendí que lo dejaron continuar, pero en su casa. No pregunte más, porque le había puesto un punto final a lo que pasaba con él. Quería enfocarme en mi vida ahora, lejos de él y de todo lo que me hacía. James y Aaron no volvieron con él, ni siquiera se disculparon y el único amigo que permaneció con Bruno fue Hugh.

Cuando le conté todo lo que me hacía, Aaron sintió culpa por no haberlo visto antes y no pudo verme a los ojos por una semana. Sentía, en cierto modo, parte de la culpa también por no ponerle un freno y no contárselo a nadie. Cosas como el acoso o la violencia no se deben ocultarse a gente que nos puede dar una mano. Lo entendí tarde y las consecuencias se hicieron sentir. Libere de culpa a Aaron explicándole que tenía miedo de las represalias del padre de Bruno hacía… su esposa. Su familia ya estaba lo suficiente dañada como para agregar más problemas.

Me riño, por supuesto y antes de ponernos a discutir, le recordé la carta y el asunto con Logan. Esa misma tarde estuvo conmigo cuando la abrí. Ver la letra de mi madre no me afecto tan fuerte, solo vi la luz al final del túnel, uno que estaba seguro aclararía todas las dudas que tenía respecto a ella y a mí.

“De Fleur Cavendish a la pequeña y preciosa Tessy Cavendish

Se que todo lo que has hecho ahora no trajo nada más que dolores de cabeza y me divierte el hecho de ser yo la que te lo provoque. Haces una cara muy graciosa cuando estas enojada y frustrada, mi Tessy.

Mi enfermedad, algo que te he mantenido en secreto, ha llegado a su final. No uno alentador, quiero decir, sino uno al que vengo preparándome desde hace mucho. Se que voy a morir. Se que voy a dejarlos solos y, a tu sorpresa, no es eso a lo que temo. Temo, con toda el alma, que mi amada familia se muera conmigo, en vida y no me lo perdonare del otro lado si eso pasa.

Quiero que entiendas que no quise nunca mentirte y mucho menos herirte. Me lastimaría a mí misma si lo pensara solamente, pero no estabas lista aún. Suena egoísta decirlo, pero si es la única manera de que no te hagas daño, entonces puedo estar en paz con eso. James sufrirá con esto, pero es tu padre el encargado de contarle todo y, a pesar de que estoy consciente de que no quiere que lo abandoné, ha aceptado mi decisión de no seguir viviendo.

¿Sabes una cosa? Lo que entenderás, de grande, es que a veces uno se cansa de vivir lleno de dolor y sufrimiento. Lo que me produce este cáncer, Tessy, no es vida. No puedo disfrutar de mi familia si estoy retorciéndome de dolor a escondidas y en silencio. No es la vida que quiero para ustedes. Tienen el derecho de tener una madre presente y que disfrute la vida a su lado. Tengo la certeza de que tu padre la encontrará, a pesar de que no quiera, sé que lo hará. Me prepare para ver como el hombre que amo siga su vida después de mí.

En cuanto a lo demás, tengo entendido que, a esta altura, alguien te habrá contado sobre la familia Myers y quiero que sepas la verdad. Habla con Logan, su único hijo, él tiene la edad de James y sabrá qué hacer cuando le preguntes. Te prometo que no es nada malo, ni mucho menos doloroso. Confía en mí.

Siento no estar contigo, de verdad siento no poder seguir diciéndote te amo todas las mañanas, ni todas las noches, pero me reconforta saber que tienes en claro que lo hago con todas mis fuerzas.

Todas las veces que nunca te amaste a ti misma, Tessy, son el fruto de lo que hoy eres. Todo ese dolor, llanto y desesperación que te hicieron sentir, ahora no es más que una simple manchita que, te lo aseguro, desaparecerá.

Te ama, tu madre.

 

Y aquí estábamos hoy, en la casa de Logan Myers. 

Porque claro, después de terminar de leer todo y llorar, además, Aaron me acompaño a su casa. Logan no estaba sorprendido en lo absoluto cuando toque el timbre de su casa. Me sonrió, calmado y no invito a pasar a la sala para tomar el té.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.