Sam se siente tan apenada que hasta podría salir huyendo ahora mismo de allí, lejos de las palabras que acaban de revelar su humillación a la tibia curiosidad del aire. «David lo escuchó todo...que vergüenza» —piensa—. Aún así se llena de coraje y se aventura a mirarlo de nuevo. Descubriendo como David no responde más que con la misma expresión de burla y picardía que lo ha caracterizado en los últimos días. Con una malvada sonrisa dibujada en el rostro y la cual le dice: "hiciste el papelón de tu vida".
—Eres un perverso, David, ¿lo sabías? No te burles así de mí, por favor. No sabes cuánto siento el que hayas tenido que escuchar todo aquello.
—Está bien —responde él a través de la misma sonrisa—. Sé que no le agrado a tu madre. También sé que ella piensa que no soy lo suficientemente bueno para ti.
—¿Y quién es bueno para mí, según mi madre?
—Alguien que con el debido nivel económico y con la posición social adecuada, te pueda brindar la vida que tú te mereces.
—¡Ja! ¿Y tú crees que eso me interesa? —Repone Sam con desprecio.
Algo que provoca el inmediato asombro que detiene los pasos de David.
—¿A qué te refieres? —Le pregunta.
—Precisamente a lo que oíste —responde ella.
—Espera un segundo ―Pretencioso de retener a Sam, David la toma por el brazo para que se detenga junto a él y de hecho que así lo consigue―. Déjame ver si te entendí bien. Amparándome bajo un escenario hipotético, si yo te propusiera matrimonio. ¿No te importaría el que no tuviese ni un solo centavo que ofrecerte?
―Por supuesto que no —contesta ella enseguida; sin molestarse siquiera en pensar en una respuesta alterna a tan absurdo cuestionamiento.
Si entre nosotros hubiese amor ¿Qué más podría importar? ¿Acaso no somos los dos profesionales? ¿Acaso no podríamos valernos ambos por nuestra propia cuenta? No tendríamos todos los lujos o los excesos con los que ellos cuentan. Tampoco podríamos darnos la gran vida como ellos lo hacen. ¿Pero a quién le interesa? La respuesta a todo no siempre es el dinero; mucho menos los bienes materiales que puedas adquirir con su trivialidad. ¿Quién necesita de todo ello cuando el amor de tu vida se encuentra a tu lado? ¿No lo crees así?
David se muestra impactado; en verdad que está anonadado y con la boca abierta en todo el sentido literal de la palabra. De pronto se halla en el deber de reconocer que las palabras de Adam articularon con amplia sabiduría. Ella ya no es ni la sombra de lo que algún día fue, de eso no le cabe la menor duda. Porque esta hermosa mujer que diserta ahora mismo frente a su asombro y que roba el aliento de su pecho, no es la misma Sam que David algún día conoció...Y eso le encanta. Si antes su corazón latía a todo galope por ella, ahora siente que se le va a salir del pecho.
»Él siempre albergó las esperanzas de poder reencontrarse con ella y ahora que lo hizo, sueña con lograr conquistar su corazón. Escucharla hablar así, de esa manera, no hace otra cosa que incrementar sus niveles de optimismo por todo lo alto y le hace sumergirse una vez más en un mundo lleno de sueños y fantasías.
—Oye, ¿quieres ver cómo van las remodelaciones de la casa? —Le pregunta con flagrante alegría.
—¡Claro! —Responde ella con igual emoción.
El auto de David precede al de Sam y la guía hasta los adentros de la propiedad de los Oliver. Pero antes de bajar de su auto, Sam primero se asegura de que el furioso guardián se encuentre bien sujeto —No quiero otro agujero en mi pantalón —pronuncia entre precavidas sonrisas—. Observa a su alrededor y mira como todo se encuentra iluminado con el debido conocimiento y profesionalismo. Se le hace increíble el ver como la vieja propiedad ha adquirido vida otra vez a través de las manos de David. La misma fuerza y el vigor que fueron captados por ella esta mañana, se ven reflejados en las labores que se han encargado de embellecer la memoria de sus padres.
Da un breve recorrido por los jardines y pronto se encuentra de frente con el gran árbol de manzanas. Recuerda que fueron tantas y maravillosas tardes de entretenidos juegos infantiles alrededor de sus faldas, que ahora mismo no puede evitar sonreír en cuanto su mano recorre la rugosa corteza de su tronco. Son muchas memorias encontradas. Aunque no logra recordar que fue gracias a su guía, que ella logró llegar aquella noche hasta la habitación de Steve y por ende a la de David.
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Editado: 12.05.2024