Torbellino : La Sombra de un Pasado (volumen1 y 2 )

Capítulo 41

 La gran noche anual en casa de los Kendall da inicio con una larga y ostentosa caravana de autos lujosos haciendo ingreso a la propiedad. Todo ha sido predispuesto a razón de muchos cuidados y de mucha entrega por parte de Alexandra. La precisión con la que fueron emitidas las instrucciones, dictaron las normas de la servidumbre en su deber de atender y servir a los invitados. Fieles en acudir al llamado del prestigio.

La iluminación devela el estilo y la elegancia, así como el buen gusto de la anfitriona. Desde los principios de la entrada hasta lo lejos, donde se vislumbran los tonos dorados y cristalinos que rebotan sobre la quietud de las aguas que llenan la piscina. Guía del largo recorrido que emprenden los autos una vez que ingresan y que finaliza hasta rodear la gran fuente de agua, cerca de la entrada principal de la mansión. Allí es donde hacen entrega de las llaves de sus autos a los jóvenes con elegante traje blanco y corbatines rojos; para ser guiados, luego, con lentos rodares hasta el vasto jardín trasero, predispuesto como parqueo oficial de los eventos realizados esta noche.

Allí es donde hacen entrega de las llaves de sus autos a los jóvenes con elegante traje blanco y corbatines rojos; para ser guiados, luego, con lentos rodares hasta el vasto jardín trasero, predispuesto como parqueo oficial de los eventos realiza...

Un conjunto de buenas apreciaciones y gracia, mezclado con la sobriedad de la visión de Alexandra, quien siempre ha expresado que menos es más en este tipo de situaciones. Pero sin dejar de lado la altura y la clase con la que toda una vida se ha caracterizado y por la cual se ha visto aclamada y reconocida en muchas oportunidades. Por ello no es requisito actual de las damas que asisten al exclusivo evento, el vestir una de sus increíbles y costosas creaciones, sino que más bien se ha transformado ya en un deber de carácter casi que religioso. Adoptado por las fieles feligresas de su amplia congregación, al ser considerado de gran privilegio el verse vistas y ataviadas por su renombre.

Una vez pasada la gran puerta principal, el salón central se ve iluminado por el gigantesco candelabro que pende muy ostentoso sobre lo que se ha transformado en la pista de baile. Importantes socios de la firma, al igual que distinguidos miembros de su más selecto grupo de allegados ya se encuentran disfrutando de bebidas, bocadillos y del baile, que ha dado su inicio bajo el destello de las luces de cristal.

Adam hace ingreso en estos momentos junto a Laura, su esposa. Su madre recibe un noble beso en la mejilla y su padre un buen apretón de manos, seguido de un abrazo.

Laura obsequia un respetuoso beso en la mejilla a su suegro.

—Ya era hora de tenerte de nuevo en casa, querida. ¿Hace cuánto que no teníamos el gusto? Casi dos meses, ¿no es así? —Menciona Jim, mientras interroga a su esposa con abiertos reclamos por el tiempo que la joven lleva sin visitarlos.

El silencioso modo de Alexandra responde casi que de inmediato por la ausencia de la chica en sus vidas.

—Mucho que hacer en casa y también con los niños ―Es la tímida excusa otorgada a su suegro por la joven. Pero se miran besos al aire siendo lanzados con afanado desdén y quizás un par de palabras que, cruzadas por mera obligación, aparentan un saludo. Omitiendo el desagradable contacto visual entre las dos. Esto brinda otro tipo de explicaciones a Jim del por qué de la evidente aversión de Laura hacia ellos y también de las pocas visitas hechas a su casa.

—Esta es tu casa, lo sabes muy bien, ¿no es así?

—Si, señor —responde Laura, concediendo secretas miradas llenas de resentimiento hacia su suegra—; pero gracias por recordármelo.

Adam toma a su esposa y se aparta; no sólo para alejarla de su madre, sino también debido a que ocultas señales por parte de Jim le indican que vaya por su hermano. Porque este año posee un elemento muy especial dentro del calendario; este año se está dando la presencia de Danny en el evento. Es la primera vez que al chico se le permite asistir a la reunión y su padre no podría estar más complacido por ello. Esto se da con motivo de presentarle como un futuro miembro de la firma ante los demás socios. Tanto Jim como su pupilo mayor, Adam, lo están preparando para que tome su lugar en el puesto que le corresponde dentro de la compañía que fundó el respetado señor Kendall, padre de Jim y abuelo de los chicos.

Aún faltan algunos años para que la juventud y la inexperiencia de Danny se integren al lado de ellos; por eso desde ahora se preocupan por prepararle el camino que ha de recorrer en cuanto se gradúe de la universidad. Estos son los planes de su padre para con él; los designios marcados sobre su futuro desde el momento en el que naciera. Lo que Jim no sabe es que la rebeldía y la arrogancia del chico trazaron ya sus propios planes y no piensa formar parte de su legado. Él trazará su propio destino y recorrerá su propio camino. Ya compartió la idea con la confianza depositada sobre su hermana. La afinidad que existe entre ambos le hace saber muy bien que ella no lo delatará y cuando llegue el momento él mismo será quien informe a su padre acerca de la decisión. Por ahora, cumple y juega la carta del hijo obediente. Sigue todas las indicaciones de su padre y de su hermano mayor. Adam lo tomó hace unos cuantos días y lo aleccionó dentro de la biblioteca, acerca de la forma correcta en que debe presentarse y conducirse ante los demás miembros de la Junta Directiva. De igual modo en el que lo hizo su padre con él unos años atrás.




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