De camino al Hotel Edward pensaba bastante estresado, no porque la situación fuera demasiado para él, sino porque desde que decidió sacar a Charlotte de la boda había tomado una decisión tras otra sin pensar demasiado, como aceptar la petición de Mery, encarar al padre de Charlotte, o dormir en el mismo hotel. Él mantenía en su mente demasiadas cosas que podrían o no ocurrir a consecuencia de esto, y no le ayudaba el recordar lo tranquilo que se encontraba antes de esto, es como si extrañara esos momentos, y se sentía hipócrita ya que hacía esto para ayudar a su amiga, pero a la vez no estaba totalmente a gusto por razones que parecían no ser relevantes, y quizá solo exageraba todo para sentir que si cometía un error, no sería totalmente su culpa, sino que habría actuado bajo presión.
–Ah, bien, supongo que lo hecho, hecho está. – Dijo Edward al llegar al hotel.
Edward se dirigió a la entrada luego de estacionar su moto.
–¡Ed!
Su corazón se estremeció.
–...
–¡Amigo! Escucha, te seguí... suena raro... ¡Pero estaba preocupado por ti! ¿te quedas en un hotel? – Preguntó Josh acercándose.
–Josh... ¿qué haces aquí? – Preguntó Edward.
–Ya respondí a esa pregunta... Jajaja solo estaba preocupado, vi que saliste de tu universidad y te seguí, ¿recuerdas que te dije que estudiaba cerca de allí? ¿lo hice, verdad? Bueno, da igual.
–A-ah... Escucha Josh, siento no contestar, estuve realmente ocupado, en la tarde podemos hablar si quieres, pero ahora estoy ocupado...
–Amigo me has dicho eso desde que volví... Vine a Boston porque lo prometimos, y tú solo me has evitado... ¿No somos amigos?
–Josh yo sí... ah, es... es mi trabajo...
–¿Trabajas en un hotel?
–No me gusta mezclar las personas en mi vida... y mostrarte mi trabajo conlleva eso... a la larga solamente hace daño... Josh...
–Oh ya entiendo, es decir que no quieres que conozca a tus amigos o compañeros de Boston, ya veo Ed...
–No, no es eso... bueno... más o menos, pero no por lo que piensas-
–No Edward, vine aquí por nosotros, y mira lo que tu me das de regreso... entiendo, fue un error seguirte. –Aclaró Josh mientras se daba la vuelta.
Edward se debatía en su mente y el sentimiento de culpa por pensar que no ayudaba a Charlotte de corazón pues sentía inseguridad de lo que decidía y no lo hacía con convicción se sumó al miedo de perder a Josh, su amigo, por no escoger bien unas palabras.
Supongo que... si quiere irse, es su decisión.
–¿Edward?
–¿C-charlotte? – Respondió Edward con duda.
Josh se percató, pero su orgullo no lo dejó voltear a ver con quién hablaba, sin embargo, caminó más lento para poder escuchar y en el fondo, esperando que Edward lo detuviera.
–¿Quién es él? – Preguntó Charlotte.
–Como estás abajo...
–Ah gracias por preguntar, llevo toda la tarde tratando de bajar, esa cama era demasiado alta, luego tuve que... Bla, bla, bla... – Comenzó a quejarse un pan del desayuno en la mano. – Pero en serio, ¿quién es ese tipo y por qué se quedó parado ahí?
–Él... es mi mejor amigo...
–Oh, y... ¿por qué se va?
–Discutimos... eso creo...
–Bueno, que se vaya rápido, tienes que ayudarme adentro, Dios es un desastre. – Mencionó mientras giraba su silla hacia adentro de nuevo.
...
Edward caminó hacia afuera.
–Oye Josh... Lo siento, sabes que nunca he tomado buenas decisiones... pero creo que no está mal darse cuenta de ello... yo no quería no hacerte parte de mi vida aquí... es solo que me da miedo perderte por eso y también a las personas que conozco aquí ahora, y quedarme solo... Te quiero, amigo, perdón por... eso.
...
–Pensé que no dirías nada, pero sabía que lo harías, por eso esperé, no por otra razón. – Dijo para luego comenzar a reír. – Por cierto, ¿quién es la chica? ¿vives con alguien? Dios... No esperaba eso de ti.
–No, no, ah, entra... te lo explicaré adentro...
¿De qué me habría arrepentido más? ¿de lo que pasará o lo que pudo haber pasado?
Entonces Josh siguió a Edward hasta la habitación de Charlotte.
–Hasta que llegas... Eh... si discutieron, ¿por qué está aquí? ¿no se supone que después de eso las personas dejan de hablar? – Preguntó Charlotte.
–Él es Josh, y Josh, ella es Charlotte, es una amiga mía.
–¿Oye, no respondiste mi pregunta? – Agregó Charlotte.
–Jaja, hola, utilizas silla de ruedas, no me percaté porque no estaba prestándoles atención, ejem, un gusto, Josh. – Dijo ofreciéndole la mano.
–Si como sea, Charlotte. – Respondió sin aceptar la mano de Josh.
–Oye acepta mi saludo. – Mencionó Josh.
–No moleste qué asco...
–No insistas, Josh. – Dijo lanzándole el tipo de mirada que usas cuando quieres dar algo a entender en una situación incómoda.
–Bueno, entiendo por qué eres amiga de Edward, pero, por qué están en un hotel...
–Lo que pasa es...
–No digas nada Edward, no te he dado mi permiso. – Interrumpió Charlotte.
–¿Sabes? Eres como un pequeño chihuahua rabioso jajajaja.
–¿Ah se puede ir? Si te das cuenta de que nadie ríe además de ti, ¿verdad?
–Y uno muy cruel...
–Bueno Josh, no vivo con ella, solo estoy de visita y le ayudo con unas cosas.
–Eso solo me genera más preguntas... pero no me arriesgaré a otro comentario cruel. De todos modos, se me hacía raro cuando llegué cómo pagarías un hotel tan costoso jaja tendría que irte muy bien en tu trabajo, que por cierto, ¿cómo te va?
–A-ah...
Edward no quería mentirle a su amigo, pero Charlotte lo veía con ojos de (Si le dices, te mato), entonces estaba en una encrucijada.
–Y... ¿bien? – Preguntó Josh.
–Va bien, pero como viste, puede que esté ocupado ahora, ¿puedes esperarme afuera o salimos más tarde? Podré hablar contigo con más tiempo.