Trampas Del Corazón

Capítulo 9: "No se metan con ella"

Bruno había dejado por primera vez en toda la noche a Alessia sola, pues Osca le había pedido que salieran un rato fuera del salón donde se llevaba a cabo la fiesta, pues quería hablar con el del trato. Como la petición de Osca fue en presencia de Alessia, Bruno para que ella no empiece a sospechar algo decidió aceptar lo que su amigo propuso y salió tras de este fuera del lugar.

Mientras el par de jóvenes platicaban fuera del salón de fiesta, dentro de este una feliz Alessia, se había terminado ya la siguiente copa de esa deliciosa bebida que gentilmente le ofrecía el mesero cada vez que pasaba junto a su mesa, cuando de repente empezó a sentirse como si fuera otra, se encontraba eufórica y con muchas energías que necesitaba liberar. Barcía al notar que su plan marchaba como ella quería, decidió continuar con su plan, y se acercó a ella para provocarla.

 

—Haber mosquita muerta ¿te reto a que me demuestres que tú eres mejor que yo? — pronunció en tono desafiante la joven.

—Yo no tengo que demostrarte nada —  respondió Alessia con mucha seguridad.

—Si estas tan segura hagamos un juego, si tú ganas te prometo que nunca más te vuelvo a molestar, pero si yo te gano, tú serás mi empleada personal de aquí a lo queda del año — agregó Barcia.

—No voy a caer en tu juego — contesto Alessia, mientras empezaba a sentir un extraño calor en todo su cuerpo.

—Mira Alessia, los que elijarán a la ganadora no seré yo serán ellos como es lo justo —dijo Barcía señalando a los jóvenes que se encontraban en el salón y miraban expectantes.

—Haber ¿qué quieres?, ¿acaso un combate entre las dos?, aunque ello es imposible se te romperían las uñas y empezarías a llorar — le respondió sarcásticamente por primera vez Alessia, tal vez debido a la ingesta de alcohol, ya que ella nunca había respondido a los ataques de Barcía o su prima desde que llego a la escuela, pero esta vez sí lo hizo, y aumento la molestia de Barcía.

—Como se te ocurre algo así— dijo Mía, tras acercarse al lugar donde estaban las dos jóvenes. Este lugar no es un cuadrilátero queridita — añadió con cierto sarcasmo, haciendo una pausa para acotar — Aunque es lógico, aunque hoy vistas como princesa, sigues siendo una pobretona sin clase.

—Tú no te metas, el asunto es con tu prima no contigo — pronunció Alessia.

—Te reto a bailar “pole dance” — dijo la Barcía, interrumpiendo la discusión de las jóvenes.

—No, eso no — contesto escandalizada Alessia.

—Eres una cobarde y así dices que eres valiente — se burló de ella Barcía.

—Que esperabas primita, ella solo sabe dar golpes y patadas, ella no sabe nada de arte — acotó Mía mientras una amplia sonrisa se plasmaba en su rostro.

—Sí, tienes razón — respondió Barcía, mirándola desafiante.

 

Alessia miro el rostro de las jóvenes y de los demás jóvenes presentes en el lugar, al tiempo que un pensamiento le paso por su mente.

 

—«¿Qué difícil puede ser darle de vueltas a un tubito con movimientos acrobáticos?, yo tengo elasticidad en mi cuerpo, no puede ser tan difícil para mí» — pensó Alessia.

—¿A ver aceptas o reconoces que eres una cobarde? — pronunció Barcía.

—Sí cumplirás tu promesa, si gano — dijo Alessia.

—Ya te dije que sí — respondió con firmeza Barcía, mientras Mía sonreía.

—Acepto siempre y cuando tu prima también deje de molestarme — contesto Alessia al ver la sonrisa burlona de Mía.

 

Barcía poso su mirada en Mía, y tras un intercambio de miradas y sonrisas, Barcía poso nuevamente su mirada en Alessia.

 

—No hay problema, si me ganas Mía y yo dejaremos de molestarte — dijo Barcía.

—Bien — contesto Alessia.

— Entonces sígueme — pronunció Barcía.

 

Alessia camino tras Barcía, quien, al pasar junto a su prima, la miro fijamente como diciéndole algo con la mirada, mientras esta asentía. En tanto fuera del salón de la fiesta un par de jóvenes continuaban con su plática.

 

—Bruno, ¿dime la verdad? — decía en tono un tanto desesperado Osca.

—No insistas Ojitos — contesto Bruno, mirando su reloj para luego acotar — Mira por tu culpa ya perdí media hora, solo me quedan 25 minutos con ella y no he podido iniciar mi plan.

—Pero…

—No me quites más el tiempo Ojitos — agrego Bruno, luego de ello volvió al salón seguido de su amigo.

 

En cuando el par de jóvenes entraron al salón se llevaron una gran sorpresa, todos los presentes estaban en círculo, muy atentos y con los ojos como platos de la impresión con la mirada fija hacia el pequeño escenario que había en el lugar. Bruno y Osca guiados por su curiosidad miraron también hacia el escenario para ver qué era lo que tenía tan entretenidos a hombres y mujeres que lo único que hacían eran aplaudir sin desviar su mirada para nada, solo sonrisas se plasmaban en sus rostros, en el caso de las chicas estás eran sonrisas burlonas y por momentos hacían comentarios como “Es una zorra completa”; y los hombres parecía que se le caía la baba.




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