Trampas Del Corazón

Capítulo 15: "La verdad revelada"

Una hermosa joven reía como desquiciada, mientras aplaudía, al tiempo que caminaba hacia el lugar donde un par de jóvenes se encontraban mirándola atónitos, luego de ser descubiertos por esta besándose.

 

—Bravo, bravo, bravo — decía Mía mientras aplaudía, al tiempo que llegaba frente al par de jóvenes. Te felicito bebé, nunca imagine que fueras tan buen actor — agrego, causando intriga en uno de los jóvenes y preocupación en el otro.

—¿Qué te pasa Mía?, ¿por qué dices eso? — respondió furioso Osca.

—Y tú eres tan estúpida, que caíste redondita en su juego — agregó riendo maléficamente la joven, aumentando la preocupación de Osca.

—¿A qué te refieres? — pronunció Alessia, con lágrimas en los ojos de solo pensar que Osca había estado jugando con ella.

 

Al escuchar semejante escándalo en el pasillo algunos alumnos que aún no habían entrado a clases se acercaron, entre ellos se encontraban Bruno, Barcia y Leo.

 

—¿Qué está pasando? — dijo furioso Bruno, acercándose a dónde se encontraban Osca y Alessia.

—El que faltaba — pronunció con cierta ironía con una sonrisa burlona Mía.

 —Mía, ¿Qué piensas hacer? — expreso intrigada Barcia.

—Tú no te metas primita, además esto también te beneficia a ti, lo único que haré es abrirle los ojos a esta mosca muerta que se creía la cenicienta porque dos jóvenes atractivos y millonarios andaban tras ella haciéndola sentir misma princesa — contesto con rabia Mía.

—¡Cállate Mía¡, estás loca — dijo furioso Osca, al notar las intenciones de su ex.

—Yo loca, ¡qué va!, yo estoy bien cuerda, y por lo mismo quiero ver que tan capaces son de negar frente a ella que solo la estuvieron usando como un objeto — agrego con firmeza Mía, mirando a ambos jóvenes.

—¿Qué?, no te entiendo Mía — dijo Alessia, con lágrimas en los ojos.

—Mira pobretona, estos dos te apostaron, como si fueras un objeto, pensaban jugar contigo como han hecho con muchas chicas desde la escuela, solo fuiste su juguete y tu de idiota pensaste que se acercaron a ti en plan de amigos, estos dos no son amigos de nadie, solo de ellos mismos, están con una chica hasta que se hartan con ella y luego la tiran como zapatilla vieja…— respondía Mia.

—¡Cállate Mía! no sigas — dijo furioso Osca.

—Mira bebe, si tú hubieras vuelto conmigo, ella nunca hubiese sabido lo que trataban de hacer con ella, tú te lo buscaste querido, no te hagas el ofendido, ni me vengas con reclamos — contesto Mía con frialdad.

—Mía, eres una desgraciada — agrego furioso Bruno, tratando de abalnzarse sobre la joven.

—Bruno cálmate solo complicarás las cosas — dijo Leo, mientras sujetaba a su furioso amigo.

—Cobarde, nunca imagine que fueras un golpeador de mujeres — acotó Mía, haciendo reaccionar a Bruno.

—Yo no soy un golpeador de mujeres — dijo Bruno, mientras Leo, lo sujetaba.

—Ello es cierto, Bruno solo reacciono por impulso, él jamás golpearía a una mujer — acotaba Osca, con firmeza.

—Los dos falsos se juntaron — pronunció Mía, mientras el par de jóvenes respiraban profundamente para evitar cometer alguna tontería más.

 

Alessia, miro a ambos jóvenes con decepción y las lágrimas que estaba tratando de controlar empezaron a caer a través de su hermoso rostro. La joven se acercó primero a Bruno y le dio una bofetada que dejo atónitos a todos, luego fue donde Osca y le dio una bofetada en cada mejilla, y les dijo a ambos jóvenes algo que jamás pensaron oír en sus vidas y que les hizo sentir los más miserables del mundo.

 

—Los odio, los odio, nunca más se atrevan a dirigirme la palabra — pronuncio Alessia, echando a correr lo más rápido que pudo por el pasillo, durante su trayecto Dafne que había pedido permiso a su profesor, pues estaba preocupada porque sus amigos no llegaban la vio, y echo a correr tras de ella.

 

Mientras tanto Barcia, se acercaba a Bruno para darle un abrazo solidario, que este correspondió, mientras trataba de contener las lágrimas de dolor e impotencia que amenazan con salir de sus ojos.

 

—Dale tiempo, cuando pasen unos días y asimile mejor las cosas habla con ella, ahora está herida compréndela — decía la joven.

 

Osca estaba igual de devastado que Bruno, aunque a parte sentía rabia, Mía desde que la conoció siempre le arruinaba todos sus planes, incluso tuvo que estar con ella porque lo obligaron; y ahora ella había destruido lo más hermoso que él hasta ese momento había experimentado, su amistad con Alessia, además él la amaba, la amaba de verdad, ella le gusto desde que la vio, pero Mía se encargó de envenenarla, y ello lo hacía sentir fatal.  Una lagrima bajo por su mejilla de repente, al tiempo que sintió unas palmadas en la espalda, era su amigo Leo, que se había acercado a él para darle consuelo.

 




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