Trampas Del Corazón

EPÍLOGO

Ya habían trascurrido 6 meses desde la boda de Bruno y Barcia, 6 meses del retorno de Osca a su país, 6 meses desde que Osca y Alessia, pudieron aclararlo todo y hacerse novios, 6 meses más de amistad entre Bruno y Osca, una amistad que se inició en la infancia y que seguía perdurando a pesar de los años, así como su manera de definir algún reto, promesa o simplemente determinar quién de los dos era el ganador de algo, como ese día, en el que ambos estaban en una de las mesas de un restaurante frente a frente haciendo su ya clásica medida de fuerza, sin saber que a la entrada del lujoso lugar dos hermosas jovencitas los observaban.

 

—¡Gane! — decía con una sonrisa triunfal Bruno.

—¡Si! pero solo porque me distraje, ahora nuevamente empatados — contesto Osca, como siempre que ello sucedía.

—Entonces a cumplir lo que prometiste — agrego con una amplia sonrisa Bruno.

—Sabes, por eso fue que te deje ganar, en el fondo ya quería hacerlo — respondió riendo Osca.

—Tramposo, pero, en fin, todo sea por verlos al fin juntos para siempre — decía Bruno, con una sonrisa tatuada en su rostro.

 

Cuando en eso las dos jovencitas que habían observado a lo lejos la graciosa situación, se acercaron y cubrieron con sus manos los ojos de sus respectivos amores.

 

—Ese perfume mujer sexy lo reconocería donde sea — dijo Bruno, mientras se quitaba las manos de su amada de sus ojos y la sentaba en sus piernas para darle un apasionado beso, mientras su amigo hacia lo mismo con las suaves y delicadas manos de su amada.

—Mi preciosa Ale — pronunció Osca, mientras acomodaba una silla junto a él para que su novia se sentaba en esta.

 

Alessia, tomo asiento en la silla que Osca coloco, y tras de ello acerco su rostro al de su novio para darle un apasionado beso.

 

—Bueno amor, creo que aquí salimos sobrando — pronuncio Bruno, sonriendo, mientras se levantaba de su asiento junto con su esposa, al tiempo que sus amigos rompían el beso.

—Si amor, mejor vamos a casa, a ver una buena película — dijo de manera sexy Barcia.

—Pero ustedes no estorban nada, son nuestros amigos — contesto Alessia.

—No te preocupes por nosotros Alessia, Ojitos tiene que decirte algo importante — agrego Bruno mirando a Osca con una sonrisa cómplice.

—Bueno como quieran — dijo Alessia, mientras miraba a su novio que parecía algo distraído, mientras la pareja de esposos, se retiraban del lugar. ¿Qué tienes?, te sientes mal — pronunció la joven, tocando el rostro de su amado con una de sus manos.

—¡Eh! no, es que estoy pensando en cómo decírtelo — contesto Osca.

—Decirme ¿qué?, ¿tiene que ver con esas tontas apuestas que aún sigues haciendo con Bruno?, mira que la última vez por apostar quien comía más platos de arroz por poco y mueres ahogado — respondió Alessia, con temor en su voz.

—¡Eh! sí, pero como tengo novia médico, tú siempre estarás allí para salvarme, ¿no? — pronunció sonriendo el joven, haciendo una pausa para añadir — No se trata de ese tipo de apuestas.

—¿Entonces? — dijo con seriedad la joven.

—Ale, creo que ya llego el momento de que demos el siguiente paso, nos conocemos hace mucho y nuestro amor fue capaz de soportar la distancia y el tiempo, y no creas que lo hago por una apuesta lo hago ¡porque te amo!, porque quiero compartir el resto de mi vida junto a ti, despertar cada mañana a tu lado, que seas tú quien me de los buenos días y que cuando llegue la noche me des un beso al acostarme, quiero compartir contigo mis desayunos, almuerzos y cenas. Ale, acéptame como tu esposo ¿Cásate conmigo? — respondió Osca.

—Claro que acepto mi amor, yo también quiero compartir cada dia a tu lado — contesto Alessia, con una bella sonrisa, mientras el joven le colocaba en uno de los dedos de su mano un bello anillo de compromiso que sacó del bolsillo de la chaqueta que llevaba puesto, y segundos después, le daba un apasionado beso.

                                                                                   

Un mes después, dos jóvenes vestidos de blanco se daban un dulce y apasionado beso en una hermosa iglesia, bajo la mirada de todos sus amigos testigos de ese gran amor que nació con una apuesta y que gracias a las trampas del corazón se fue convirtiendo en el más bello y puro amor, que fue capaz de soportarlo todo y a pesar de todo hacer prevalecer la amistad y lealtad como los valores más importante para alcanzar la felicidad.

 

 

FIN

 

 




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