Treinta días de soledad.

Día decimoséptimo : ''Valles cristalinos.''

Valles cristalinos.

Amor.

 

 

 

Valles cristalinos que esconden mis amores,

sombras puras de ansiedad e ira.

Traicioneramente mis pestañas se cierran y detrás de mis parpados tu imagen se dibuja,

Ay de mí que te pierdo y te recuerdo cada madrugada.

No ser más que una ninfa que vaga entre tus valles.

Soy parte de tus trincheras, de quienes te socavan,

te martillan y te turban.


 

Te imagino cada mañana,

Sublime, avasallante,

embelesada corrompo mis ideas,

encarcelada te tomo de rehén entre sueños

y malos augurios.

Ay amor que me condena y me llama, me vuelve parte de ti y me separa de tus brazos.


 

Tus labios son agua que fluye en mi subconsciente.

Pupilas cual reloj que marcan el tiempo de mi demora,

no te desconozco, no te tomo.

Te dejo libre y me embellezco,

espero tu llegada, tu regreso temeroso.

Turpial que bate sus alas y te vuelcas al cielo, me dejas.

He ahí desde mi cielo te observo, te idealizo y quizás te beso.


 

Cobarde te dejo marchar,

en libertad te robas mi aliento,

mis pestañas, mis deseos.

Despojada te dejo ir.

Esperando que algún día el amor vuelva a tus oído,

y que mudo te acerques.




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