La brisa que golpea mi rostro me hace cosquillar la nariz, que está tan roja, como paspada de tanto sobarme. Estar engripada es un asco, sobre todo cuando en medio de la clase estornudas y casi te sale el Oceáno Pacífico de ahí.
Y peor aún, cuando tienes unos compañeros que se burlan hasta de como respiras. Por suerte tengo buena autoestima, porque para estar en el colegio "HamiltonSchool" se necesita tener una alta dosis de ello, o serás la presa de seres sangínarios, como lo son Tanya y su grupito de secuáces, que la persiguen por todos lados.
O también podría hablarte de Josh y el equipo de hockey, que no hacen más que lanzarte indirectas y mirarte como si fueses un ser inferior. Pese a tener un cuerpo grande y musculoso, gracias a los entrenamientos, sus cerebros son como una nuez.
Típico de las escuelas.
Pero no te creas todo el cuento. Aquí yo no soy la "invisible" la "tonta" "la patito feo" o como quieras llamarlo. Pero tampoco soy la capitana o integrante del equipo de porristas.
Para nada.
Soy capitana, pero no de porristas. Juego en el equipo de volleyball y gracias a dos años de duro entrenamiento y de esfuerzo, por fin puedo decir señores y señoras que soy capitana del equipo de voleyball".
Muy orgullosa estoy por el logro. No fue nada fácil, sobre todo cuando ha habido un montón de inconvenientes en el camino y gente a la cual no le agradaba o a la cual no le parecía lo suficientemente capacitada para llevar esa responsabilidad que da el de ser capitana.
Pero agradezco tenes compañeras y amigas dentro del equipo que me han apoyada y votado para que este logro se cumpliera. Ahora una vez aclarado esto, puedo decir que tengo cierta popularidad dentro del colegio... una popularidad que no le agrada para nada a Tanya Franco "alías Perra".
Pero es inofensiva, es igual al perro que solo ladra pero no muerde. Solo por esa popularidad es que ella y sus secuaces están obligadas a compartir mesa en cafetería conmigo, eso y porque compartimos amistades dentro del grupo.
Sé que no le agrado a Tanya, es evidente, es más, me atrevería a decir que todos lo saben, pero prefieren mirar hacia otro lado y fingir que no ven nada. A Tanya le asusta que pueda tenes más atención que ella, que puedan preferirme a mi, antes que a ella.
Lo ha dejado más que claro, con varios comentarios despectivos hacia mi persona. Pero no soy de esas personas que se dejan pisotear con tanta facilidad. En este juego no voy a permitir que ella me humille y se salga con la suya como tan acostumbrada está.
Porque si vamos a hablar de "perras" puede escribirme en la primera fila de su lista, porque no voy a quedarme atrás. Ni siquiera cuando nuestras vidas son tan diferentes.
Hablemos de la vida lujosa que lleva Tanya, con su auto lujoso, sus constantes joyas que lleva en sus muñecas o los aretes que brillan más que la luz o hablemos de su mansión de tres pisos, que no entiendo para que necesitan una casa tan grande cuando en ella habitan solo tres personas, porque si, Tanya es hija única.
Y por lo tanto, es tan consentida que entiendo perfectamente su actitud caprichosa y mal educada que con tan frecuencia deja relucir.
En cambio yo, de tan solo pensar en donde vivo, aprieto los labios de rabia. Me parece una injusticia de mi parte. No tengo nada, vivo en una casa de madera que en los días de lluvia, no sé si te mojas más adentro que afuera, en los días de frío el interruptor de agua caliente no anda, pero cuando hace calor, te quema. Y ni decir de que debemos más de dos meses de renta.
Si la dueña no nos echó todavía, es porque es amiga íntima de mamá y no va a echarnos a la calle. Si no fuera por ella, no sé donde estaríamos en este momento... bajo un puente por lo menos.
Pero Hanna, amiga de mamá, no es rica y por lo tanto no puede arreglar la casita donde con tanto cariño nos "presta" y que casi se está cayendo a pedazos. Pero mamá dice, que al menos vivimos bajo un techo y tenemos lo que comer.
Aprieto los labios con frustración y enojo ante tanta sandeces que salen de mamá. Y es que ¿por qué no podemos tener dinero? ¿por qué no puedo vivir bien en una casa que me brinde lo que necesito? ¿Por qué? ¿por qué me tocó una familia pobre? ¿por qué no pude nacer del ceno de una familia rica?! ¡¿por qué?!
No es que no sea desagradecida, pero es que ya estoy harta y cansada. Recuerdo todas las discusiones que he tenido con mamá sobre el tema, donde termino yéndome con furia de allí, antes de exaltarme de más y hacer algo de lo que podría arrepentirme más tarde.
Me parece injusto la vida que tengo. Y es que es muy corta y yo muy joven, quiero disfrutar, tener dinero y gastarlo en lo que quiera, sin preocuparme que tenga que dejar algo para la comida de mañana.
Tanya tiene mucho dinero, pero no lo sabe usar, lo malgasta en cosas inecesarias, como maquillaje, cejas, pestañas y demás cosas de las cuales yo, por ser "pobre" no puedo disfrutar.
Ella puede hacer lo que quiera sin preocuparse por nada, lo único que tiene que hacer es agitar sus falsas pestañas y poner ojitos de cachorritos y lo tiene todo cuando quiere y como quiere. Incluso si quiere irse a Boston a estudiar, lo único que tiene que hacer es hablarlo con sus padres y ellos la llevarán en su yet privado.
En cambio yo, si estudio en HamiltonSchool es por una beca. Nadie sabe que soy una becada, si lo supieran ya sería una marginada más del colegio, me apartarían y se burlarían, lo sé muy bien. Sobre todo Tanya que siempre busca el mínimo detalle para burlarse de mi y si se enterara, seria huevo frito.
Es por eso que guardo este secreto con tanto fervor y fingo una vida que no tengo. Donde supuestamente soy millonaria.
Pobre de mi.
Me río para no llorar. Soy un asco lo sé, pero tengo que cumplir con mi objetivo, luego de eso, todos pueden irse a la mierda. Pero para eso tengo que tener dinero, y ya tengo un plan para conseguirlo, solo tengo que esperar un poquito más.
#1998 en Joven Adulto
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Editado: 13.10.2023