A punto de que él timbre de salida sonara, Valeria se encontraba dormida una vez más en su asiento, pues esto de dormirse en clase era algo normal y rutinario para ella. Los maestros acostumbraban a despertarla de un tremendo grito que obviamente molestaba e irritaba a Valeria, pero a ella simplemente no le importaba nada a su alrededor, era sólo una holgazana sin metas ni sueños como su madre solía decirle.
Al llegar a casa como era costumbre, comió, tomó una ducha y comenzó a revisar sus redes sociales.
Claudia, Rafaela y Fanny (sus mejores amigas) habían escrito un post en donde mencionaban que un estudiante sería transferido a su escuela, Valeria no le dió mucha importancia al tema y lo ignoró completamente.
Al día siguiente, en su grado, todos mencionaban al "transferido", los chicos con morbo decían que quien sería transferida, sería una hermosa señorita de buen cuerpo, cutis perfecto y piel hermosa; mientras que por otro lado las chicas morían porque fuese un joven galante y guapo, como era de suponerse esto a Valeria le valía muy poco.
Ella sólo pensaba en: -si es tan guapo o guapa ¿que más da?, eso no quita que sea una persona tan corriente como cualquier otra-
Y nuevamente otro día transcurrió...