Media hora después, salieron del hospital y fueron a la casa de Nancy y esta decidió pedir el almuerzo a domicilio a su restaurante favorito, ya que estaba cansada para cocinar y según Andrés, tenían una cita a las 3:00 de la tarde en una boutique para ver vestidos de boda y luego en un salón de belleza para ensayar y programar el maquillaje adecuado para mañana.
- chicos, voy a pedir el almuerzo, así que vayan preparándose, porque no demora en llegar y después nos arreglamos para salir, ¿vale? Voy a darme una ducha rápida y ya salgo
- Claro, tía. No te preocupes y lo recibo – le contestó Andrés que estaba en la sala, mirando el celular – ve tranquila – dice mientras levanta la vista y la mira dándole una hermosa sonrisa. Ella al notarla le dice muy seriamente:
- con esa sonrisa, no vas a salvarte de los tirones de orejas que te daré como cuando eras niño, Andrés Fernando Benavides Maldonado – se da media vuelta y entra a su habitación, escucha una fuerte carcajada como respuesta de él.
Andrés se sienta en uno de los sofás, para buscar un número en su celular, lo encuentra, presiona el botón de llamar. Espera que conteste, lo hacen a tres timbrazos.
- Hola, Andrés, ¿cómo estás? ¿ya está todo listo?
- Hola, padre Antonio, bien sí señor. Solo falta algunos detalles de la novia; y ¿usted ya tiene todo preparado para enviarle a los muchachos, ellos lo ayudarán todo lo que va a traer. Recuerde que ya ellos tienen el avión listo.
- Está bien, hijo, sí, ya tengo todo listo y no estoy de acuerdo en que no invites a tus padres – lo regaña – pero entiendo las carreras que tienes para casarte y proteger a tu pareja y a tu bebé – Andrés exhala un suspiro y le contesta al padre
- Es un hecho que no pienso correr el riesgo de perderlas, padre Antonio, tampoco pienso dejar que sufran como sufrió mi cuñada y sus gemelos, así que, con este compromiso, aseguro el bienestar de mi mujer y mi hija – dice muy seguro
- Listo Andrés, cuando ya esté en aeropuerto, te llamo – le confirma el padre Antonio
- Está bien, lo mandaré a recoger, con alguno de los escoltas – le dice – muchas gracias padre – en ese momento baja de las escaleras Stella, él la ve con el ceño fruncido y se preocupa por lo que haya escuchado – hola cariño mío, ven… – se levanta para tomarla del brazo y llevarla al sofá para que se siente
- ¿Con qué padre estabas hablando? – pregunta con sospecha
- Con el que nos va a casar – la mira muy serio - ¿qué? ¿pensabas que nos íbamos a casar por lo civil? – se sienta a su lado y la abraza – no mi amor, será para que mi madre me deje sin más descendencia – y se carcajea imaginando a su madre enojada – no te preocupes, ¿vale? Ya tengo todo cubierto – en eso suena su celular y ve que es su padre Joaquín, se levanta para contestar – Hola papá, ¿Cómo están todos por allá?
- No también como quisiera, hijo – le contesta su padre
- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? – Stella lo mira con preocupación –
- Sentí una vibra muy maligna cerca a ustedes, así que nos vamos para allá a confrontarla –
- ¿De qué está hablando, papá? Miró a su novia con desespero y preocupación
- Están buscando a Nancy y a su hijo, eso es lo que siento, lo que me dice le poder de la luz, debemos protegerlos, así que haz que vengan a casa. Inmediatamente – le dijo el señor Joaquín – ya envíe el avión para que se vengan
- Ok, papá, ya hablo con ellas y estaremos en casa lo antes posible – cortó la llamada y corrió escalera arriba llamando a Nancy – tía Nancy, recoge tus cosas, por nos vamos
- Andrés ¿qué pasa? ¿Por qué corres y gritas de esa manera? – ella también iba a subir las escaleras, cuando Andrés le dice –
- Tú, quédate abajo, no subas, puedes caerte – llega a la puerta de la habitación de Nancy y toca varias veces y ella sale envuelta en una toalla
- ¿qué pasa, Andrés? ¿Cuál es el escándalo? – le grita enojada
- Tía, no hay tiempo que perder – le dice – solo sé que la gente que mató a mi tío y te hirió, los andan buscando a ti a y tu hijo, así que… - le insiste que tome algunas cosas, se ponga algo cómodo porque iban a salir enseguida. Luego le dice a Stella – amor ¿tienes tus cosas en la maleta? ¿Dónde está?
- en el closet, pero ¿tenemos que irnos? – le responde
- Si queremos salvar a tu tía, sí, amor – ya bajo – en eso suena el timbre de la puerta – mira si es el almuerzo – no espera, yo abro, sube a tu habitación y no hagas ruido, ¿vale? – toma el celular y llama a sus escoltas – vayan buscando transportes, porque nos vamos todos al aeropuerto y que suba Vanegas a custodiarnos, estamos en peligro – ¡sí, señor! – contestó el escolta. Se asoma por la mirilla y efectivamente es el mensajero del restaurante, trayendo el almuerzo, abre con mucho cuidado y mira a su alrededor – hola, aquí está el pago – mira al chico y le pregunta – ¿tienes familia? – el chico asiente – bueno, hoy es tu día de suerte, amigo – le devuelve los paquetes del almuerzo – para que se te los lleves a casa, ¿vale?
- gracias, señor – el chico se alegra y se va muy contento, ve a su escolta llegar y le dice – ya salimos, busca una salida segura, están por llegas camionetas negras a este lugar, así que debemos salir rápido – el escolta asiente y se pone en contacto con sus compañeros. Andrés cierra la puerta y ve a Nancy y a Stella ya listas y con cara de susto – vamos, estén tranquilas – se le acerca y las abraza, se pone en contacto con su padre mentalmente y le dice: papá, ya estamos listos – su padre le dice que las sostenga bien y desaparecen de la casa.