Luego de intentar reiteradas veces en tocar la puerta del baño para que mi hermana salga de una vez, me rindo y espero en la habitación. La fiesta que habían re programado para éste fin de semana es hoy y si Erin no se apuraba dudaba llegar algún día. Tenía que aceptar que era yo quien no era del todo puntual, pero ahora que habíamos intercambiado roles podía sacar un poco de provecho por ello. Mi hermana me mataría, pero debería probarlo antes de que lo haga.
—Erin, ¡estás hace más de media hora adentro del baño!
—¡Oh, por favor, Aud! —grita enojada.
Me río escuchándola pero no insisto en el tema para no exasperarla más. Unos minutos después que se hacen eternos, ella grita que termina y voy corriendo a la ducha. Si en algo yo no encajo en cuanto a pertenecer al sexo femenino, es que no tardo nada en bañarme. Y en éste momento agradecía fuertemente hacerlo con mi hermana tardando tanto. De no ser así tendría que implementarlo de una forma u otra para llegar a tiempo.
Termino y agarro el vestido que había dejado sobre la cama antes de entrar al baño. Termino de cambiarme y antes de agarrar el celular para verlo, el timbre suena avisando que mis amigos han llegado a buscarme. Bajo casi corriendo las escaleras aprovechando las zapatillas que no había dudado en ponerme y me encuentro con Stace y Chad en la puerta. Ellos, tan joviales y con sus sonrisas afectivas me esperan apoyados en el marco del umbral de la entrada.
Mi amiga suelta un silbido que retumba en mis oídos.
—¡Vaya! Con esas piernas vas a matar a Aaron Jones —casi grita y tengo que hacer que cierre la boca antes de que alguien de mi familia escuchara, si es que se encuentran por aquí cerca.
—Cómo si ya no estuviera muerto con ella. Con o sin piernas, da igual —contesta Chad y mi amiga ríe. Niego con la cabeza pero no con descontento.
—Cállense —digo en medio de sus risas—, ¡adiós, familia!
Apenas escucho cómo me saludan desde arriba. Al menos no escucharon el comentario de recién, pero no sabía hasta cuándo podía prolongar ésto y esconder lo nuestro. Obviando eso y sabiendo que habría un mejor momento para preocuparme por ello, cierro la puerta para luego dar paso dirigiéndonos hacia la playa. El ambiente es algo similar al que ya habíamos experimentado la otra vez pero con otro tipo de música. Ésta vez predomina la electrónica y comprendo la temática de la que hablaban cuando se referían a que habría varias.
Con mis amigos llegamos a la mesa en donde hay algunas botellas y nos servimos antes de perdernos en la pista que se había armado en el centro. Increíblemente Stace no tenía los zapatos que siempre terminaban en sus manos mérito de la poca paciencia de sus pies, así que ambas permitimos que la música nos lleve y relaje mientras bailamos a su ritmo. Mi amigo se acerca a nuestros oídos para así poder escucharlo al sonido estruendoso detrás.
—Me parece que las dejo por ahora..—dice él y ambas miramos que se dirige hacia donde una de las chicas lo devora con la mirada. Levanto una ceja curiosa y es divertido cuando me percato que Stace está haciendo exactamente lo mismo.
No podía culparla, Chad es realmente guapo. Incluso desde que eramos niños se llevaba buenas miradas de parte de muchas, su cabello largo recogido en una coleta y sus ojos verdes podían llegar a derretir a cualquiera en un fácil movimiento. Solía cargarlo al respecto por las niñas que reían nerviosas cuando él pasaba y murmuraban, aunque a medida que fui creciendo éste me devolvió todo aquello que decía sobre ganar atención.
—Jacob dijo que iba a venir, ¿hablaste con Aaron? —pregunta en mi oído imitando el gesto de Chad mientras me toma del brazo para que la gente que pasa no nos separe empujándonos.
—No, aunque dudo que no venga —respondo cerca suyo.
—No voy a negarte que yo no me produje en lo más mínimo por Jacob, así que espero verlo por aquí cerca antes de que nos vayamos.
Me río mientras la tomo de la mano para guiarla hacia uno de los costados del centro de la pista que se había armado para bailar sin estar ensimismada de tanta gente que se venía encima. Ella no pierde un momento y comienza a moverse casi obligándome a seguirle el paso. No es difícil teniendo zapatillas y no puedo quejarme mucho ahora que priorizo la comodidad de mis piernas, por lo que saco provecho y estimulo a mi cuerpo a bailar.
Tomo un sorbo del vaso para dejarlo a un costado y moverme con mucha más facilidad, por lo que mis piernas fijas sobre el suelo de arena no se tambalean por la gran decisión de tener zapatillas y dejo que mi cuerpo suba y baje con holgura. Stace toma mi mano y hace que gire cuando la música cambia al ritmo de la canción y hace que estalle en risas contagiándola al instante.
En ese momento en el que las dos aún nos reímos, observo en la lejanía a Jacob acercarse al igual que Aaron hacia nosotras y se me ensancha aún más la sonrisa al notarlo. No hace falta aclarar lo atractivo que se ve pero me es imposible cuando lo noto aún más de cerca. Una camisa ajustada y arremangada sobre los codos con aquel pantalón negro deja mucho para desear y suficiente para disfrutar. Sabe cómo lo miro porque mantiene su vista fija hacia mi y no se avergüenza ni hace que yo lo haga hasta que se acerca completamente, llegando a mi lado.