El Reverendo Jones junto a Milos y Aisha subieron de nueva cuenta por la pendiente.
-Necesitaremos ayuda, hay muchas cuevas por la montaña y será casi imposible encontrar a Laia sin ayuda, tengo un viejo amigo que vive en una cabaña en lo bajo de la montaña de llama Jana y tendremos que ir en su ayuda. Reitera el Reverendo
-Haremos todo lo que nos pida Reverendo para encontrar a nuestra querida Laia. Reitera firme Milos
-Así es Reverendo. Confirma Aisha
Mientras tanto Acfred y Betsy fueron directamente pidiendo auxilio con el alguacil Larson.
-¡Buscamos al alguacil Larson! Se expresa nervioso Acfred
-¿Qué les pasa chicos? Vienen mal...
-Disculpe nuestra inesperada irrupción oficial, pero venimos de la montaña Turbon, venimos agotados y con sed, somos los primeros en informar sobre lo sucedido en el Emperador
-¿Qué pasó allá? Muchacha, habla.
-Se ha quemado completamente a manos de dos piromaníacos. Concluye Betsy
-Así es señor, necesitamos de su ayuda. Repite Acfred
Los pasaré con el alguacil Larson, permítanme un momento. Tras una pequeña espera, vino el alguacil Larson con ese donaire de autoconfianza y soltura al andar.
-Disculpen la espera muchachos pero tenemos mucho trabajo por acá, me dice mi oficial que hau sucedido algo en la montaña Turbon, exactamente en el albergue. Se expresa Larson
-No tenemos tiempo alguacil Larson, el Emperador fue destruido a manos de dos compañeros nuestros, murieron muchas personas, entre ellos la señora Manuela Albert.
-¿La señora Albert, dices? Interroga el alguacil
-Es correcto señor, créanos, el Reverendo Jones tuvo que quedarse en la montaña junto a otros compañeros, ya que Laia Jenkins fue secuestrada a manos de Elián Jáuregui, el mismo que provocó el incendio fatídico en El Emperador. Se expresa alarmada y furiosa ante el desdén de Larson
-Muy bien chicos enviaré a mis alguaciles a la montaña Turbon
-Buenas tardes tengan todos, mi nombre es Kellen V. me he extraviado y vengo a pedir ayuda para poder regresar a Hungría.
-Estoy ocupado señor...
-Kellen V.
-Le enviaré a alguno de mis oficiales para que lo ayuden.
En ese momento se empezó a escuchar unos ruidos estremecedores que provenían del cielo. Algo volador andaba por encima de la comisaría.
-¿Qué pasa, que es eso que se escucha? Oficial Ortíz... Pregunta nervioso Larson
-No sabemos señor lo averiguaremos enseguida. Responde Ortíz
El alguacil Larson se dirige a Kellen V.
-Señor V. tendremos que ayudarlo desp...
En ese momento el señor Kellen V. había desaparecido y la luz del lugar también. Los pájaros aswang se posicionaban fuera de la comisaría para no dejar salir a nadie.
-Hay muchos pájaros fuera de la comisaría alguacil Larson, son tantos que nos picotean. Dice por el radio Ortíz
-¿Qué han traído muchachos? Se refiere alarmado Larson
Ahora viéndose imposibilitados Acfred, Betsy y el alguacil Larson de la comisaría, el Reverendo Jones y compañia tendrían que luchar solos contra Elián y sus perros, su única salida era encontrar a Jana, el viejo cruel con barba y cabello largo que monta un caballo. El Reverendo, Milos y Aisha siempre viva y dispuesta mujer, recorrían la planice de la montaña Turbon. Encontraron finalmente ya cansados y fatigados un caballo apacible, comiendo pasto.
-Aquí hay un caballo Reverendo, sugiere Milos
-Ya veo Milos, debe ser de Jana. Es irreconocible.
-Ahí viene alguien Reverendo. Avisa Aisha
-Es mi viejo amigo Jana. Se expresa el Reverendo
-Si no fuera por tu hábito, no podría reconocerte Jones, estás muy cambiado desde la última vez que te vi. Manifiesta Jana
-¡Jana! Tú sigues igual de joven, parece como si el tiempo no pasara sobre ti.
-Tengo el don de rejuvenecimento querido amigo.
-Disculparán a Jana pero el no me llama Reverendo, de hecho es el único al que se lo permito, no es muy religioso que digamos. La convivencia con los hombres no es lo suyo.
-No trates de disculparme Jones, soy fiel a mí mismo y no encuentro culpa en ser como soy. ¿Quiénes son estos insignificantes retoños?
-Soy Milos... lo dice disgustado el siempre amable Milos
-Y yo soy Aisha, siendo atraída por la severidad y singularidad de aquel hombre
-¿A qué has venido Jones? Recuerdo que la última vez que viniste a mí fue por ayuda cuando mataste a un hombre
Milos y Aisha quedando sorprendidos ante tal declaración de Jana respecto a su amado Reverendo
-No olvidas ser tan suspicaz Jana, no tengo mucho tiempo para hablar de cosas pasadas, necesito tu ayuda porque El Emperador ha sido reducido a cenizas.
-Eso pasaría tarde o temprano, te lo dije Jones, ser hermanito de la caridad no trae nada bueno, más que para que la gente se aproveche de ti. Vengan a mi cabaña.
-¿Qué tiene ahí señor Jana? Pregunta curiosa Aisha
-Son mandrágoras niña, las uso por sus efectos afrodisíacos, eméticos, sedantes y analgésicos
Los tres se dirigieron a la cabaña en compañía de Jana, el maestro en piromancia, quiromancia, lógica, retórica, astronomía y filosofía.