-¿Papi?- lo llamé, asustada.
Estaba en una especie de caverna oscura y apenas podía ver. Tengo mucho miedo. No se cómo llegué aquí, pero quería irme.
-Si, es ella- dijo un susurro-. Tiene mucho parentesco.
-¿Estás seguro? Es solo una infante- dijo otra voz, por lo bajo.
-Hace poco que reencarnó, aún no tiene su completo poder- dijo una tercera voz.
-Lo se, pero no creo que sea ella- dijo una voz que reconocí como femenina entre todas las masculinas que se oían-. Aunque si se parecen mucho, sinceramente.
-¿Hola?- dije y me abracé a mi misma, con un poco de frío.
-Es ella- dijo una voz que se me hizo familiar-. Pronto despertará todo su potencial. Solo hace falta encaminarla hacia el lado correcto.
-¿Nico?- dije, confundida.
Sentí que me tocaban la cabeza, empezando ver imágenes raras, como si estuviera viendo la película de la vida de una mujer que se parecía a mi.
Todo iba muy rápido y me mareaba.
Cerré los ojos con fuerza, intentando que todo desaparezca, hasta que lo escuché a él.
-¡AIXA!- gritó alguien, sacudiéndome y abrí los ojos.
Estoy en mi habitación. Las paredes lilas que antes me aburrían, ahora me hacen feliz.
Miré a Nico, se veía muy preocupado. Recordé la pesadilla y lo abracé, con mucho miedo, empezando a llorar.
-Tranquila, ya estás bien- dijo, abrazándome y acariciando mi pelo, estando recostado al lado mío, y yo sobre su regazo.
(...)
Luego de dormir abrazada a mi amigo, ya no tuve ese horrible sueño.
Abrí los ojos y estaba sola. Fui a paso lento a la cocina, para comer algo, pero me detuve al escuchar dos voces.
-Te dije que aún era temprano como para hacer esto- dijo mi padre, muy enojado.
-Es necesario que se acostumbre desde pequeña- dijo Nicolas.
-Si, pero no a los 8 años. Es tan solo una niña pequeña- dijo papá-. Si hoy tan solo tuvo una "pesadilla", imagínate como será cuando vaya allí y recuerde todo.
-Lo se, por eso, si me lo permites, quiero llevarme su custodia para que vaya aprendiendo de a poco y esté protegida- habló mi amigo.
-No dejaré que te la lleves a ese sótano- dijo padre, con angustia-. Le da miedo la oscuridad, puede desesperarse y lastimarse por un demayo.
-Lo que te da miedo a ti, no implica que le suceda a ella. Es mucho más poderosa que cualquier otro ser de nuestro tipo- dijo mi niñero.
-Ya se eso, pero no pienso dejarla sola. Está disidido. Si ella va, yo igual...- dijo papá-. Aunque ni siquiera a terminado la primaria.
Me acerqué a ellos, bostezando, simulando no haber escuchado nada.
-Hola pequeña- dijo Nico, sonriendo y me abrazó. ¿Cómo estás?
(...)
-¿Nos vamos a mudar?- pregunté muy sorprendida, ante la resiente noticia que me dieron.
-Lo siente, peque. Es por trabajo- dijo papá, sonriendo triste.
-Está bien- dije y sonreí-. ¿Cuándo nos vamos? ¿A dónde iremos?
Él rió ante mi emoción.
-Pronto lo verás- dijo-. En un mes iremos.
-Okis- dije-. Iré a acomodar mis cosas.
Corrí a mi habitación, muy emocionada.