-Nico...- dijo y lo miré seria-. ¿Porque nunca me has dicho que tenías un hermano?
-Eh...- dijo nervioso y asustado-. ¿Sorpresa?
-¡Es genial!- exclamé muy feliz, para luego abrazarlo-. ¿Qué se siente tener un hermano?
Él sonrió y suspiró.
-Antes que nada...- dijo y se cruzó de brazos-. ¿Qué hacen fuera de la escuela a esta hora?
Reí nerviosa.
-Aixa casi explota todo el colegio con mezclas de sustancias extrañas- dijo Bruno, emocionado.
-¡Es que tenían lindos colores llamativos!- me excusé.Ellos rieron.
-Bueno, por lo menos aprenderán a no dejar a los alumnos pequeños con mezclas tóxicas- dijo Nico-. ¿Quieren comer?
-Okis- dije.
-Tu padre llegará para la tarde- me dijo y sonreí triste-. Lo siento...
-Está bien- dije y fuimos al comedor.
(...)
Paseamos por el parque los tres juntos, para ir a un restaurante por la noche, donde nos encontraríamos a padre.
-¡Papi!- dije al verlo y corrí para abrazarlo.
-Hola pequeña ¿Cómo estás? ¿cómo estuvo tu primer día?- preguntó, sonriendo.
-Ven- agarré su mano y lo llevé a donde estábamos sentados recién.
-Hola Nicolas. Hola Bruno- dijo papá, mirándolos.
-Hola señor- dijo el hermano menor.
Nos quedamos en silencio.
-Y... ¿Puedo quedarme con ustedes esta noche?- preguntó mi compañero de clase-. Mamá te va a regañar- le dijo a su hermano, con ironía.
Ellos se miraron entre si, para luego mirar a papá, el cual asintió con la cabeza, luego de unos segundos.
-Dormirás en la habitación de tu hermano con él- dijo padre-. No toquen a mi niña.
-Yo me aseguraré de eso- dijo Nico.