-¡Pequeña!- dijo papá y me abrazó-. Nico me llamó y vine lo antes posible.
-Papi...- dije y lo abracé con miedo.
Mis brazos empezaron a brillar levemente, mientras estaba columpiándome y vinimos lo más rápido a casa. Si ya de por si soy tan pálida como Ed Sheeran y brillo por esta razón con la luz del sol, pero ahora mis brazos parecían linternas de gran ilumiansión en la noche.
-Tenemos que ir allí- dijo papá, alzándome en brazos, para luego llevarme a su habitación.
-Bruno, llama y avisa a la Comisión de Magia Multimensional. Diles que vamos para allá. Nicolas, acompáñame- dijo papá y me miró con cariño-. No te asustes, pronto terminará todo esto.
Él tocó un lado del espejo de pie de cuerpo completo y el reflejo se transformó en un teclado.
Aún sorprendida, él introdució una combinación y empezó a brillar el borde.
-Respira profundo y cierra los ojos- dijo y obedecí.
Sentí como avanzamos y sentí como si estuviera rodeada de pequeños pastos que pinchan un poco, pero no lastiman.
A los pocos segundos, desapareció la sensación y abrí los ojos.
-¿En dónde estamos?- pregunté.
Se parecía mucho al mundo de la película "Tomorrowland; el Mundo Del Mañana". Había altos edificios que parecían que no finalizaban nunca, casas de grandes tejados y muchas plantas verdes, violetas y rojas, todas muy altas, como rascacielos. La iluminación es la justa y necesaria, sin llegar a ser molesta. Se sentía una gran aura armónica en el lugar.
-Vamos a la C.M.M.- le dijo padre a un hombre que estaba a un lado.
Él me dejó en el suelo y le agarré la mano.
Nico agarró mi otra mano y juntos caminamos hasta el centro de la ciudad, donde hay un edificio que es muchísimo más alto que todo el resto y es como si estuviera hecho de vidrio-espejo que te reflejas desde cierta distancia, pero si te acercas lo suficiente puedes ver el interior del lugar.
Entramos y papá hablo con un hombre en la recepción, para luego dirigirnos hacia las escaleras e ir al siguiente piso.
-¿Cómo te sientes?- me preguntó padre.
-Mejor- dije, al ver que ya no brillo tanto, pero me duele un poco.
-Ya vuelvo- dijo mi padre y se fue, mientras que me senté en el regazo de Nico, en la sala de espera.
Las paredes son todas blancas con algunos cuadros abstractos de colores a conjunto con el lugar y sillones blancos individuales, vayas a donde vayas el aura de tranquilidad no desaparece, a pesar de que hay personas pasando de un lado al otro.