Un Amor Poco Común

Capítulo 12

-Aixa, ven con nosotros- me dijo un hombre vestido de negro y amarillo.

-¡No!- grité y corrí hacia Nico, mientras me persiguen.

-¿Qué pasa?- me preguntó él.

-Me persiguen- dije y Nico miró confundido-. Ellos.

Señalé las 3 abejas que me persiguen desde que estoy en el patio.

-Solo son bichitos- dijo y sonrió-. Si que tienes mucha imaginación. Tendrás 16 años, pero esas actitudes no te las quita nadie.

-¡Me quieren matar!- exclamé-. Y discúlpame por ser pequeña; hijo de TutanKamon, contemplador de dinosaurios...- susurré.

Él agarró un pequeño frasco, colocó las abejas dentro y las liberó fuera de casa.

-Gracias por salvarme- dije, abrazándolo.

-¿Sabes que puedes hacerlas volar lejos? Haces magia- dijo y sonreí avergonzada.

-No me acordaba- bajé la mirada, triste.

Él besó mi frente.

-¿Quieres visitar a Mauro, mi pequeña?- preguntó.

-Sii- dije feliz.

(...)

-¡Papi!- dije al verlo y lo abracé.

-¿Cómo estás, pequeña?- dijo él, riendo.

-Bien, ¿Y tú?- contesté con una sonrisa-. ¿Cómo te fue en un "luna de miel"?

-Luego contamos de los detalles de eso- dijo avergonzado-. Venga, pasen.

Entramos en su casa y nos sentamos en el living.

-Algún día debe ir al universo 69 es un lugar muy bonito y divertido- comentó Mauro.

-Nico...- lo miré-. ¿Podemos ir?

-Aún eres pequeña como para ir a ese lugar- dijo Nico-. Primero debes cumplir 22 años humanos.

-Okis- dije.

Él me sentó a su lado, bajándome de su regazo, para luego abrazar un almohadón.

-¿Y Ángela?- pregunté.

-Salió con sus amigas a pasear al centro- dijo padre.

-¿Quieres ir allí?- me preguntó Bruno, llegando de la cocina, con un bandeja y comida.

-Prefiero estar aquí- dije.

-Y... ¿Cómo estuvo todo aquí? En un mes pueden pasar muchas cosas interesantes- dijo padre.

-Pues... Consumí por primera vez el helado de nutella y me encanta- comenté, recordando el sabor de esa cosa tan rica.

-Cada día come un tarro cada día- dijo Nico y sonrió burlón-. Aunque es no es lo único que le encanta comer a ella.

Me sonrojé ante esa indirecta.

-¡Idiota!- le dije y reí-. Luego arreglamos eso en casa.

-¿Ustedes tienen noticias?- preguntó Nicolas.

-Ángela se adoptó un gatito- dijo padre y señaló una caja acolchonada que está en una esquina.

-¡Que tierno!- exclamé y me acerqué a acariciarlo.

Es una pequeña criatura completamente negra, de ojos verdes muy claro, que juega con una pequeña pelota de goma.

-Se llama Tom- dijo Mauro.

Mientras ellos hablaban, seguí acariciando al pequeño animalito.



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En el texto hay: romance, brujas, sobrenatural

Editado: 09.07.2018

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