Un Amor Poco Común

Capítulo 20

-Niiicooo...- exclamé, alargando las letras.

-¿Qué pasa, mi reina?- respondió y me senté en su regazo, abrazándolo.

-Adivina que tengo...- dije y le besé el cuello.

-¿Sueño?- dijo y le miré, sonriendo.

-Chi- dije-. ¿Cómo lo supiste?

-Siempre tienes sueño- comentó, riendo.

-Ya está la cena, par de tórtolos- dijo Mauro desde la puesta y me sonrojé.

-¡Papáááá!- dije, alargando nuevamente las letras.

-¿Qué pasa?- dijo él, riendo divertido.

-Tengo sueño- me quejé.

-Cena y ve a dormir- respondió-. Pero no te pases por alto el baño.

-Lo se- dije.

Fuimos a cenar y luego de bañarme con Nico, a dormir.

 

(...)

-Buen día, mi amor- me dijo Nico, mientras me abrazaba.

Sonreí y le di un beso.

-Buen día- respondí.

Me levanté y estiré todo mi cuerpo, haciendo pequeños crujidos.

-Estoy crocante- dije divertida.

Desayunamos y al poco tiempo, llegó la pareja faltante.

-¿Qué haremos hoy?- preguntó Alejo.

-Pensaba que deberíamos comprar más comida- dijo Mauro, que es quien cocina-. Y galletas... Galletas de chocolate, por lo posible.

A padre le encantan las galletas de chocolate. Puede alimentarse solamente a eso y es feliz.

-Hay un mercado a unos pocos kilómetros de aquí- dijo Julieta.

-Vamos- dijo Bruno-. Y compremos yogurt de vainilla.

 

(...)

-¡Corran!- gritó Alejo y todos salimos fuera de la cabaña.

Esta se estaba quemando de a poco, todo lo que estaba a tu paso estaba destruido.

Entre todos, intentamos apagar el fuego, pero era imposible.

Me alejé y empecé a buscar una señal de por qué se originó. El novio de Alejo, Luke, estaba a un lado de la casa, con una llama de fuego en su mano, dirigiéndola a lo que antes era un lindo hogar.

Me acerqué a él. Mis brazos empezaron a brillar de nuevo.

-¡¿Cómo te atreves a hacer esto?!- le grité, lanzándolo hacia el cielo, donde empezó a caer brutalmente. 

Él sonrió divertido.

-Tengo órdenes que cumplir- dijo y lo estrellé contra el suelo, dejándolo adolorido.

Lo azoté varias veces al ver su sonrisa.

-¡Eres un maldito!- grité con odio y lo alejé lo más posible, mandándolo cerca del río.

Volé hacia allí y lo empecé a ahogar con mis propias manos. Se que no lo matará algo tan simple, pero merece sufrir.

-Debería matarte- dije con repulsión.

-¡AIXA!- gritó Alejo y se acercó a su pareja, para salvarlo-. ¡¿Acaso ya no viste sufrir lo suficiente como para arrebatármelo a él también?!

-¡Él quemó todo!- me defendí.

-¿Qué?- dijo y miró a su pareja-. ¿Qué está diciendo esta loca, mi amor? ¿Puedes creerlo?

-Es verdad- dijo Luke y escupió sangre, luego del golpe que Alejo le dio-. Solo sigo una orden. Aunque violarte ha sido lo mejor de todo, estúpido homosexual.

-¡¿QUÉ?!- gritó el conejo y lo empezó a golpear.

-Hazte a un lado- ordené, fuerte y claro.

-¡Yo no sigo tus ordenes!- gritó y lo azoté contra un árbol lejos del agua.

-¡HE DICHO QUE TE HAGAS A UN LADO!- grité y lo azoté contra unas piedras.

-Supongo que es mi fin- comentó Luke, riendo, como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo.



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En el texto hay: romance, brujas, sobrenatural

Editado: 09.07.2018

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