Un Amor Poco Común

Capítulo 27

Para cuando me di cuenta, estaba en el patio de casa, la chica dragón estaba allí y Nico nos abraza a ambas.

-¿Qué acaba de pasar?- pregunté confundida.

-Las presento- dijo el-. Natasha, ella es Aixa- la chica me miró sorprendida-. Nada más que reencarnó y aún no creció lo suficiente- dijo divertido-. Ixa, mi amor, ella es Natasha, mi dragón. Todos los de la familia real y de la alta sociedad tiene una "mascota de guerra"- hizo comillas con los dedos-, y preferí dejar que sea libre, aunque cada tanto nos hacemos favores.

-Mi familia fue entrenada para defender a la familia real y eso vamos haciendo hace millones de siglos- dijo y sonrió.

-Okey...- dije y entré a casa.

-Perdón por no decírtelo antes- dijo Nico, detrás de mí-. Perdón, perdón, per...

Fui hacia él y lo abracé, interrumpiéndolo.

-No te preocupes, no pasa nada malo- dije y le di un besito-. Ahora, si me disculpas, iré a comer.

-Te ves muy pequeña, Ixa- me dijo la dragón y la miré enojada.

-¡Solo Nico puede llamarme así!- grité enojada y me dirigí a la cocina, de forma rápida.

Preparé waffles, mientras veo por la ventana como mi pareja y su dragón juegan y ríen como niños pequeños, gesto que me hizo sonreír a mí también.

Terminé de cocinar y los llamé a comer.

-Y... ¿Qué edad tienes?- me preguntó.

-Veintidós años- dije y mordí un waffle.

Ella se atragantó con su bebida y miró asustada a Nicolas.

-¡Es aún un bebé!- le gritó-. Con todo respeto, mi señor, se debe tener al menos un siglo de vida para ser legal.

-Soy legal- me quejé-. Ya pasé los dieciocho años.

-Eso es en los términos humanos- dijo Nico-. Pero según el C.M.M. debes tener por lo menos cien años para ser legal, mientras debes estar con un tutor que mínimamente te doble la edad... ¿Por qué crees que siempre te llevo a todos lados conmigo y nunca te dejo? No quiero que termines en un orfanato o algo así.

-Pensé que era porque me amabas- dije triste, mirando mi comida, ya sin hambre.

-Créeme que si te ama muchísimo más de lo que aparenta- dijo Natasha.

Sonreí triste y me levanté, para irme.

-No te pongas así...- dijo mi novio, abrazándome y se acercó a mí, para susurrarme-. Luego de que se vaya Nat, te daré algo que te hará muy feliz, mi pequeña usagui.

Me sonrojé y Natasha soltó una carcajada.

-Sí que has cambiado, enana- dijo ella-. Y pensar que éramos de la misma edad. Siempre has sido infantil- hice un puchero-. Y pensar que fuiste la más temida guerrera de tu época.

-¿En serio fui así?- pregunté y le miré a los ojos.

Sus ojos son de color azul brillante, como si utilizara lentillas.

-Tus ojos parecen falsos- dije de forma sincera.

Varios momentos de la película de la chica apareció en mi mente. Me vi platicando, batallando y riendo con Natasha.

-Natasha mil talla- dije y rio.

-¿Cómo te acordaste de ese absurdo apodo?- dijo sorprendida y divertida.

-Me alegro que nos vayas recordando de a poco- dijo mi novio, sonriendo.

-Me gusta ese apodo- sonreí-. "Natasha mil talla"- repetí.

Ella me golpeó suavemente, como broma y se lo devolví riendo.



#1373 en Fantasía
#5245 en Novela romántica

En el texto hay: romance, brujas, sobrenatural

Editado: 09.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.