-Ven conmigo Aixa, yo te haré feliz.
Miré a Adrian con desprecio.
-Yo no pido un final feliz ni una historia bonita dentro de un castillo- dije-. Solo quiero estar con quien en verdad amo.
Abracé a Nicolas, quien se encontraba arrodillado en el suelo, mirándome con tristeza.
-Nunca pedí un cuento al estilo Disney- exclamé-. ¿Es mucho pedir ser feliz?
-Eres ciudadana mágica desde hace 2 días y ya estás causando problemas- dijo el rey y rio-. Prometiste hacer lo que la corona te ordene.
-Y yo le ordené permanecer a mi lado- dijo mi novio y se levantó-. Ella es mi guerrera y defensora.
-¡Niclaus! Adrian está...- dijo Natasha llegando agitada y aterrizando sobre Veronika-. Ups, creo que llegué tarde...
-¡Sal de arriba mío!- gritó mi hermana con asco y la dragona retrocedió unos pasos.
-Pisé un clon- exclamó esta divertida.
-Clon tu impura madre- insultó y reí.
-Veronika Erika Coronel- dijo Nico-. Yo, Niclaus Raimondo te prohíbo acercarte a mi o cualquiera de mis amigos. Nadie cambiará está decisión a menos que estés realmente arrepentida.
-¡NO!- gritó y desapareció.
-¿Se murió?- pregunté, confundida.
No recuerdo que esto haya pasado antes, ni en esta vida, ni en ninguna.
-No, solo no nos verá ni escuchará, por lo que no puede dañarnos, hasta que lo imposible sea posible- explicó.
-¡Cálmate de na buena vez!- le gritó Adrien a la nada-. Él nunca te amará, acéptalo...- se quedó unos segundos en silencio, para luego suspirar agotado-. Lo sé, pero no pierdo las esperanzas.
-¿Eso es normal?- pregunté, señalando al de la corona.
-Que nosotros no podamos verla no significa que otros si la vean- dije y reí.
-Adrian, vuele a casa y no molestes- dijo Natasha-. Veronika, eso también va para ti.
-Ella si la ve porque nota el calor corporal, pero más que eso no puede- explicó Nico-. Nat, haz lo que gustes, eres libre.
La dragona hizo una reverencia y se fue volando.
-¿Vamos a comer?- pregunté-. Me duele el estómago.
-Has perdido bastante energía, vamos a descansar- dijo y sonreí.
-¡Eres insufrible!- gritó Adrien y se fue por un portal.
-¿En serio esa chica fue mi hermana?- pregunté.
-Biológicamente tú eras mayor, debieron elegirla a ella como mi defensora personal, ya que es más joven, pero de actitud, le superas. Por eso te eligieron como mi defensora desde un inicio, haciendo que nos amáramos desde el principio y eso le molestó muchísimo a Vero, ya que ella iba a ser la elegida, por lo que te empezó a odiar- dijo-. Pero ya no nos hará daño, o eso supongo.
Fin.